El seco sonido de la madera al conectar la pelota. El murmullo expectante que antecede cada lanzamiento. El organillo in-crescendo, juguetón, zigzagueante. El diamante inmenso, elegante, un escenario de sueños lejos de la jurisdicción del tiempo. El alarido envolvente cuando la pelota sale disparada de un cojín a otro, o de un bate hasta desaparecer en los confines del universo. La magia del juego de pelota también anida en México, país que la acogió desde finales del Siglo XIX y la hizo germinar entre cochinita pibil, cebolla morada, tacos de lechón, burritos y cervezas con salsa picante. Y el asfixiante calor de la noche, porque el béisbol en México está inherente y geográficamente ligado al bochorno nocturno, al sudor, a las horas que se hacen eternas, a la épica.

Eclipsado por la atención mediática que recibe el fútbol en los principales espacios de la opinión pública, el béisbol se ha mantenido como una pasión paralela en un país tan grande como los jardines de sus parques de pelota. El norte y el sur de la República vibran con los batazos y los lanzamientos desde la ‘lomita’. El béisbol, como un factor de unión familiar, el pasatiempo predilecto; comunidades enteras congregadas en torno a la pelota. La encarnación de la pasión que florece en varios rincones del país son las novenas que movilizan a miles de fans a lo largo de las temporadas. “La cultura del béisbol ha sido muy fuerte en México. Es un deporte que enseña a ser mejor ciudadano, todos los músculos se desarrollan, así como el intelecto, las habilidades físicas. Aplicas todos los conocimientos a tu vida. En México hay más ligas de béisbol que de fútbol, pero no se le ha dado la difusión necesaria”, apunta Néstor Alba, quien ejerció durante 32 años, hasta 2017, como gerente de operaciones de la Liga Mexicana de Béisbol.

Son dos las competiciones que acaparan la práctica del béisbol a nivel profesional en el país: la Liga Mexicana de Béisbol y la Liga Mexicana del Pacífico, aunado a la Liga Norte de México, afiliada a la LMB y considerada como un campeonato de desarrollo de talento. En 2018, las tres ligas aglutinaron a 30 equipos profesionales y AS recaba a fondo las cifras e hitos a lo largo de los últimos 12 meses.

La LMB, que experimentó un nuevo formato de dos torneos con dos campeones en 2018, contó con la participación de 16 equipos en su última edición, que vio a los Sultanes de Monterrey coronarse por primera vez en 11 años al derrotar 4-2 a Guerreros de Oaxaca en la Serie del Rey en octubre pasado; Leones de Yucatán se consagró campeón del primer torneo del año, después de imponerse 4-3 a Sultanes. La LMB es el campeonato clásico de la pelota mexicana, cuya historia se remonta a 1925, escenario y potenciador definitivo del béisbol en el país. La ‘Guerra Civil’ entre Diablos Rojos del México y Tigres (hoy, de Quintana Roo) ha sido su corazón y su sangre a lo largo de las décadas. Además, la LMB está considerada como una Liga Menor del más alto rango dentro del sistema de ligas estadounidense. Etiquetada con la categoría AAA, comparte rango con la International League y la Pacific Coast League, con la excepción de que ninguno de sus equipos afiliados posee relación alguna con alguna franquicia de las Grandes Ligas al norte del Río Bravo; las plantillas de la International League y Pacific Coast League están conformadas por los prospectos más desarrollados de cada institución, por lo que ejercen de semillero para nutrir a las MLB.

No obstante, el verano de 2018 estuvo marcado por un conflicto entre las Grandes Ligas de Béisbol y la LMB. El 6 de junio, la oficina del comisionado de la MLB conminó a los equipos a suspender cualquier transacción de jugadores provenientes de la Liga Mexicana. La decisión surgió a raíz de un escándalo protagonizado por René Gayo, encargado de la búsqueda de talentos de los Piratas de Pittsburgh en Latinoamérica, por cobrar bonos extra durante sus operaciones. Además, la MLB no veía correcto el sistema que partición que el 75% del monto de la transacción terminaba en las arcas del equipo de la LMB y 25%, para el jugador. "Creemos que la práctica actual de negociaciones directas entre los Clubes LMB y MLB para el lanzamiento de jugadores LMB ha obstaculizado el desarrollo de jugadores de primer nivel de México, y ha resultado en corrupción y elusión de nuestras reglas”, rezó el memorándum emitido por MLB. El desencuentro está en vías de solución: "Con las academias el jugador es libre de contratarse en Ligas Mayores, lo que antes no pasaba; todos los contratos se tenían que hacer a través de Liga Mexicana y ahora esa situación se está arreglando", explicó Néstor Alba a AS.

