La alineación del estrado que protagonizaría la habitual rueda de prensa que el comisionado de la NBA, Adam Silver, ofrece antes del primero de los dos partidos anuales que la Asociación celebra en la Arena Ciudad de México presagiaba una velada especial. Y lo fue. Por vez primera desde que la máxima liga del baloncesto mundial aterriza en tierras mexicanas, el comisionado Silver lució compañía frente a las cámaras y los reporteros; le flanqueaban Raúl Zárraga, director de NBA México; Shareef Abdur-Rahim, presidente de la NBA G League; y Patricio Garza y Gilberto Hernández, socios fundadores de Capitanes de la Ciudad de México. La noche del 12 de diciembre de 2019 quedará escrita con letras de oro en la historia del baloncesto en el país. El anunció llegó en el instante más insospechado e idóneo. Los Capitanes se convertirán en el primer equipo mexicano en afiliarse a una competición profesional estadounidense; serán el 29° miembro actual de la NBA G League, la liga de desarrollo de la Asociación.

“Es un paso central, no solo para México y el desarrollo del baloncesto en América Latina, sino para el crecimiento de la G League. Con esto, también potenciamos nuestra conexión con los equipos de la NBA”, se congratuló Abdur-Rahim, exjugador de clubes como los Vancouver Grizzlies y Atlanta Hawks. “Es una muestra de lo importante que es el mercado mexicano y latinoamericano para nosotros. Hay una gran cantidad de ligas enfocadas en este país y es un indicativo del tremendo estado de la economía mexicana. En términos de nuestras relaciones bilaterales con México, hemos observado que estos intercambios culturales son extremadamente importantes, particularmente en deportes, cultura y música. Es así como creas comunidad y construyes relaciones, entendimiento y empatía”, justificó Silver, convencido de que la inclusión de la joven franquicia es instrumental no solo para los planes globales de la Asociación, sino para la promoción del baloncesto como un vehículo de salud y política pública.

Como los nuevos inquilinos de la G League, cuya mayoría de clubes están afiliados a las franquicias de NBA (por lo que el circuito opera como una suerte de ‘cantera’ de nuevo talento), los Capitanes deberán empatar los requerimientos que exige la NBA, como incrementar los salarios de su plantilla (un mínimo de $35,000 dólares por temporada de cinco meses) y garantizar su solvencia económica. El membresía de Capitanes en la G League tiene vigencia de cinco años y el club mantendrá su logotipo, nombre, roster, estructura administrativa y localía en el Gimnasio Juan de la Barrera. Pero aún quedan muchas preguntas en el aire. ¿Después de que el contrato expire, qué sucederá? ¿Los Capitanes dejarán la LNBP, o disputarán ambas ligas a la vez? ¿Cómo obtendrá la ampliación de su presupuesto para garantizar su operación durante su estadía en la G League?

Moisés Cosío es un hombre de arte y cine. Descendiente de una prominente familia de larga trayectoria en el sector bancario, impulsó la productora Detalle Films, integra el patronato del Museo Universitario Arte Contemporáneo y el Museo Tamayo, colabora para el MoMa neoyorkino y su colección de arte contemporáneo incluye piezas de creadores como Adrián Villar Rojas y Jimmie Durham. Y desde 2017 es un hombre de baloncesto. En aquel entonces, se embarcó junto a Patricio Garza, Gilberto Hernández y otros accionistas para impulsar el regreso del baloncesto profesional a la Ciudad de México. Los ‘Ajolotes’ que verían luz para la temporada 2017-2018 de la LNBP se convirtieron en los ‘Capitanes’. Dos años y medio después, el club se ha consolidado como una potencia del baloncesto nacional. En su primer año de existencia, los Capitanes perdieron las finales de la LNBP después de seis frenéticos partidos frente a los Soles de Mexicali; al siguiente curso repitieron subcampeonato, al caer en la última instancia contra Fuerza Regia. Hoy en día, marchan en el segundo sitio de la Zona Oeste y clasificarán de nueva cuenta a la post-temporada. Por su plantilla han desfilado figuras del basquetbol nacional y latinoamericano, como Jorge Gutiérrez, Rigoberto Mendoza, Orlando Méndez, Gabriel Girón, David ‘Pery’ Meza y Héctor Hernández. La consigna es alcanzar el título de una vez por todas. La tercera, la vencida. “Todo nuestro enfoque está en ganar este campeonato”, sentencia en entrevista con AS en las oficinas centrales del equipo, custodiado por el logo en amarillo y azul de los Capitanes.

