Hay un Mundial en fase de grupos y otro a partir de las instancias de eliminación directa. Un reinicio. Un reboot en el que todo cambia, en el que ganan los de siempre. La historia lo marca. En el primero, el que consta de solo tres partidos y ocho grupos, mandan dos selecciones, dos indiscutibles 'campeonas' de primera fase: Brasil y México.

'La Canarinha' y 'El Tri' son los únicos equipos en superar la primera ronda de todas las Copas del Mundo desde 1994. Brasil y México han aparecido de forma ininterrumpida en octavos de final en los últimos siete Mundiales. Esta estadística coloca al 'Tricolor' en una posición en la que no están la mayoría de los campeones históricos del máximo torneo de la FIFA: Italia, Argentina, Alemania, Italia, España, Inglaterra y Uruguay. Sí, luego todo cambia; la mínima sensación de vértigo atenaza a la Selección Mexicana, incapaz de ganar un partido de eliminación directa fuera de su país (y solo ha vencido en uno en toda la historia, el 2-0 a Bulgaria en octavos de final del Mundial de 1986). Pero ese ya es el 'otro' Mundial.

Hasta que las cosas no se ponen serias y los favoritos comienzan a demostrar su pasta de campeones, 'El Tri' suele destacar con mayor o menor intensidad. Las actuaciones en las primeras rondas suelen ser casi épicas, solventes, sólidas. El problema siempre es el mismo: el 'cuarto partido', donde las ilusiones se derrumban de todas las formas posibles, desde un error puntual durante el trámite del partido hasta el surrealismo de un gol de último minuto. Esta es una recopilación que ilustra el único escenario mundialista en el que México suele presentarse con aspiraciones. Cuando no hay límites para la ilusión. Luego, todo ha cambiado. ¿Algún día se romperá esa barrera? ¿Esa maldición? ¿O siempre serán las fases de grupos un espejismo?

La buena racha de la Selección Mexicana en Mundiales empezó después de uno de sus periodos más oscuros. 'El Tri' no acudió a Italia '90 por la sanción que FIFA impuso a la FMF por el caso de 'Los Cachirules' (alineación indebida de cuatro jugadores de la Selección Sub 20 en 1988 a través de la alteración de sus actas de nacimiento). México quedó suspendido de toda actividad internacional durante dos años. El proceso rumbo a Estados Unidos '94 fue tumultuoso (la redistribución de los derechos de televisión y la caída de Emilio Maurer, los procesos fallidos de Manuel Lapuente y César Luis Menotti), pero Miguel Mejía Barón enderezó la nave.

Estados Unidos '94 supuso dos hitos: la primera victoria en Mundiales fuera de México desde 1962 (2-1 frente a Irlanda en Orlando), y la primera clasificación a segunda ronda fuera de las fronteras nacionales. Lo que era una rareza entonces hoy es casi un trámite: 'El Tri' no falta a los octavos de final en los últimas siete ediciones de la Copa del Mundo, sean donde sean. Y gana, al menos, un partido por cada cita mundialista. El miedo escénico, al menos en la primera instancia, ha quedado superado. Y es que hasta antes de EEUU '94, México solo había ganado seis partidos de Copa del Mundo (y solo uno en el exterior).

A lo largo de la seguidilla, México ha obrado performances memorables, muchos de los cuales forman parte ya de los dulces recuerdos del imaginario colectivo nacional (alguno con su dosis tragicómica, por supuesto). Cada Mundial tiene su momento especial: los empates a Italia en 1994 y 2002, la remontada a Países Bajos en 1998, el partido 'al tú por tú' a Argentina en 2006, el triunfo sobre Francia en 2010, las atajadas de Ochoa en 2014, la insospechada victoria contra Alemania en 2018. Los mejores momentos de México en los Mundiales están concentrados en el periodo que es la materia de este reportaje.

En 21 partidos en todas las fases de grupos desde 1994, México ha conseguido 10 victorias, siete empates y cuatro derrotas, con 28 goles a favor y 20 en contra. La lista de víctimas la integran rivales célebres como Croacia (por partida doble), Francia y Alemania. Con 37 puntos de 63 posibles, el porcentaje de efectividad se ubica en 58.7%. En EEUU '94 y Corea-Japón 2002, 'El Tri' lideró su respectivo grupo; en el resto de torneos finalizó como escolta. El Mundial más prolífico ofensivamente fue Francia '98 (siete tantos en la primera ronda); el único en el que registró una diferencia de goles negativa fue en Rusia 2018 (-1, tres anotados y cuatro recibidos). Los máximos realizadores fueron Luis Hernández y Javier Hernández (cuatro anotaciones cada uno).

No obstante, los buenos registros del 'Tri' palidecen frente a los de la Verdeamarela. Si México y Brasil son los 'gigantes' de las primeras fases, el segundo es el campeón indiscutible. La Canarinha no solo ha faltado a ningún Mundial, no pasó el primer corte en Uruguay '30 e Inglaterra '66 nada más. Y desde 1994 su paso es arrollador en los primeros tres encuentros de cada cita: 16 triunfos, cuatro empates y solo una derrota (frente a Noruega, en Francia '98) en 21 apariciones, con una producción de 47 goles, contra 12 encajados (+35). Fue en 2002 cuando la ofensiva brasileña se desató: 11 dianas 'tan solo' en sus primeros tres compromisos. El total de 52 puntos, de 63 en disputa, la efectividad de la 'Canarinha' sube a 82.5%. En las siete ocasiones, Brasil ganó su respectivo sector, incluso en 1998, cuando sucumbió en el duelo final ante la Noruega de Solskjaer y Tore André Flor.

La diferencia radical entre ambos seleccionados está, por supuesto, en sus caminos posteriores a las primeras rondas. Mientras 'El Tri' no ha avanzado más allá de octavos de final en los últimos siete Mundiales, 'La Canarinha' siempre ha superado dicha fase en el mismo lapso: fue campeón en 1994 y 2002, finalista en 2008, semifinalista en 2014 y cuartofinalista en 2006, 2010 y 2018.

Luis 'Matador' Hernández es un símbolo de los arrebatos mundialistas de la Selección Mexicana. Delantero del 'Tri' en Francia '98 y Corea-Japón 2002, 'hombre gol' en la primera edición (dos a Corea del Sur, uno a Países Bajos y uno a Alemania) ¿Quién mejor que él para explicar la reconversión de los malos augurios a las esperanzas y el ciclo sin fin?

"El recuerdo es maravilloso. La Selección que fue a Francia '98 no fue de nombres, sino de hombres en el sentido de que todos jalamos parejo. Íbamos hacia un objetivo, sabíamos qué queríamos, trascendimos en determinadas formas. Nosotros hicimos la diferencia en cuestión de grupo y eso nos hizo dar una muy buena cara en todos los Mundiales a los que hemos ido. México siempre se crece en los Mundiales. La historia suele repetirse; nosotros no teníamos una buena perspectiva futbolística en 1998, pero explotamos muy bien a la hora buena", explicó el exatacante en entrevista con AS.