Los Juegos Olímpicos de México 2036, ¿realidad o ficción?
Los Juegos Olímpicos de México 2036, ¿realidad o ficción?

REPORTAJE | JUEGOS OLÍMPICOS

Los Juegos Olímpicos de México 2036, ¿realidad o ficción?

¿Está México en condiciones de organizar la máxima justa deportiva? ¿El proyecto es viable? AS indagó y consultó a los actores centrales que, en los próximos meses, avanzarán una propuesta.

Han pasado 54 años desde que México organizó los Juegos Olímpicos. La edición de 1968 fue un hito: tecnicolor, récords irrompibles, épica en las pistas, y el olor a pólvora de las revoluciones apagadas. Ya. Más de medio siglo es suficiente. Eso piensa Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno de México.

“Puede ser que nos tardemos. Puede ser que tarde tiempo. Puede que haya muchas adversidades. Pero sin duda lo vamos a conseguir”, manifestó Ebrard en un discurso pronunciado en la sede del Comité Olímpico Mexicano. La SRE acababa de firmar con el COM un convenio de ‘Concertación de Acciones’, una colaboración entre ambas instituciones para volcar el apoyo del Servicio Exterior Mexicano en favor de los atletas nacionales que compitan fuera del país. “Le llevaremos un planteamiento al presidente de la República y, si él nos autoriza, empezamos a trabajar con toda la presencia de la diplomacia mexicana para que tengamos los Juegos Olímpicos en México en 2036. Yo diría, ¿por qué no? Si ya lo hicimos. Si somos un país triunfador”, continuó.

Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México
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Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México

¿Y sí? ¿México puede ofrecer al COI las condiciones necesarias para organizar los Juegos de la XXXVI Olimpiada o de subsecuentes? ¿Por qué sí? ¿Por qué no? ¿Las disposiciones actuales del COI encajan con las características infraestructurales e institucionales de México? Si el gobierno federal y la iniciativa privada logran presentar un proyecto, ¿será lo suficientemente competitiva como para optar por la sede? ¿Tiene futuro una candidatura sustentada principalmente en capital privado?

Las cartas sobre la mesa...

“Creo que México tiene esa capacidad siempre y cuando pueda hacer alianzas en las que el gobierno, la iniciativa privada y el Comité Olímpico Mexicano puedan trabajar juntos, a favor de una sede olímpica”, respondió María José Alcalá, quien abrió las puertas de las oficinas presidenciales del COM a AS. Erik del Ángel, coordinador ejecutivo del Consejo Diplomacia y Cooperación Deportiva de la SRE, quien ha fungido como el nexo entre ambos entes, coincide con la exclavadista: “La viabilidad del proyecto va a depender no solo de la convergencia del COM y del gobierno, sino de gobiernos locales, empresarios mexicanos e internacionales. Diseñar entre todos una visión de México para esos años; qué le podría dejar a México la organización de los JJOO, no solo organizarlos porque sí”.

Juan Manuel Rotter, especialista en olimpismo, comparte la postura de que una candidatura requiere una coordinación “total”, incluidos dos actores históricamente distanciados: Comité Olímpico Mexicano y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte: “Hay un divorcio evidente. Pero, además de lograr esa conjunción, necesitas también a los institutos estatales del Deporte, a las organizaciones de la sociedad civil. Ciertamente, no es algo fácil, pero de que México podría, sin duda”. Para el Dr. Erasmo Zarazúa, catedrático de la Universidad Iberoamericana, el exitoso historial de 'megaeventos' organizados y su conciliatoria tradición diplomática podría actuar en beneficio de México: “Lo que mencionó el canciller Ebrard no está del todo fuera del enfoque: un país negociador, pacificador, que siempre busca el diálogo. México tiene ese carácter y esa experiencia. México sabe ser anfitrión”.

María José Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano
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María José Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano

Una hipotética propuesta de México para optar a los Juegos Olímpicos debería cumplir con las directrices de la Agenda 2020 del COI. La Agenda 2020 (posteriormente ampliada a 2020+5) es una estratégica hoja de ruta que la Sesión 127° del Comité aprobó en diciembre de 2014 para proteger el futuro del movimiento olímpico. La reforma, la principal cruzada de Thomas Bach como presidente del organismo, consta de 40 recomendaciones (cada una consta de al menos tres puntos) que proponen una modernización del COI para facilitar su encaje en la sociedad globalizada y digital del Siglo XXI. La Agenda 2020 legitima los esmeros de sostenibilidad, gobernanza y austeridad que el COI veía absolutamente necesarios para sortear la crisis que afrontaron las instituciones del deporte mundial en años recientes: el Informe McLaren, el dopaje de Estado en Rusia, el FIFAGate, la concesión del Mundial de 2022 a Qatar, los casos de corrupción en la IAAF, y un largo etcétera.

