A 365 días para la Copa del Mundo de Qatar 2022, la Selección Mexicana de Fútbol aún no tiene asegurado su boleto para la justa. El panorama se ha nublado después de un inicio promisorio; las derrotas en Estados Unidos y Canadá han acercado al Tri a un escenario insospechado hasta antes de la Fecha FIFA de noviembre. La explosión de Panamá y la seguidilla de descalabros han hecho del repechaje intercontinental una posibilidad. Y es que, con alguna excepción, las eliminatorias suelen ser un drama para el fútbol mexicano. La clasificación más anticipada de la historia fue en el proceso anterior, rumbo a Rusia 2018, con tres fechas de antelación. Después de las derrotas de noviembre, el panorama no luce lo suficientemente alentador como para confirmar la octava aparición en la justa en enero próximo. Pocas certezas y muchas dudas han generado el proceso de Gerardo Martino, más cuestionado que nunca.

2021 ha sido un año fatídico para el Tricolor. Hasta entonces, las aguas se habían presentado calmas para el navío del 'Tata'. Una única tormenta, aquel 1-4 frente a Argentina, el 11 de septiembre de 2019, el día después del 'brunch' en Nueva York, la última vez que Javier Hernández vistió la camiseta del Tricolor. Martino conjuró el escándalo con resultados y disciplina mediática: ni una palabra más para referirse a la ausencia del artillero. Todo marchaba sobre ruedas. Victorias incontestables en la primera fase de la Nations League y una exitosa gira europea a finales de 2020, tras el confinamiento por el COVID-19 (triunfos ante Países Bajos, Japón y Corea del Sur, y un atractivo empate contra Argelia), parecían encauzar el proceso. La luna de miel terminó el 6 de junio de 2021, en el Empower Field at Mile Hight, en Denver, cuando la Selección cayó 3-2 en la final de la CNL frente a Estados Unidos, la primera derrota de tres consecutivas ante el máximo rival.

Desde entonces, el Tri se deslizó por un tobogán. Las críticas, antes minoritarias, han tomado fuerza. La final de la Copa Oro (derrota de 1-0 con Estados Unidos) acentuó los síntomas de la enfermedad: falta de definición (más de 10 ocasiones perdidas en aquel partido), un plan de juego que no completa 90 minutos al mismo nivel y que acepta lapsos de superioridad del rival en lugar de dominar a plenitud y ausencia de rigor al defender situaciones de balón parado. Los resultados en las primeras jornadas de la eliminatoria mundialista apaciguaron el runrún. Sin aspavientos pero, también, sin asedios, el Tri finalizó las primeras dos ventanas en la cima del octagonal clasificatorio de Concacaf en la cima del grupo, sin derrotas y con apenas tres goles en contra. De repente, Qatar se asomó en el horizonte. De sumar de a tres en Edmonton y Cincinnati, México podría haber reservado su boleto a la Copa del Mundo con ganar sus dos duelos en el Estadio Azteca en enero (vs. Costa Rica y Panamá). El trámite deberá esperar.

El mismo Martino parece estar consciente de las falencias de su equipo. "Hemos ido en rendimiento de mayor a menor. Iniciamos bien 2019 y 2020, pero los meses después de pandemia nos costó. Este año desde junio no hemos tenido un partido en el que rendimos en su totalidad", evaluó antes de enfrentar a Canadá. Hasta antes, las preguntas que proferían los reporteros en conferencias de prensa versaban sobre las ausencias de Chicharito y Carlos Vela de las convocatorias y los escándalos giraban en torno a los desaires de los futbolistas hacia los aficionados (como sucedió en Bermudas). Hoy, los cuestionamientos son directos hacia el funcionamiento del equipo y los cimientos del proyecto. No obstante, el pasaje al Mundial no está en riesgo. El Tri aún tiene el destino en sus propias menos. Diversas proyecciones estadísticas estiman que la clasificación al Mundial se cotizará en un mínimo entre 22 y 24 puntos al final de la eliminatoria. Aún restan cuatro partidos en el Estadio Azteca y dos visitas ante dos rivales que actualmente no se encuentran en posiciones de competencia por los boletos: Honduras y Jamaica.

