La privilegiada posición de México ante la NBA sigue intacta. Los partidos de temporada regular en la Arena CDMX no corren riesgo alguno y los Capitanes entrarán en acción en la G League en la próxima temporada.
Patty Mills rodea la cortina que le corrió LaMarcus Aldridge, en la que quedaron atrapados Ricky Rubio y Mikal Bridges. Avanza hasta la llave. Clava los frenos. Toma impulso, sus pies se despegan del suelo; los brazos rectos y la espalda ligeramente arqueada hacia atrás. La pelota delinea una parábola majestuosa, perfecta. Y el barullo de la Arena Ciudad de México modula un suspiro casi doliente. No es un silencio, sino, más bien, el revolotear de una tenue ventisca. Ese suspiro, esa insondable tranquilidad, que antecede a la explosión. El arcoíris descendió justo en el centro de la canasta. La pelota rasgó las redes; sonó como un fósforo que pasa sobre la lija. Las 20,013 almas que contuvieron el aliento en la Arena se incendiaron. El marcador daba fe de la épica: San Antonio Spurs 121-119 Phoenix Suns. 0.4 segundos por delante. El tiro final de Baynes ya era innecesario. La capital mexicana había caído rendida, enamorada, ante la NBA.
La pandemia del COVID-19 golpeó en el momento cúspide de las relaciones NBA-México. Los Global Games de 2019 habían sido, en palabras del comisionado de la NBA, Adam Silver, un “éxito rotundo”; los Capitanes de la Ciudad de México ya afinaban detalles para su estreno en la G League (liga de filiales de la NBA) y la Asociación preparaba una nueva tanda de partidos oficiales en la Arena CDMX para diciembre de 2020. Los planes entraron en receso, toda vez que la primera prioridad de Silver y su junta ejecutiva fue rescatar la temporada 2020 y, con ello, evitar una debacle de 1,500 millones de dólares, según datos de Sports Business Journal, que habría enviado a la liga a la Unidad de Cuidados Intensivos.
La NBA, de hecho, no saldrá de Estados Unidos en el curso 2020-2021; ni siquiera a Canadá, hogar de los Toronto Raptors. No obstante, México permanece en una posición privilegiada en el radar de la NBA y los proyectos en común volverán a reactivarse conforme los efectos de la pandemia, tanto económicos como sanitarios, comiencen a ceder. Los Capitanes saldrán al escenario en la G League, los juegos de temporada regular volverán a la Ciudad, y la Academia Latinoamérica potenciará sus facultades en una nueva sede. Este es el panorama de la NBA en México de cara a los meses post-pandemia.
“México sigue siendo uno de los territorios más importantes para la liga, no solo en Latinoamérica, junto a Brasil, sino a nivel mundial”, expone Raúl Zárraga, director de NBA México. Además de los partidos oficiales, una tradición decembrina ya, la Asociación mantiene variedad de proyectos integrales en el país. Mark Tatum, comisionado adjunto y director de operaciones de NBA, comparte la perspectiva: “Nuestra base de aficionados en México es increíblemente apasionada y es impresionante cuánto han invertido en nuestro producto. Estamos enfocados en expandir nuestro ecosistema de basquetbol ahí”, expuso en conferencia telefónica con medios de comunicación a finales de diciembre.
Por cercanía, México es un país con muchos lazos culturales con EEUU. Es un campo sumamente fértil
Álvaro Martín, narrador de NBA League Pass
La visión de la NBA en México es estratégica, un modelo de negocio 360° en el que los juegos de temporada regular son la cereza del pastel; el eje central de una extensa oferta de entretenimiento e, incluso, de desarrollo de talento. “Queremos seguir generando valor a través de distintas experiencias”, explica Zárraga a AS a través de video-conferencia. “Los partidos son solo por una semana. Hay muchas actividades durante esos días, sí, pero es importante entender que son un componente muy importante de un conglomerado en el que tenemos más plataformas de participación, como Jr. NBA, la Academia, la tienda oficial (ubicada en Polanco), el NBA League Pass. Queremos tener algo disponible para todo tipo de afición, desde la que es muy apegada hasta los ‘curiosos’”, continúa. El trabajo de Pepe Escamilla, vicepresidente de desarrollo de negocios en América Latina, en la estrategia comercial ha sido esencial en la conformación de un esquema que ya ha dado sus frutos. (Abajo, las figuras NBA más importantes que han llegado a México).