Las pautas reformistas de Bach están divididas en cinco categorías: ‘La unicidad de los Juegos Olímpicos’; ‘Los atletas, en el corazón del movimiento olímpico’; ‘Olimpismo en acción: mantenerlo vivo 365 días al día’; ‘El rol del COI en unidad y diversidad’; y ‘La estructura y organización del COI’. El primer grupo contempla la renovación de los procesos de concesión con un objetivo primordial: reducir los costos de candidaturas y propuestas ganadoras para organizar los JJOO. El espíritu de la Agenda 2020 es que los Juegos se adecúen a la ciudad y no viceversa; de hecho, el texto introductorio de la recomendación 1 detalla: “invitar a potenciales ciudades candidatas a presentar un proyecto que armonice con sus necesidades a largo plazo en términos deportivos, económicos, sociales y ambientales”.

Recomendación 1 de la Agenda 2020 (Delinear el proceso de concesión como una invitación).

  1. Introducir una fase de asistencia durante la cual las ciudades que consideren presentar una candidatura puedan recibir un consejo del COI sobre los procedimientos, requerimientos centrales y cómo ciudades previas se aseguraron proyectos exitosos y un legado olímpico.
  2. Promover activamente un máximo de instalaciones ya existentes y el uso de lugares de competencia temporales y desmontables.
  3. Permitir la organización de competencias preliminares y/o completas de uno o varios deportes fuera de la ciudad sede y, en casos excepcionales, fuera del país anfitrión, por razones geográficas y de sostenibilidad.
  4. Incluir en el contrato de ciudad sede cláusulas que aludan al principio fundamental 6 de la Carta Olímpica (no discriminación), así como a asuntos ambientes y laborales.
  5. Hacer público el contrato de ciudad sede.
  6. Incluir detalles de la contribución financiera del COI al Comité Organizador de los Juegos.
  7. Respetar los intereses de terceros al poner disponibles elementos contractuales de forma confidencial.
  8. Aceptar otros firmantes dentro del contrato de ciudad sede además de la misma ciudad y el Comité Olímpico Nacional, en línea con el contexto actual.
  9. Proporcionar el contrato de ciudad sede al comienzo de un proceso de licitación determinado.

Bajo la Agenda 2020, ya no es necesario construir nueva infraestructura para optar a los Juegos Olímpicos. La Agenda 2020 es anti-elefantes blancos. Las experiencias de Atenas 2004 y Río 2016 son experiencias irrepetibles para el COI. La recomendación 2, que lleva por nombre ‘Evaluar propuestas valorando oportunidades clave y riesgos”, ahonda en ello en su tercer postulado: “Considerar de forma positiva en una licitación: el máximo uso de instalaciones existentes y el uso de lugares de competencia temporales o desmontables cuando no exista una oportunidad de legado a través de una sede a largo plazo o no se pueda justificar”. La recomendación 3 trata sobre el ahorro en los procesos de concesión en cuestión de viajes, formatos de entrega, hospedaje y registros; y la 4 mandata la inclusión de políticas de sustentabilidad en “todos los aspectos” de los Juegos Olímpicos.

Estas disposiciones han transformado rotundamente las adjudicaciones de los derechos de organización de los JJOO. París 2024 y Los Ángeles 2028 fueron los primeros proyectos que se acogieron a la Agenda 2020, ya que sus procesos de concesión iniciaron en septiembre de 2014, 10 meses después de la aprobación de las reformas. Brisbane 2030 fue la primera candidatura en la historia que recibió un ‘diálogo focalizado’, ya que el dossier ejecutivo cumplía casi totalmente con la Agenda 2020; sin contrapartes, el COI agilizó el proceso y cerró el trámite de forma exprés en julio de 2021.