La afiliación a la G League conlleva un reto: Cosío ostenta una plaza en la LNBP, independientemente de la incursión en la liga de desarrollo. El plan aún no está definido al 100%, pero la idea de Cosío es que el certificado que actualmente ocupan los Capitanes en la Liga Nacional sea ocupado por una nueva franquicia, con otro nombre, otro logotipo, otra plantilla. ¿Quizá ahora sí los ‘Ajolotes’? Lo que es un hecho es que la actual franquicia de Capitanes se mudará con todos sus activos a la G League; con todo y Ramón Díaz en la dirección táctica, Orlando Méndez, Ernesto Oglivie, Emmy Andújar, Joel James, ‘Pery’ Meza, Héctor Hernández, Moisés Andriassi y sus cuotas de baloncesto amplio e intenso. “No tenemos ahora todas las respuestas. Seguiremos participando en la LNBP con la franquicia que tenemos”, reveló Cosío. Contrario al resto de equipos de la G League, los Capitanes no estarán afiliados a ningún club de la NBA.

El precepto será mantener la ‘mexicaneidad’ del equipo. La esencia. El mensaje. Que en el vestidor de Capitanes se siga hablando español. “No solo representaremos a la Ciudad de México y a México, sino a América Latina. Nos encanta que nuestros aficionados se sientan identificados con nuestros jugadores. Para armar la nueva plantilla queremos tomar en cuenta qué queremos, porque no solo es ganar, es qué quieres decir, qué quieres que vea la gente”, avala Cosío, al valorar la profunda conexión que el club ha establecido con su base social. Además, el proyecto surge como una plataforma para el basquetbolista mexicano, incentivar y potenciar el talento y acortar su trayecto hacia el máximo escenario. “Queremos decir ‘aquí hay talento’. No tienes que seguir el camino que ya conocíamos todos para llegar a la NBA, sino que puedes educarte en México, profesionalizarte en México, y saltar directamente a la NBA”, adjunta el dirigente de los capitalinos. Los Capitanes ya cuentan con un robusto sistema de fuerzas básicas y una política de detección de talento que Cosío quiere apuntalar. Los tryouts que el equipo realiza antes de cada temporada han llevado a varios prospectos a participar en duelos de pretemporada bajo las órdenes de Ramón Díaz.

La relación con la LNBP sigue en buenos términos. “Cuando estaba cercano a cerrarse el trato, tuve varias llamadas con Sergio Ganem (presidente de la liga). Le hice saber ‘oye, como siempre he contado con tu apoyo y tú has contado con el mío, te quiero mantener al tanto. Necesitamos el apoyo de la liga y tú quédate tranquilo, que no te vamos a dejar tirado’. Quiero que la LNBP sepa que esta franquicia tan importante seguirá activa”, contó Cosío, sabedor de que la incursión de Capitanes en ‘la segunda división’ del baloncesto estadounidense potenciará el prestigio del campeonato nacional. “Es un círculo virtuoso que, siento, debería poner muy contentos y unidos a todos. Todo es para el mejoramiento del basquetbol en el país”, explicó el presidente de Capitanes CDMX.

La institución capitalina ganó la carrera a otros proyectos que también deseaban inscribirse a la G League, aunque Moisés Cosío no sabía quiénes eran sus competidores. “Lo que sí sé es que la NBA quería un proyecto de la G League en México. Desde hace uno-dos años estaban viendo las mejores posibilidades de jugar aquí”, desveló. Las negociaciones duraron dos años. De hecho, Alfonso Monroy, director general del equipo, confirmó en septiembre a AS que la NBA los había contactado con motivo de un proyecto que apuntaba a la G League. Pero, aun así, Cosío y sus socios no estuvieron seguros de que la NBA iba a concederles la membresía hasta cinco horas antes de que se realizó el anuncio oficial. “En la mañana del mismo día, no sabíamos qué iba pasar. No había ningún documento firmado. Seguíamos hablando, negociando. No estábamos convencidos de que íbamos a ser nosotros. Los acuerdos se firmaron unas cinco horas antes de la conferencia de prensa”, confeso Cosío. El mayor intermediario entre las oficinas de Silver y Abdur-Rahim fue Raúl Zárraga, director de la NBA en México. Cuando las pláticas fructificaron, Cosío conoció a Abdur-Rahim, a quien admiraba desde su época como jugador: “Tengo su tarjeta de novato cuando salió cubriendo a Kobe Bryant. Soy un gran fan. En la primera llamada que tuvimos, ya al final de las negociaciones, le dije ‘primero, antes de empezar a hablar, déjame decirte que soy un gran aficionado tuyo. Tengo tu tarjeta’. Y él estaba sorprendido”, relata el empresario.