La próxima temporada, que comenzará en abril de 2019, había sufrido la reducción de cuatro equipos, toda vez que Pericos de Puebla, Rieleros de Aguascalientes, Algodoneros de Unión Laguna y Bravos de León solicitaron un receso de actividad en aras de su fortalecimiento económico; ninguno de los clubes perdió su registro ante la LMB. Los poblanos fueron adquiridos en diciembre de 2018 por la multinacional de construcción Mota-Engil a través de su subsidiaria en México: Generadora Fénix, una sociedad dedicada al sector enérgico, producto de la división de Mota-Engil en México y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). La transacción revivió al equipo y lo activó para la temporada 2019. No obstante las precarias finanzas de un puñado de clubes, la LMB permanece como un mercado atractivo para patrocinios. 126 suman en total todas las 'novenas', por debajo de la Liga MX pero con enganche comercial que la Liga de Ascenso. Los Tecolotes son el equipo estrella en este aspecto.

Ninguno de los cuatro equipos que solicitaron un periodo ‘sabático’ para sanear sus finanzas se perderá la temporada 2019 de la Liga Mexicana de Béisbol, por lo que nómina se mantendrá intacta. Grupo Multimedios adquirió como accionista mayoritario a Bravos de León, Algodoneros de Unión Laguna regresa al circuito de la mano de los hermanos Arellano Hernández (Erik y José), Pericos de Puebla obtuvo financiamiento de Generadora Fénix y Rieleros de Aguascalientes se aseguró un nuevo convenio con el gobierno estatal que, además, inyectará recursos públicos para la construcción de un nuevo estadio. La complicación en las finanzas de los equipos tiene un botón como muestra: según cifras publicadas por Forbes en abril de 2018, un equipo de la LMB necesita de un presupuesto que oscila entre 80 y 150 millones de pesos para operar funcionalmente. La rescatada temporada está calendarizada para arrancar el 4 de abril, en Monterrey, con duelo entre los dos últimos campeones: Sultanes y Leones.

La infraestructura de los equipos de la Liga se ha modernizado en años recientes. Nueve de los 17 estadios (Tecolotes de los Dos Laredos tiene dos sedes a ambos lados del Río Bravo, en Tamaulipas y en Texas, un símbolo de la fraternidad fronteriza) se han sometido a sendas remodelaciones en el Siglo XXI; la más destacada es la que reactivó al Estadio Fray Nano, inaugurado en 1985 y, desde 2014, el hogar provisional de los Diablos Rojos del México mientras termina la construcción del Estadio Alfredo Harp Helú. 13 estados de la República, además de la Ciudad de México, tienen representación en la LMB, más distribuida geográficamente que la Liga MX de fútbol: el Noroeste, el Norte, el Bajío, el Centro, el Sur y el Suroeste del país tienen béisbol de primera línea. Los únicos estadios construidos en el lapso de los últimos 10 años son los dos coliseos de los Tecolotes.

3 equipos de la LMB, con asistencias de Liga MX

La doble temporada 2018 en la LMB confirmó al béisbol como un deporte de arrastre a lo largo del país. La asistencia total fue de 4,656,099 aficionados en todos los partidos durante el año, incluyendo los playoffs, en los 16 parques de pelota; 3,835,044 corresponden, exclusivamente, a los duelos de temporada regular y 821,055, a los playoffs; el promedio por juego en primera fase fue de 4,499, que ascendió a 9,892 en la post-temporada. En este contexto, hay que tomar en cuenta que el costo promedio de un boleto de fase regular en la LMB, según un estudio del portal deportesinc.com, es de $106 pesos.

El equipo con mejor asistencia en 2018 fueron los Sultanes de Monterrey, con un total de 896,113 aficionados en 73 partidos en el ‘Palacio Sultán’. Eso sí, su promedio general, contando los dos torneos con sus respectivos playoffs (Monterrey llegó a la Serie del Rey en ambos) fue de 12,110, que es inferior al de 17 clubes de la Liga MX, pero la media más alta en la LMB. Para el análisis íntegro hay que tomar en cuenta el aforo del Estadio Monterrey, con 22,061 asientos que lo hacen el parque con mayor aforo en la LMB aunque sería el penúltimo lugar en la lista de recintos de la Liga MX. Con lo cual, el porcentaje de ocupación a lo largo del año fue de 55%, el cuarto mejor registro de la LMB detrás de Leones de Yucatán (61%), Diablos Rojos del México (66%) y Acereros de Monclova (75%). En un análisis más somero, los Sultanes convocaron a más aficionados que 16 equipos de la Liga MX, aunque en el triple de partidos disputados como local. Los vigentes campeones del béisbol nacional obtuvieron el promedio más alto durante los playoffs en suma total: 18,490 a un total de 332,817 en 18 localías de post-temporada en 2018. Contextualizar el número de aperturas con el aforo del recinto conlleva a un cálculo más justo en la comparación.