Tendríamos que estar muy preprados para manifestar que vamos a competir por la candidatura en 2024. No necesariamente es ya, te dan tiempo suficiente

María José Alcalá, presidenta del COM

La Agenda 2020 condiciona una candidatura mexicana. La ciudad candidata deberá afrontar la licitación con la infraestructura que posea actualmente y solo podrá incluir una reducida serie de adecuaciones y remodelaciones a lo ya existente. El COI no aceptará proyectos exorbitantes que pongan en peligro la viabilidad de los Juegos y la sanidad económica y social del anfitrión. Brisbane, por ejemplo, ya cuenta con el 70% de sus instalaciones; las obras que ocuparán la mayor parte del presupuesto del Comité Organizador, el ayuntamiento local y el gobierno de Queensland son urbanísticas: vialidades, rutas de transporte. Los Juegos calzan con las características de la ciudad, la cual ya no tiene que inflar la burbuja para merecer la organización de la fiesta de los atletas. El dilema surge, ¿en las condiciones actuales del país, existe alguna potencial sede mexicana que se ajuste a las peticiones del COI y la Agenda 2020?

María José Alcalá se conviritó en la primera presidenta mujer del COM en noviembre de 2021.
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María José Alcalá se conviritó en la primera presidenta mujer del COM en noviembre de 2021.

Para Rotter sí hay posibilidades. Monterrey y Guadalajara son sus propuestas; la Ciudad de México le parece inviable debido a la altura y a lo obsoleto de sus instalaciones: “Sí, habría que mejorarlas. No se puede pensar la Alberca Olímpica para las competencias actuales. Habría que adaptarse a las condiciones del COI. Es difícil, pero posible (…) Guadalajara tuvo los JJPP y aún tiene buena infraestructura, se invirtió mucho dinero. Lo ideal, eso sí, es que tendría que ser un lugar a nivel del mar, pero no necesariamente esto sería la última palabra en la decisión. Monterrey, por ejemplo, está a 500 m y tiene proyectos importantes de desarrollo. En otros lugares, habría que empezar de cero, y eso no se puede. Pienso en Mérida, pero es complicado”. Marijose Alcalá tiene previstos dichos corsés: “Lo que exige el COI es que no se hagan ‘elefantes blancos’ que después de los JJOO ya no puedan funcionar. Tenemos que generar acuerdos con urbanistas, estudios geopolíticos, financieros".

Para Zarazúa, la Agenda 2020 puede favorecer a México: “El concepto de ‘gigaevento’, como lo fueron los Olímpicos de Pekín y Sochi, y como lo será Qatar 2022, ya va de salida. Ahí es donde México pueda tener posibilidades. Los países tienen que dar un menor gasto. Solo habría que usar la infraestructura que ya está”. Rotter tampoco ve un escenario tan desfavorable en el contexto de la Agenda 2020: “Antes te pedían que tuvieras 15,000 espectadores en algunas instalaciones, eso se ha regulado un poco más. Están más enfocados en el tema de producción. Están pensando más en los atletas que en el público”.

La reunión COM-COI

El pasado martes 23 de agosto, el Comité Olímpico Mexicano y la Comisión de Futuras Sedes del Comité Olímpico Internacional sostuvieron su primera reunión de acercamiento, reveló AS. El objetivo de la video-conferencia fue sopesar los requerimientos de un proyecto de candidatura y analizar los pasos a seguir antes de que la licitación inicie en 2024. Una exploración preliminar sin que ello signifique que la búsqueda haya iniciado oficialmente. No obstante, las sensaciones tras la charla fueron muy positivas. María José Alcalá y Erik del Ángel encabezaron a la representación mexicana. “Ambas partes quedaron con la mejor impresión. Nos expusieron que están para ayudarnos. No hay una condición: nada de ‘si puedes’ o ‘no puedes’. Eso le compete al pleno de la asamblea del COI. Estamos dispuestos a trabajar de la mano y eso también genera un clima de confianza”, aseguró el funcionario de la SRE. “Nos dijeron qué debemos tener: una comunicación permanente con ellos, una claridad de lo que busca México como país, cuál sería el legado, cuáles son las necesidades y cómo se podrían subsanar, qué ciudades podrían competir", explicó Alcalá. (Abajo, entrevista en vídeo con la presidenta del COM)

Un punto a favor de México parece ser la abierta colaboración del gobierno federal. Las palabras de Marcelo Ebrard bajaron a la acción. “Les dio mucho gusto la visita del Canciller a nuestra sede. Primero nos llegó una carta de parte del responsable de Relaciones Públicas con los Comités Olímpicos nacionales, manifestando el gusto por esta declaración. Después recibimos una carta de Thomas Bach (presidente del COI), en la que nos dijo que pone a nuestra disposición a la Comisión de Futuras Sedes. Ven a México con buenos. Nos ven serios, responsables”, expresó la presidenta del COM. Del Ángel confirmó la percepción: “Les dio muy buena impresión que desde la primera reunión estuviera involucrado el gobierno de México y no solo el COM. Organizar un evento de este tipo requiere de la concurrencia de muchos factores”.