Un aspecto esencial que nutre y justifica el interés de la NBA en el mercado mexicano es el League Pass, la plataforma de streaming on demand en la que el usuario puede sintonizar cualquier partido de la forma en la que lo desee. México es el cuarto país con mayor número de suscriptores; tercero, sin contar a EEUU. Durante la temporada 2019-2020, las transmisiones de los juegos impactaron a un total de 69 millones de espectadores únicos a lo largo y ancho de la República Mexicana, de acuerdo a información que la liga compartió con AS. La audiencia de los juegos del Día de Navidad de 2020 (cinco cotejos televisados en seguidilla el 25 de diciembre) se incrementó un 23% respecto al año anterior.
Con tales cifras, Zárraga ha logrado conquistar alternativas para soportar el efecto de la cancelación de los Global Games en México. La transición de las dinámicas presenciales al entorno online, aspecto ineludible mediante el cual la pandemia ha reconfigurado las relaciones sociales, obró a favor de los proyectos de NBA México. “Pudimos generar nuevas oportunidades de negocio para compensar el riesgo en el que nos habíamos visto involucrados. Por ejemplo, trasladamos Jr. NBA al mundo digital y logramos que los jóvenes pudieran practicar deporte y hacer ejercicio vía remota. De esta manera, ofrecimos contenido y valor agregado a los socios comerciales”, detalla. La participación de aliados estratégicos como AT&T, Codere y Televisa ha sido capital para aminorar el golpe económico. Según Forbes, los partidos de 2018 en la Arena Ciudad de México dejaron una derrama económica de 300 millones de pesos, aproximadamente. 300 millones que se quedaron guardados en 2020.
NBA League Pass (mercados fuera de EEUU, por número de suscriptores)
- Australia
- Brasil
- México
- Canadá
- Filipinas
- India
- España
- Reino Unido
- Argentina
- Alemania
*Fuente: NBA
Álvaro Martín y Carlos Morales, los narradores estelares del NBA League Pass en español, también ponderan el valor del mercado mexicano para la liga. “Se ha levantado una afición por el baloncesto NBA, no solo en la Ciudad de México, sino en todo el territorio. No me cabe duda de que la NBA ve al país no solo con un mercado importante, sino, incluso, como un socio. El League Pass tiene la encomienda de seguir levantando asiduos”, ilustra Morales, entrenador puertorriqueño de dilatada trayectoria. Para Martín, el interés del público mexicano está enraizado desde las bases educativas mismas: “Todo niño en México sabe lo que es lanzar una pelota a un aro. Si sales de la capital y te vas a poblaciones rurales, sobre todo en el norte y el sur del país, ahí es el deporte principal. El baloncesto es el deporte de esas comunidades, más que el fútbol. Hay una práctica enorme, masiva. La gente lo entiende, no hay que explicárselo. Además, por cercanía, es un país con muchos lazos culturales con EEUU. Es un campo sumamente fértil”, manifiesta consultado por AS vía video-conferencia.
