Pumas no pasa del empate con Puebla y ve lejos el repechaje
El conjunto de la UNAM fue un manojo de nervios en el estadio Cuauhtémoc frente a la Franja en un partido que quedó a deber.
Pumas dejó ir su última oportunidad para meterse en fase final del Guardianes 2021 empatando sin goles frente al Puebla en el arranque de la jornada 16. El ábaco es frío, pero no sabe de justicia y Pumas es el mejor ejemplo de ello.
Que el equipo universitario llegara aún con vida a esta jornada 16, es cosa de números, matemática dura, pero en los terrenos de la justicia, ahí, la realidad es que el club universitario había hecho una temporada para no merecer nada más que irse de manera tempranera a casa mientras los otros juegan liguilla. Pumas era el obligado en el estadio Cuauhtémoc, el que tenía que matar o morir, pero en la cancha se vio a un equipo totalmente peleado con esos conceptos y sí muy cercanos a los del miedo.
Los universitarios salieron del vestidor temblando, con temor a que Puebla no les hiciera una mala jugada desde temprana hora y eso derivó en que se olvidaran de ese principio básico de ir por el triunfo. El miedo les hizo olvidar que cualquier otro resultado que no fuera el triunfo era la muerte confirmada en el Guardianes 2021.
Andrés Lillini le intentó mover a sus piezas, probó con otros jugadores, movió a algunos más de posición, pero todo fue un intento desesperado y nada más. Al final, los felinos terminaron siendo víctimas del mismo mal de toda la temporada: dependen totalmente de sus delanteros, pero estos no están o, de plano, no pueden y entonces todo se va al traste.
Y es cuando Pumas, como sucedió en el estadio Cuauhtémoc, se convierte en un equipo que vive a la espera de un error del rival o de una jugada a balón parado, pero no de crear. Los de la UNAM sobrevivieron porque Puebla no fue el de otras noches, bajó considerablemente su intensidad y siempre tuvo en la línea de la esperanza a su rival, no lo mató.
El equipo de Nicolás Larcamón tuvo un arranque intenso que le dio para quince minutos de presión sobre el arco de Alfredo Talavera, pero después entró en el limbo donde Pumas quería que se jugara el encuentro, presa del letargo.
A los 21 minutos, en una jugada de exceso de confianza de Alan Mozo, el central marcó una mano dentro del área y penal a favor del Puebla. Pero el VAR, minutos después, le echó abajo la decisión al silbante, quien se retractó y le negó al Puebla el penal.
Fue de lo más destacado para los locales, que ahora tendrán que esperar resultados para saber si no salen de la zona de los cuatro equipos que calificarán directo a liguilla, donde ya están apuntados Cruz Azul y América.
Fue hasta los últimos minutos del partido, más por la desesperación de verse eliminados que por calidad, que Pumas vivió sus mejores momentos, pero Antony Silva les recordó que es uno de los mejores refuerzos que llegó a Liga MX para este torneo y bajó la cortina. Al final, el duelo en el estadio Cuauhtémoc quedó a deber, igual que Pumas toda la temporada.