Copia de la agenda de la reunión COM-COI, en posesión de AS
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Copia de la agenda de la reunión COM-COI, en posesión de AS

A consulta de AS, la oficina de prensa del Comité Olímpico Internacional respondió: “Bajo el nuevo enfoque para elegir a los anfitriones de los Juegos Olímpicos, el COI está permanentemente abierto a discusiones informales y sin compromisos con cualquier ciudad, región o país y sus respectivos Comités Olímpicos Nacionales en cualquier parte del mundo que estén interesados en albergar los Juegos de la Olimpiada, los Juegos Olímpicos de Invierno, o los Juegos Olímpicos de la Juventud. Estas discusiones no están ligadas a ninguna edición en particular en tanto ya no existe un ciclo fijo de elección, como en el pasado (…) El COI respeta la confidencialidad de potenciales sedes mientras trabajan hacia el desarrollo de las dimensiones públicas y privadas de su proyecto. Las partes interesadas pueden promover su visión/proyecto a nivel nacional en cualquier momento”.

¿Juegos Olímpicos México-EEUU?

Durante la entrevista, Alcalá aludió al punto 1.3 de la Agenda 2020. La política de ahorro podría hacer factible una propuesta conjunta México - Estados Unidos. El ejemplo mencionado, de forma hipotética: Tijuana-San Francisco.: "Podemos generar una sinergia con dos sedes alternas. El movimiento olímpico quiere modernidad".

El rol de México ante el mundo

Además de Alcalá y del Ángel, Mario García de la Torre, secretario general del COM, también compareció en la conferencia vía remota del 23 de agosto; por el lado de la Comisión de Futuras Sedes Olímpicas participaron Jacqueline Barrett, directora general; Mattias Kaestner, encargado de servicios, Pierre Dorsaz, gerente de proyectos; Rachel Beacher, gerente de comunicaciones; y Makara Fitzgerald, gerente junior de proyectos. La agenda consistió en la bienvenida y presentaciones, una explicación sobre la nueva orientación del COI para la elección de futuros anfitriones y una sesión de preguntas y respuestas. “Esto no se formaliza hasta que haya una carta por parte del gobierno federal con el COM para que podamos ser oficialmente parte de los que buscan alguna sede. Lo que nos dice el COI es que hay que tener un diálogo permanente para que podamos. Simplemente nos presentaron toda la información si es que queremos empezar a prepararnos. Vamos a estar en constante comunicación con el COI para poder analizar las posibilidades reales de México”, detalló Alcalá.

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Pero quizá México necesita más del beneplácito del COM para que una candidatura fructifique. El camino está, para Juan Manuel Rotter, en hacer alta política deportiva en nombre del país y reconstruir el prestigio ante las federaciones internacionales: “Quienes votan para una sede son los Comités Olímpicos Nacionales y las FFII. Y si éstas no tienen buena relación con las nacionales que están con problemas de corrupción y malos manejos, podría ser perjudicial. México ya ha quedado mal ante la FINA (Federación Internacional de Natación) por cancelar el Mundial de 2017. Hemos tenido algunos tropiezos en la historia. También necesitamos posiciones internacionales, más líderes mexicanos tomando decisiones. Olegario (Vázquez Raña) tiene una posición honorifica en el COI, pero tenemos pocos líderes que ayuden a cabildear un proyecto tan ambicioso en esas esferas.Tenemos que correr en varias vías”.

Una reforma a la Ley de Cultura Física y Deporte que dote de un mayor escrutinio a los mecanismos democráticos y financieros dentro de las federaciones nacionales y garantice la institucionalidad en el deporte mexicano es sustancial; sin embargo, las autoridades deportivas del país no deberían pujar por ella para congraciarse con las instancias internacionales, sino por el bien per se del deporte nacional, desea Alcalá: “Hay muchos temas que necesitamos reglamentar: derechos de los atletas transgénero, la definición de alto rendimiento, quiénes son los responsables en temas como prevención y desarrollo. No necesitamos renovar la ley para aspirar a los JJOO, pero no vendría mal”. Las medallas son el propósito: “Un proyecto olímpico requiere de fortalecer tus organizaciones internas, consolidarlas, implementar una profesionalización total, mejorar sus cuadros directivos. Y, también, crear un gran proyecto de desarrollo del deporte mismo. Pensar en ser protagonista y no solo sede”, abona Rotter.