La NBA impuso varios requerimientos a Capitanes y al Gimnasio Juan de la Barrera para aceptar la propuesta, como remodelar los vestidores y la instalación de aire acondicionado y detectores de metal en las entradas al recinto. “Les encanta el Juan de la Barrera. Sí tenemos que hacer un par de modificaciones. Ya estamos viéndolas. Estamos hablando con la alcaldía (Benito Juárez), pero son menores”. También era un requisito demostrar sostenibilidad económica, para asegurar el funcionamiento del equipo durante los cinco años de duración del contrato: “La NBA tiene procesos muy rigurosos en este sentido y no se les puede escapar esto”, explica Cosío. Para hacer frente a la expansión de presupuestos y gastos, la gerencia del club ya se ha puesto manos a la obra en la búsqueda de nuevos patrocinadores y en la negociación de sus derechos de transmisión.

Ningún orden de gobierno participó en las negociaciones, pero los Capitanes están abiertos a cualquier colaboración. “Nos encantaría participar si la ciudad, el gobierno federal y la alcaldía nos apoyan. Si quieren hacerlo de alguna manera directa, estaremos más que felices”, aseguró Cosío, quien refrendó el valor de haber logrado el trato por propia cuenta, sin intervención gubernamental. “Sí ha sido muy importante llegar a este nivel solos, porque es un proyecto privado. Esa es la idea del sistema de NBA y G League, que todo sea privado. Que sea un negocio para el mejoramiento del baloncesto nacional”, afirmó. El mejor camino para garantizar el éxito del pacto era involucrar a la menor cantidad de participantes posibles en él. Mantener el secreto. “Inclusive, no lo comentamos con algunas partes del equipo. Fue una plática muy pequeña. Decidimos tenerlo como secreto hasta que se cerrara”, disertó el co-dueño de Capitanes mientras juguetea con una diminuta pelota de plástico durante la charla. Una metáfora de su filosofía: el baloncesto como anti-estrés.

La pregunta es inevitable. ¿La adhesión de Capitanes CDMX a la G League es el primer paso de una expansión de la NBA a México? Ese es, por supuesto, el objetivo final. El sueño. Pero hay un proceso mediante. El comisionado Silver se refirió a ello en la rueda de prensa del 12 de diciembre: “Creo que el mercado mexicano es similar al que vemos con los Toronto Raptors en Canadá. Hay una oportunidad de crear un equipo en México, no solo en la capital. Por ahora, no estamos en planes de expansión, pero, no tengo duda, cuando llegue la hora de buscarlo, la Ciudad de México estará en nuestra lista”. Moisés Cosío sabe que Capitanes carga con la oportunidad de allanar el camino: “La NBA, con lo profesionales que son, jamás te van a decir (sus planes de desarrollo), pero es algo que los mexicanos siempre hemos oído, siempre hemos querido. Quién sabe qué pueda pasar en el futuro. Vamos a ver cómo resulta este experimento. Espero que pronto pueda haber una expansión NBA a México”, aseveró.

Después de los cinco años, el contrato podría extenderse. Sin embargo, Moisés Cosío no se aventura a pronosticar el futuro. “Después podría pasar algo más grande con la NBA. O podría desaparecer. No sabemos qué va pasar. Lo que me emociona es la plataforma que le vamos a dar a los jugadores, que podrán ser vistos por los equipos de la liga”, declaró. La ventana está abierta. Todas las opciones están sobre la mesa. El éxito de Capitanes en la G League podría abrir una puerta aún más grande.

El futuro está en marcha ya en Capitanes de la Ciudad de México. “Este es un logro de todos. Si los jugadores no estuvieran ahí todos los días, esto no habría funcionado. Si el Juan de la Barrera estuviera sin apoyo, o si las transmisiones de Facebook no tuvieran tanta gente, todo habría sido relevante. Es agradecer el tiempo exacto en el que pudimos entrar a la LNBP, escoger al entrenador y los jugadores indicados para que la gente se reflejara en ellos”, se sincera Cosío, antes de soltar una última arenga. Antes de la G League, está el título deseado y esquivo de la LNBP. “Invito a la gente a seguir yendo al Juan de la Barrera. A seguirnos en playoffs. Gran parte de esto son nuestros aficionados. Nos gustaría levantar este año el trofeo con todos”.