Los Toros de Tijuana también marcaron números altos. Su total de 663,580 lo colocaría en el top 5 de asistencia en Liga MX (es el segundo en la LMB) y su promedio total, de 10,054, arroja un porcentaje de aforo de 59% en el Estadio Gasmart (17,000 de aforo, el segundo con mayor capacidad en la Liga). Leones de Yucatán cierran el podio con las mejores entradas en la Liga Mexicana de Béisbol, con un total de 623,868, un promedio de 9,041 para ocupar el 61% del Parque Kukulcán Álamo de Mérida. Con sus totales per sé, Monterrey, Tijuana y Yucatán entrarían al top 5 de asistencias de la Liga MX aunque, en promedio, solo Sultanes tendría cabida, al superar a la peor media del campeonato futbolístico: Lobos BUAP.

En el polo opuesto están los Piratas de Campeche, que sumaron 71,477 asistentes en los dos torneos del año (no clasificaron a playoffs). Su promedio de temporada fue 1,402 en un Estadio Nelson Barrera con aforo de 6,000 personas, que presentó en sus tribunas un promedio del 23% de su capacidad en 51 aperturas en 2018. La asistencia total de Piratas en todo el año casi iguala a la registrada en el partido de vuelta de la final del Apertura 2018 de la Liga MX entre América y Cruz Azul en el Estadio Azteca (71,240). No obstante, los Piratas ostentan un mejor récord que cinco clubes de la Liga de Ascenso, sin contar a Murciélagos, que solo disputó un semestre de 2018 en la categoría de plata: Atlante (70,551), Potros UAEM (36,391), Correcaminos (67,327), Venados (74,801) y Celaya (64,290).

Televisión e internet: innovación

La LMB firmó en 2018 un convenio con Facebook, inédito a nivel mundial, para transmitir en directo y en exclusiva vía streaming 132 partidos de temporada regular y ocho de playoffs, sin distingo de equipos. La LMB fue la primera asociación deportiva profesional en el mundo, fuera de Estados Unidos, en firmar un convenio para la transmisión exclusiva de sus partidos. El canal ‘LMB En Vivo’, creado para las transmisiones de los partidos de cada equipo, acumuló más de 300,000 seguidores en la temporada 2018 de la liga, la primera con el acuerdo con Facebook. “Aficionados de todo el mundo pudieron disfrutar juegos del calendario regular y los playoffs, incluyendo ambas Series del Rey y el Juego de Estrellas”, aseguró la LMB en un boletín de prensa emitido en noviembre de 2018 después de su Congreso de Innovación, celebrado en Morelia. El primer encuentro transmitido a través de la red social fue Acereros de Monclova vs. Toros de Tijuana, el 22 de marzo.

El alcance total de las transmisiones a través de FB de toda la temporada 2018 de la LMB fue de 11,013,686 espectadores, según datos consultados por AS; el alcance promedio por juego fue de 59,875. El primer campeonato del año, disputado entre Leones de Yucatán y Sultanes de Monterrey, tuvo alcance total de 248,573 aficionados a lo largo de los siete partidos de la serie final; el alcance máximo simultáneo en un partido (el máximo de personas conectadas a la vez a la transmisión de un cotejo en particular) fue de 37,382. La segunda Serie del Rey de 2018, que volvió a presentar a los Sultanes, ahora ante los Guerreros de Oaxaca, mejoró aún más las métricas: 275,160 en alcance total (en seis partidos finales) y un alcance simultáneo de 32,866.

Además, los encuentros de la Liga Mexicana de Béisbol también están al alcance del público a través de la plataforma on-demand Cinépolis Klic y, vía streaming, por internet.tv, soporte digital de AYM Sports, que alberga LMB.TV: ofrece paquetes de transmisiones semanales ($37), mensuales ($149) y por todo el año ($1,490, por todos los partidos en los dos torneos de 2018). Eso sí, los paquetes no incluyen los partidos como locales de Diablos Rojos, Sultanes, Tigres y Guerreros.

Los grandes consorcios televisivos del país también forman parte del conglomerado de medios que brinda cobertura a la liga. TV Azteca transmitió las Series del Rey de 2018 a través del canal ‘a+’, en señal abierta, mientras que Televisa presentó un plan en televisión restringida a través de TDN que incluyó emisiones en directo en jueves y sábado, además de las dos Series del Rey y el Juego de Estrellas. De cara a la temporada 2019, según la dirección de comunicación de la LMB, la negociación por los derechos de transmisión está en sus primeras fases. Aproximadamente, el 50% de los ingresos de la LMB corresponde a los derechos de televisión.