Iniciativa privada y gobierno, condenados a entenderse

La administración de Andrés Manuel López Obrador se ha distinguido, en materia deportiva, por los recortes presupuestarios (los programas de Cultura Física y Deporte han decrecido paulatinamente sus partidas desde 2019) y retirar subvenciones a eventos privados, antes amparados por el extinto Consejo de Promoción Turística, como la Fórmula 1 y la NFL. Los entrevistados concurren en que los JJOO necesitan de un modelo híbrido de inversión: pública y privada. Que solo una parte cargue con la misión, dado el contexto actual del país, es imposible. El gobierno debería apostar a los Juegos con una visión de Estado desprovista de discursos políticos. Al final, 2036 todavía está lejos. “El compromiso lo adquiere el país, no el gobierno”, sentencia Zarazúa, “son proyectos de Estado. Ahí está el ejemplo de Los Ángeles 2028, solicitados en la era de Barack Obama, ganados en la presidencia de Donald Trump, y que posiblemente toquen a otro presidente”. Rotter es escéptico en este punto: “Esta participación mancomunada no ha sucedido mucho. No hay demasiados eventos en los que estén participando actualmente de manera equitativa (...) Veo difícil consolidar un proyecto en el que el 80% lo soporte. El gobierno tendría que calcular los beneficios de los JJOO y entrarle. Ahora mismo son pocos los apoyos con los que cuenta el COM. Claro, aún faltan muchos años. Algo se puede hacer”.

Marcelo Ebrard y María José Alcalá, en el evento de la firma del convenio entre COM y SRE
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Marcelo Ebrard y María José Alcalá, en el evento de la firma del convenio entre COM y SRE

“No, no son viables unos JJOO soportados 100% por gobierno o iniciativa privada”, asevera Alcalá. Requieres de gente especializada en varias materias y, lo más importante, la voluntad: política, empresarial, social. El COM siempre tendrá esa voluntad, pero tampoco vamos a echar campanas al vuelo. No estamos fuera de nuestra realidad. Entendemos la dimensión del reto. Por eso vamos a ir paso a paso”, auguró la también diputada federal (PVEM, presidenta de la Comisión del Deporte). Esto es una maratón. Eventualmente, tal como respondió el COI a AS, los procesos de concesión ya no siguen un orden predeterminado, lo cual permite que una candidatura no muera del todo si no resulta agraciada. “Igual y hasta tardamos más. No implica que ganemos rápidamente”, apunta Zarazúa, “recordemos que, para 1968, empezamos a candidatearnos después de la Segunda Guerra Mundial, la tercera fue la vencida (…) Hay que hacer currículum. A lo mejor no son los de 2036, sino los de 2040. Los organismos internacionales suelen premiar esa persistencia”.

"Siempre pensé que lo mejor era ir por unos Juegos Olímpicos de la Juventud primero, para ganar esa trayectoria internacional y buscar eventos de gran calado para poner a México otra vez como organizador. Hacer un proyecto que vaya escalando hacia los JJOO

Juan Manuel Rotter

Y, tal como reza la Agenda 2020, los atletas en el núcleo del movimiento olímpico. “Creo que es una buena iniciativa. Tomemos como referencia 1968, que dejó una infraestructura que se sigue usando hasta hoy. México es un país en el que acoge a la gente. Ya lo vimos en Juegos Olímpicos, en Panamericanos y Centroamericanos. Es increíble el compromiso de los voluntarios mexicanos. Seríamos un gran anfitrión”, se ilusiona la exjudoca Vanessa Zambotti, campeona continental en 2007. Alcalá, olímpica en 1988, 1992, 1996 y 2000, también posee una conexión especial con los JJOO. Más que una arenga proselitista, el proyecto del COM también tiene un aliciente nostálgico: “Toda la gente que vivió los JJOO de ’68 habla maravillas de lo que se vivió. Lo que implicaría a nosotros como mexicanos vivir nuevamente una sede… Sería algo extraordinario. No todo mundo puede tener esa oportunidad”. Pero, pronto, de vuelta a la realidad. Mil maratones quedan por delante: “No estamos cerrados de ojos. Es difícil, pero tampoco es imposible. Si nos organizamos, podemos”.

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