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CHIVAS

Pereira: “Higuera es una persona en la que ya no puedo confiar”

Jair Pereira revela que el ex directivo le prometió retirarse en Chivas si se bajaba el sueldo y lo señala como responsable del fin de la era Almeyda.

Guadalajara (México)Actualizado a
Jair Pereira, Chivas
MEXSPORT

El 28 de mayo de 2017, Jair Pereira vio a Carlos Salcido levantar la copa, tras vencer a Tigres, en la Final. Enseguida, la tuvo en sus manos y no la quería soltar. Parecía el inicio de una época gloriosa. Las Chivas de Matías Almeyda habían alcanzado el cima del futbol mexicano al bordarle la estrella número 12 a su escudo. Nadie imaginaba que tres años después, sólo el recuerdo quedaría.

En una extensa charla exclusiva con AS México, el ex defensor rojiblanco busca una explicación a lo sucedido. Y encuentra en un nombre a quien considera el mayor responsable de que ese equipo no siguiera junto para ganar más títulos: José Luis Higuera. No ve a nadie pues, pues Amaury Vergara siempre les mostró apoyo. Asegura Jair Pereira que el polémico dirigente es una persona en la que ya no puede confiar.

Habla por primera vez de la relación entre el grupo dirigido por el “Pelado” y el entonces directivo del Rebaño Sagrado. Reconoce que nunca tuvo química con el grupo y revela que le prometió ayudarlo a retirarse en Chivas, si aceptaba bajarse el sueldo. Aunque lo aceptó, terminó fuera del Guadalajara. “Trato de rodearme de gente leal, gente honesta y al final del día él no lo fue conmigo”, sentencia.

— Aquel día vimos a Carlos Salcido contar hasta tres y levantar la copa. ¿Recuerdas la primera vez que tú la tuviste en tus manos?

— Sí, claro, no la quería ni soltar. Cuando contamos uno, dos, tres, yo ya le decía a Salcido “ya álzala”. Moría por gritar “campeón, campeón” y justo cuando la baja, el poderla abrazar es totalmente tu recompensa. Es como cuando siembras algo y al final agarras el fruto que cosechaste, lo tienes aquí. Era no quererla ni soltar, era enseñarla a toda la afición el premio que se habían sacado también ellos porque también era para ellos y obviamente para mi familia que estaba en las tribunas viendo ese momento que queda capturado a veces por una foto o un video. En ese momento era la emoción de sentir el máximo logro.

— Al paso del tiempo, el futbol se va a terminar. Cuando eso pase, ¿qué lugar tendrá en tu vida aquel 28 de mayo?

— Lo voy a recordar como uno de los momentos más bonitos de mi carrera. Siempre será un lugar muy especial en mi carrera como futbolista. Lo voy a recordar como cuando 11 mexicanos, bueno éramos veintitantos y todos fueron importantes, pero cuando una familia se unió, se esforzó, creyó en las palabras de su capitán, de su pastor en ese momento y le demostró al mundo, le demostró a México que como mexicanos lo podemos lograr cuando nos unimos. Cuando hacemos las cosas bien, podemos lograr cosas muy importantes, eso va a quedar para toda mi vida, cuando esté viejo se lo voy a contar a mis nietos, haré todo lo posible porque puedan ver ese partido, que fue cardiaco y es de los que más he disfrutado en toda mi carrera.

— ¿Te parece que aquel equipo tenía material humano para consolidar una dinastía que quizá pudiera ganar dos, tres o varias Ligas más?

— Sí, la verdad sí y todos lo sabíamos. A cualquiera que se lo preguntes te va a decir que sí y no por caer en soberbia o decir que sí éramos fregones, la verdad que no. Pero simplemente la alegría con la que trabajaba ese equipo, no nos fastidiábamos, Matías se daba cuenta cuando el equipo de pronto se fastidiaba y era el primero en calmar a la gente. Era un equipo muy estudiado y siempre vas a necesitar refuerzos en ciertas líneas, pero la base que fue mu protagonista en el equipo, en lo personal pienso que se debió haber mantenido para seguir luchando por cosas importantes. Llegan momentos en que quizá uno no puede dar más o quizá termina el ciclo, pero eso uno mismo lo decide como jugador. Tienes que ser honesto y decir sabes qué, no doy más aquí, necesito un cambio de aire. Pero en ese momento, lo que el equipo deseaba era seguir unido porque se habían conseguido cosas muy importantes y creo que todos deseábamos estar en estos momentos en la institución. Las cosas van cambiando, a veces las decisiones uno no las puede tomar como quisiera, dependes muchas veces de la gente de arriba y hay que acatar ciertas órdenes. Al final del día, ellos son los dueños.

— ¿Qué factores o qué personas influyeron para que hoy, a tres años de distancia, de 19 campeones (11 titulares, 7 en banca y el técnico) sólo queden cuatro en la institución?