Son 11 los juegos oficiales que la NBA ha celebrado en México desde 1997. Y 30, si se incluyen los duelos de pre-temporada, los cuales llegaron por vez primera en 1992. El ‘circo NBA’ ha aterrizado más veces en México que en cualquier otro país, más allá de Estados Unidos y Canadá. Ni siquiera China, España, Francia, Australia o Brasil, plazas esenciales para la Asociación y potencias basquetbolísticas, han obtenido tal favoritismo. Equipos de estirpe, como Boston Celtics, Chicago Bulls y San Antonio Spurs ya se han presentado ante la afición mexicana. La pasarela de luminarias por el Palacio de los Deportes y la Arena Ciudad de México podría engalanar, sin duda, un pasillo del Salón de la Fama de Springfield: Charles Barkley, Clyde Drexler, James Harden, Dwight Howard, Dirk Nowitzki, Kawhi Leonard, Pau Gasol, Tony Parker, Russell Westbrook, Aaron Gordon, Derrick Rose, Blake Griffin, Andre Drummond, Luka Doncic, Devin Booker. Y un largo etcétera.
La NBA excluyó de su calendario 2020-2021 todas las giras internacionales: Inglaterra, Francia y México. La pandemia aún no ofrece las condiciones idóneas y el protocolo sanitario de la liga está diseñado en función de los traslados y concentraciones dentro de la Unión Americana. Sin embargo, el estatus de México dentro de la agenda NBA permanece. Es el principal destino de los Global Games y eso no cambiará a mediano plazo. El COVID-19 solo impuso una pausa. “Confirmo la intención de seguir con los juegos”, afirma Zárraga, quien no se aventura a anticipar una fecha aproximada para el regreso. Diciembre de 2021 es una opción, pero la NBA sopesará todas las variables antes de decidir. “No hay nada claro. Depende cómo siga la situación para ese entonces: las restricciones de viaje, las posibilidades para organizar eventos masivos (…) Por ahora, nuestra atención está enfocada a generar el modelo adecuado para que podamos regresar. Necesitamos saber cuándo empieza la temporada entrante, definir qué medidas de seguridad vamos a requerir. Estar en sintonía con las normas de salud necesarias, no solo para México, sino para cualquier evento internacional”, desarrolla el director de NBA México. Mark Tatum secunda la postura: “Estamos monitoreando muy de cerca el desarrollo de los programas de vacunación. Una vez que sepamos en dónde estamos ubicados podremos empezar a decidir sobre los juegos internacionales”.
Los Capitanes de la Ciudad de México son un elemento esencial del entramado. La franquicia, comandada en los despachos por Moisés Cosío, será el primer equipo con sede en México en participar en una liga profesional norteamericana. El debut, anunciado el 12 de diciembre de 2019, minutos previos al Mavericks vs. Pistons en la Arena CDMX, estaba programado para la temporada 2020 de la G League. La pandemia retrasó los planes por un año más. La campaña no inició en octubre, como suele pasar; debió trasladarse hasta febrero de 2021, protegida por una ‘burbuja’ anti-COVID-19 en Orlando, similar a la que la NBA utilizó para reactivar la temporada 2019-2020. El ciclo actual de la liga de desarrollo cuenta con solo 18 competidores, nueve menos de los inscritos el año anterior. Las restricciones de viaje, los protocolos sanitarios y los retos logísticos hicieron inviable la aparición, por ahora, de los capitalinos en el circuito NBA. “Fue una decisión conjunta. Ambas partes (NBA México y Capitanes) decidimos que la mejor forma de iniciar es con la afición, en su estadio (Gimnasio Juan de la Barrera), y no fuera de ahí”, comenta Zárraga.
El plan sigue firme. Los Capitanes de la Ciudad de México jugarán en la G League. Y lo harán antes del fin de año, sin afiliarse directamente, ni ahora ni en el futuro cercano, a una franquicia NBA. La intención de la Asociación es arrancar la próxima temporada (2021-2022) en algún punto del próximo otoño. Sin ‘burbujas’ de por medio. “El proyecto sigue tan sólido como al inicio”, sostiene Juan Manuel García de León, director administrativo de Capitanes. “Todo está listo para el debut. Es un hecho. Va a ser en 2021-2022 y estaremos en la Ciudad de México. Espero que sea un escenario mucho más parecido a la normalidad”, adjunta. Zárraga acepta que hay varios escenarios que se están considerando para el estreno: permitir público en las gradas, cerrar el Gimnasio Juan de la Barrera, jugar en otra sede. “En cualquier decisión que tomemos va a seguir prevaleciendo lo más importante. No vamos a hacer nada que ponga en riesgo, bajo ninguna circunstancia, a ninguna persona de la comunidad NBA, refrenda.
