Su lado más personal

Justin Bieber se confiesa: un año sin sexo "para acercarse a Dios" y abuso de drogas

El cantante canadiense muestra su lado más personal en una entrevista para Vogue y asegura que Hailey Baldwin fue una recompensa divina.

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Justin Bieber se confiesa: un año sin sexo "para acercarse a Dios" y abuso de drogas

Justin Bieber (24) y su esposa Hailey Baldwin (22) protagonizan la portada del mes de Vogue USA y han hablado de sus detalles más íntimos y personales meses después de que se unieran en matrimonio en el más absoluto secreto. Precisamente ese enlace con Baldwin le ha proporcionado al cantante la estabilidad que había buscado desde niño y ha provocado que deje atrás los excesos que ocuparon su vida durante su adolescencia.

En la actualidad, Bieber es una persona mucho más espiritual, e incluso reconoce que poco antes de recibir a la revista había estado en una terapia de grupo de una semana. "Te sientas en una colchoneta, pones una almohada y le das una paliza a tu pasado. Superé el hecho de que mi madre estuvo deprimida gran parte de mi vida y mi padre tiene problemas de ira. Cosas que pasaron y con las que estoy enfadado", relata.

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El canadiense, que pertenece a la iglesia pentecostal que se fundó en 1983 en Australia y que le sirvió para acercarse todavía más a su mujer, confesó que se impuso a sí mismo un celibato que finalmente rompió por ella. Según él, tenía "un problema con el sexo", describiendo que era un vicio más con el que ya no obtenía placer.

Así, decidió no mantener relaciones sexuales durante un año como forma de "sentirse más cerca de Dios" y mejorar su alma. Conseguir tal reto le hace pensar que Dios lo recompensó con Hailey, con la que asegura que incluso esperó para tener relaciones e incluso el deseo fue uno de los motivos que les llevaron a dar el paso para casarse.

Justin Bieber también reconoció sus problemas con las drogas, como ya había hecho anteriormente. Afirmó que en su juventud había abusado de Xanax y que las drogas "pusieron una pantalla entre lo que yo estaba haciendo". Tal fue el punto de su adicción, que los miembros de seguridad le revisaban el pulso por la noche para ver si seguía respirando.

Afortunadamente para ellos, todo esto es cosa del pasado. "Soy el emocionalmente inestable. Lucho por encontrar la paz. Siento que me importa mucho y quiero que la gente me quiera. Hailey es muy lógica y estructurada, lo que necesito. Siempre quise la seguridad: cuando era niño mi padre se iba a veces. Con el estilo de vida que vivo, todo es incierto. Necesito algo que sea seguro", reconoció.