— No pues siempre estamos nosotros expuestos a decisiones de la directiva. En ese momento, yo creo que todo mundo lo sabe, gente que influyó fue José Luis Higuera, que tenía en ese momento demasiado poder para decidir sobre los jugadores que entraban o se iban. Nada más. No creo que existe otra persona. Amaury no estaba todavía tan metido con nosotros, pero Amaury siempre estuvo apoyando al equipo, lo recuerdo bien. Él nos felicitaba cada que lograba algo importante el equipo, tanto él como Jorge siempre estaban pendientes de nosotros. En su momento, el que tuvo poder y empezó a hacer lo que él creía, porque yo tampoco lo puedo juzgar, no sé qué tenía en la cabeza. No sé qué le pasaba por la cabeza y nunca lo voy a saber, al final él es quien te podría responder esa pregunta. Sin lugar a duda, José Luis en ese momento fue el que hizo todos los movimientos, creo yo, a lo mejor no fue exactamente él, pero en ese momento sabíamos que él es el que hacía negociaciones, el que se acercaba a nosotros para ver si nos extendía un contrato o no, si había una venta o no. Eso fue lo que hasta el momento yo sé.

— ¿Él tenía de alguna forma una relación difícil con el grupo? Hemos visto ejemplos de gestión, ahora mismo con el documental de Jordan, en el que un dirigente puede armar un equipo campeón y luego al no tener una buena relación, él mismo lo desarmaba. ¿En este caso cómo fue, se llevaba mal con el plantel o a qué lo atribuyes?

— Sí, es algo muy similar a lo que acabas de mencionar de la historia de Michael Jordan. Digo al final del día la gente te puede caer bien o te puede caer mal, pero eso depende de cada personalidad, a ti te puede encajar muy bien una persona y a mí otra. Él se intentaba acercar al equipo, pero el equipo no es tonto y cuando veía una persona que no te podía mostrar lealtad como estábamos acostumbrados nosotros, pues al final del día le dabas por su lado, obviamente sin tratar de meterte en problemas. Simplemente si algo tuvimos nosotros es tratar de ser respetuosos en todo momento y algo que nos decía Matías es ‘muchachos, tranquilos, es así el futbol, ustedes quédense tranquilos y las decisiones que tome serán de él, nosotros hay que enfocarnos en nuestro tema de cancha’. No es como que existiera una mala relación, sino simplemente quizá el grupo no lo arropaba de la manera en que podíamos arropar a otras personas. Esa fue la gran diferencia. Y bueno ya sabemos el tema de Pizarro en su momento. Él era encargado de los números en el club, entonces a veces es muy complicado opinar, por mucho que no nos parezca, porque obviamente no nos parecieron muchas cosas. Era muy difícil opinar porque al final del día él manejaba los números en la institución y bueno, hizo las cosas que yo creó que él creía que estaban bien, pero obviamente a nosotros pues no nos gustaban. A nadie le gustó que nos tocaran al grupo, que fue lo que más nos dolió.

— ¿El problema de la falta de pago del premio prometido por el doblete generó algún cambio en la relación del grupo con José Luis Higuera o desde antes ya no había mucha química entre ustedes?

No, desde antes, desde antes yo creo que no había... no sé, no había tanta química con él, realmente. Nunca la hubo. El también era muy respetuoso, jamás nos faltó al respeto, al menos en lo que yo estaba que nos faltara al respeto no. Él podía tomar decisiones que nos podían molestar, obviamente sí, pero ya después faltar al respeto con palabras la verdad es que no. Es muy difícil a veces opinar de gente que para nosotros no representó mucho, en lo personal. No quiero hablar por el grupo, por los demás, yo quiero hablar por mí, porque yo al final del día con él no salí mal, pero tampoco salí bien. Yo la verdad es una persona en la que ya no puedo confiar, porque me pintó una cara y luego me demostró otra. Yo no voy con gente así, siempre he tratado de ser un tipo leal y trato de rodearme de gente leal, gente honesta y al final del día él no lo fue conmigo. Simplemente decidió ciertas cosas por él, por su conveniencia o por la conveniencia del equipo, no lo sé. Pero eso sí, al final del día el equipo no tenía una gran química con él.

— Hace un tiempo me decías que el entrenador en turno de Chivas no había sido leal porque no habló contigo de frente para tu salida del equipo. ¿Es el mismo caso de José Luis Higuera, te refieres a que no fue leal con tu partida o te refieres a otras situaciones?

No, lo de Tomás Boy ya todos lo sabemos que es un tipo que nunca me dio la cara, nunca me dijo las cosas son tales. Y es un tipo que ni le intento hablar, la verdad no marcó nada en mí. Pero de José Luis no, simplemente fue esa cuestión que él me prometía retirarme en Chivas, que él iba a ayudarme para retirarme en Chivas si yo aceptaba bajarme el salario. Yo acepté negociar con él, nos sentamos en varias ocasiones para llegar a un acuerdo, yo renunciando a una parte de mi salario. Y al final del día, cinco meses le bastaron para sacarme cuando él me prometía tres años de estar ahí, arropar a los jugadores más pequeños, pero bueno, son cosas que quedaron simplemente en palabras de él y al final del día no las cumplió. No pasa nada, me tocó agarrar otro rumbo, sí te duele porque ellos te dan una palabra y al final del día terminan haciendo totalmente otra. Él sí habló directamente conmigo, despuecito de que terminó el partido de Tigres, no pasaron ni dos días, me subió a la oficina y me dijo que ya no entraba en planes, pero nunca me dio motivos, no me dio explicaciones. Simplemente no entraba en planes, no sé si eran decisiones de él o decisiones de Tomás Boy. Jamás lo supe y ni hablar, ya le di vuelta a la página. Ahora estoy en Querétaro y no pasa nada.

— ¿Cómo te sientes cuando alguien te promete una cosa y la realidad es otra?

Siempre hay desilusión hacia la persona, es nada más eso. No existe otra palabra.