Martino ha utilizado a 73 jugadores a lo largo de su gestión. Los cinco más regulares son Jesús Gallardo (36 partidos), Edson Álvarez (32), Orbelín Pineda (28), Luis 'Chaka' Rodríguez (26), Néstor Araujo (26), Carlos Rodríguez (26) y Uriel Antuna (26). El máximo goleador del proceso es Raúl Jiménez (12 goles), seguido de Uriel Antuna (8). Los números apenas dan un bosquejo de una de las principales misiones de la labor de Martino: la transición generacional. Si bien 'Tata' ha debutado a 33 jugadores en el Tricolor desde enero de 2019, solo Carlos Rodríguez, Uriel Antuna, Luis Romo, Johan Vásquez, Sebastián Córdova, Jorge Sánchez y Alexis Vega han tomado roles recurrentes en las alineaciones; empero, ninguno es titular indiscutible (situación que se atribuye, también, a bajas de juego y lesiones). Pese a la alta producción de estrenos (14 más que Juan Carlos Osorio), la mayoría no han logrado cuajar; es por ello que México es la selección de mayor promedio de edad de las que disputan el octagonal de Concacaf (29 años).

Aunado a que la 'sangre nueva' no termina de dar el paso hacia el frente, la ausencia de un XI tipo es otra característica de la era Martino. En 2021 el técnico argentino jamás repitió una alineación titular de un partido a otro, aunque lo más cerca que estuvo de la continuidad fue en Copa Oro, cuando realizaba uno o dos modificaciones entre juegos, casi siempre entre Araujo y Salcedo en la retaguardia, siempre manteniendo el triángulo Herrera-Edson-Gutiérrez en medio campo. 23 equipos titulares a lo largo del año. El exentrenador del Barcelona, además, ha intentado variedad de sistemas para encajar su idea de juego: ha transitado de su clásico 4-3-3 al 4-4-2, el 3-4-3 y el 5-3-2 (los últimos dos, empleados frente a Canadá en Copa Oro y eliminatorias, respectivamente). Por variantes tácticas no ha faltado y el núcleo está bien definido (Ochoa, Edson, Herrera, 'Chucky), pero las críticas apuntan a la conformación de un XI inamovible.

Aún queda camino por delante y muchos flecos por cerrar. La Federación Mexicana de Fútbol ha respaldado la gestión de Martino y le ha pedido, según reportes, siete puntos en la ventana FIFA de enero, suma suficiente para sellar la participación en Qatar en febrero. O incluso antes, si los resultados se conjugan a favor. No obstante, fuera del terreno de juego, otros conflictos inquietan a la FMF. El grito homofóbico, el principal. El Tri encarará los cotejos contra Costa Rica y Panamá sin público en las gradas del Estadio Azteca a causa de una nueva sanción de FIFA (la 17° y casi 600,000 francos suizos en suma, 13.7 millones de pesos). Aún está por ver si la apelación que tramitó la FMF prospera. Y, mientras los castigos se acumulan, las medidas se endurecen. El código de ética de FIFA contempla, en caso de extrema reincidencia, descalificación y eliminación del torneo en disputa. A pesar de los esfuerzos federativos, el grito no ha amainado un ápice. Los contratiempos no terminan en el terreno de juego. Qatar está a un año. Tan cerca, tan lejos.

Los aficionados mexicanos suelen copar las tribunas en los estadios de los Mundiales de la FIFA. Su color y calor ya son un clásico de las Copas del Mundo. Como sabemos que es probable que ya estés planeando tu viaje al Qatar, aunque la Selección Mexicana no haya comprado sus boletos aún, te dejamos una serie de recomendaciones e información a tener en cuenta sobre el primer país de Oriente Medio y musulmán que acogerá la máxima competición futbolística del planeta.