Esa conversación de Messi con Luis Enrique, en el banquillo, tras el gol de penalti de Mascherano, es un síntoma del cambio operado en el ánimo del Barça.

Esa conversación de Messi con Luis Enrique, en el banquillo, tras el gol de penalti de Mascherano, es un síntoma del cambio operado en el ánimo del Barça.

En su libro, Ancelotti detalló las presiones que tuvo de Florentino en torno a Bale

Messi marcó dos goles en la visita del Barcelona al Madrid que decantó el Clásico del lado culé y que permite que haya emoción en la Liga. Un jugador único.

Con ustedes, Leo Messi, el mejor jugador del mundo. Un tipo que puede ser apaleado hasta decir basta. Al que pueden romperle un labio...

¡Qué partido! ¡Qué pasión, qué galopadas, qué cantidad de remates! ¡Qué emoción hasta el final! ¡Y qué Messi, regresado al primer plano con todos los honores! ...


LA PIZARRA TÁCTICA
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