Cuando la FIFA hace RP con el tercer lugar

Hace algunas horas leí al querido Felipe Ramos Rizo escribir que son cosas simpáticas de la FIFA el que, “con un solo partido, el catarí Abdulrahman Al Jassim arbitre el partido por el tercero y cuarto lugar, mientras el polaco Szymon Marciniak, con solo dos juegos, pueda dirigir la Final”.

Pues qué razón tuvo la crítica del ex mundialista mexicano, pues el trabajo del silbante catarí, a quien le obsequiaron un juego muy importante, fue realmente terrible.

Primero, por jugadas clave que no vio o no quiso señalar, pero más aún por la terrible falta de personalidad que mostró al recibir insultos, reclamos y hasta empujones de los enardecidos futbolistas marroquíes, que se sintieron robados... aunque más “robó” a los croatas.

Lo peor de su trabajo fue que se comió, igual que el VAR -que quedó claro que no sirve de nada si no lo quieren usar-, un penalti del tamaño del Estadio Internacional Khalifa, cuando a la entrada del área marroquí Amrabat trabó por detrás a Gvardiol en acción que habría representado el tercer gol croata y de alguna manera le habría ahorrado muchos reclamos al final del juego al silbante.

Otra que perjudicó más a los europeos fue cuando Amallah le aplicó un codazo a Petković y recibió la amarilla, aunque pudo haber sido expulsado después de los empujones y tremendos reclamos que recibió de su parte y de Ounahi (otro que también entró de cambio), quien ya estaba amonestado por hacer tremendo berrinche y en esta acción insistió en ganarse la roja.

Al final, la feliz cuarteta arbitral recibió, bajo una ensordecedora silbatina, sus medallas de “tercer lugar”. Bueno, al menos por participar en el juego.

En fin, cuando la Comisión de Arbitraje de la FIFA se pone a hacer relaciones públicas en lugar de poner a los mejores, esto es lo que le pasa a su torneo.