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Randy Arozarena llegó a los 20 HR con tremenda pieza de bateo

El patrullero mexicano dio catedra de cómo leer, enfrentar y sacarle el mayor de los provechos a un turno. Joya de cuatro bases para el pelotero de los Mariners.

Ciudad de México
Sep 14, 2024; Seattle, Washington, USA; Seattle Mariners designated hitter Randy Arozarena (56) hits a walk-off single against the Texas Rangers during the ninth inning at T-Mobile Park. Mandatory Credit: Steven Bisig-Imagn Images
Steven BisigUSA TODAY Sports via Reuters Con

La tranferencia que se dio entre los Tampa Bay Rays y los Seattle Mariners por los servicios del jardinero mexicano, Randy Arozarena, causó demasiada polémica en el entendido de lo importante que había sido para la institución, así como por el aparente cariño mutuo que se dio con el paso de las temporadas; sin embargo, al final todo vuelve a tener sentido cuando se comprende que como cualquier deporte, hay un negocio de por medio.

Dicho lo anterior y ya entregadas las cuentas pertinentes, todo parece indicar que este segundo aire para el pelotero nacido en Cuba habría sido el correcto; en primera instancia, por haber dejado a una novena que actualmente marcha como cuarta del Este en la Liga Americana, para arribar al segundo mejor en el oeste de la misma conferencia; pero sobre todo, por el impacto individual que se ha proyectado en últimas semanas.

Si bien tardó algunos encuentros para conseguir brillar con su madero desde la caja de bateo, con el pasar de las series por fin se pudo hacer notar en ofensiva (de hecho su primer cuadrangular fue ante las Mantarrayas), y es ahora que logró su Home Run número 20 de la temporada. No obstante, la manera en que lo consiguió fue una auténtica demostración de cómo aprovechar un turno al bat.

Visión afinada y timing predilecto

Durante el último duelo frente a los Rangers de Texas, mismo donde los Tridentes blanquearon 7-0, fue uno de los turnos por parte de Randy aquel que atrajo los reflectores por la manera en que trabajó al pitcher, en lugar de ser él quien se dejará analizar por el serpentinero, pues luego de ver pasar tres bolas malas, contactó al único pitcheo dentro para mandarlo de regalo a las gradas.

El descaro de Arozarena fue tal, que no solo dejó pasar tres lanzamientos fuera de la zona, sino que se apartó de la caja de bateo, y solo ingresó cuando sabía de antemano que le llegaría una recta por el cuadro de strike; el contacto fue sólido y el resto es historia.

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