La incursión de los Capitanes en la G League es un paso intermedio para un objetivo aún más ambicioso. Un proyecto a largo plazo que sería la consecución del matrimonio NBA-México: que la capital del país acoja a un equipo de expansión de la máxima liga de baloncesto en el planeta. Como fueron los Toronto Raptors y Vancouver Grizzlies en los 90. Hay varios potenciales candidatos: Montreal, Seattle (regreso de los Supersonics), Las Vegas, San Diego. Y la Ciudad de México. Rumores, por ahora. Pero el río suena. “Sí, estamos buscando lugares donde podamos establecer un retail-NBA. Es una de las cosas en las que continuaremos trabajando”, anunció Mark Tatum. Sin embargo, según Zárraga, la expansión no es una prioridad para la NBA en estos momentos. Sí lo es superar el trajín pandémico. Una cosa a la vez. Lo primordial es estabilizar a Capitanes en la G League y demostrar en la práctica que la Ciudad de México es un mercado viable. “No ha habido ningún acercamiento en plática sobre expansión con México (…) Capitanes será un activo para varios jugadores, para que puedan dar el salto a la NBA. Estamos construyendo un producto para desarrollar talento en toda la región”, enfatiza Zárraga.
NBA México mudará la NBA Academy Latinoamérica del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR, administrado por Conade) a La Loma, en San Luis Potosí, un complejo de carácter privado que ofrece instalaciones y preparación física de élite. En La Loma han entrenado más de 15,000 atletas de talla mundial que suman, en total, 130 medallas olímpicas en las últimas tres ediciones de la máxima cita deportiva. El acuerdo entre NBA y Conade, que data de 2017, finalizó abruptamente en medio de las disputas entre la Comisión Nacional, la Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto (Ademeba) y FIBA, el órgano rector del basquetbol a nivel global. Proceso documentó en septiembre de 2020 que Conade había depositado 33 millones de pesos a Ademeba para que fuesen invertidos en el convenio con NBA; sin embargo, la Asociación presentó comprobaciones irregulares de dichos gastos. El objetivo del programa era crear una sede permanente para que promesas en ascenso (hombres y mujeres) pudiesen desarrollar sus facultades, tanto físicas como intelectuales, y así abrirse camino en la NCAA, o bien, en el basquetbol profesional de cualquier país..
“Se terminó el contrato. Expiró el tiempo que teníamos planeado estar ahí (en el CNAR). Cerró su ciclo y estuvimos muy contentos. Encontramos el apoyo y la estructura que buscábamos para que la Academia saliera adelante. Seguiremos trabajando de la mano de las autoridades para cualquier oportunidad que se presente a favor del desarrollo del baloncesto en México”, zanja Zárraga, ilusionado con la nueva locación de la Academia. “La oferta que nos hicieron estaba muy alineada a lo que necesitábamos, tanto en instalaciones como en servicios”, se congratuló el encargado de la oficina de la NBA en México. En La Loma, la Academia no solo realizará campamentos de detección de talento; creará, además, cursos de capacitación para entrenadores y árbitros, y planea incluir a profesores de educación física para contribuir a la promoción del deporte como una herramienta de bienestar. “Queremos que se convierta en un centro en el que podamos concentrar todos los esfuerzos para impulsar el baloncesto en México y Latinoamérica”, finaliza Zárraga.
El futuro es promisorio. Partidos oficiales, un representante nacional en la G League, una Academia fortalecida, una posible expansión. El COVID-19 solo alargará la espera para que la Ciudad de México, nuevamente, caiga rendida ante la NBA.