Sin embargo, a pesar de la creciente presencia mediática del béisbol en México y su propulsión a través de las nuevas tecnologías, aún queda mucho por hacer, en palabras de Néstor Alba: “Los medios de comunicación deben hacer más difusión porque todo está muy enfocado al fútbol. El país no es de un solo deporte. Muy pocos medios le dan la importancia. Hace muy poco (en octubre), México fue campeón (mundial Sub 23) y casi nadie habló de ello. Lo que compete a las ligas es seguir promoviendo la ‘comunicación hormiga’, entre amigos y familia. Se están abriendo varias academias de béisbol en la República y, con el auge que viene, (la predilección del presidente Andrés Manuel López Obrador por el juego de pelota), ojalá sea el detonante", señaló el exdirectivo de LMB en entrevista con AS.

Celebrada entre octubre y diciembre, con su fase de playoffs en enero, aglutina a clubes de la región poniente-noroeste del país; todos, de gran tradición. Fundada en 1945, suele contar con exjugadores de las Grandes Ligas estadounidenses e, incluso, toleteros en activo en la LMB, debido a que sus fechas encajan con el tiempo de inactividad de los campeonatos mencionados. Por ende, la calidad de la competencia es un atractivo, tanto para el público general como para los medios de comunicación que se vuelcan en su cobertura, sobre todo en las instancias finales.

La presencia de ESPN y TVC Deportes ilustran el interés que causa la definición de la LMP, potenciada por el ansia de conocer al representante mexicano en la posterior Serie del Caribe: torneo en sede neutra que enfrenta a los campeones de las ligas invernales de Cuba, Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana y México, que es el tercer país con más títulos (9), detrás de ‘boricuas’ y dominicanos. Los representativos ‘tricolores’ han ganado tres de las últimas seis Series del Caribe (2013, 2014, 2016), gracias a las hazañas de Yaquis de Ciudad Obregón, Naranjeros de Hermosillo y Venados de Mazatlán.

Ocho equipos disputan la LMP repartidos en cuatro Estados de la República: Cañeros de Los Mochis, Tomateros de Culiacán y Venados (Sinaloa), Charros de Jalisco, Águilas de Mexicali (Baja California Norte), Mayos de Navojoa, Naranjeros y Yaquis (Sonora). El juego de pelota se siente con intensidad en el Noroeste del país y fluye en parques modernos que han elevado el valor de la competencia. Seis de los ocho recintos fueron construidos o remozados dentro de los más recientes siete años. El estadio de los Charros de Jalisco fue sede de las pruebas de atletismo de los Juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011, de siete partidos en el Clásico Mundial de Béisbol de 2017 y de la Serie del Caribe 2018, que vio el bicampeonato de los Criollos de Caguas puertorriqueños. Además, el novedoso Estadio Tomateros también albergó el máximo torneo invernal regional (2017). Joyas arquitectónicas a las que se une el Estadio Yaquis, construido con ayuda de fondos del gobierno de Sonora, inaugurado en 2016 y que estimó un costo de 500 millones de pesos.

Los Tomateros, al parejo con los grandes clubes del país

Las ‘novenas’ movilizan a una gran cantidad de seguidores año con año. La temporada 2018-2019 ha registrado un aumento en los parques del 4.52% respecto al año anterior, según los registros de la LMP compartidos a AS. En total, el curso 2017-2018 de la liga invernal (incluida la postemporada) tuvo un acumulado de 3,051,762 espectadores. La temporada 2018-2019, por sí misma, reunió 2,672,121 seguidores en su fase regular (cifra actualizada hasta el 30 diciembre de 2018). Si acotamos las estadísticas, exclusivamente, a los cotejos disputados en 2018 (pues las temporadas abarcan dos años, inician en uno y terminan en otro), la asistencia total es de 3,139,555.

Los reyes de las asistencias en la Liga Mexicana del Pacífico son los Tomateros de Culiacán, campeones de la edición 2017-2018 (4-3 sobre Navojoa en la serie final). Solo en 2018, año calendario, sumaron 640,422 asistentes en 40 partidos, para un promedio de 16,011: 136,887 en los partidos de playoffs de la temporada 2017-2018, celebrados en enero, y 503,535 en la temporada regular del curso 2018-2019, en cifras actualizadas al 30 de diciembre. En la primera fase del actual ejercicio, Tomateros se apuntaron una media de 14,810 en un aforo de 20,000, lo que significa un 74% de porcentaje de ocupación en el parque de pelota de la capital sinaloense. Si nos atenemos al total registrado en 2018, los Tomateros solo están por debajo de Monterrey, Tigres, Sultanes, América, Cruz Azul y Toros de Tijuana, aunque hay que matizar que el número de aperturas (40) es un factor a favor que le permite competir con los clubes con mayor arrastre en la Liga MX, al igual que Sultanes y Toros.

Los Tomateros no son el único equipo con notables índices. En la temporada regular 2018-2019, los Naranjeros de Hermosillo sumaron 408,513 en su elegante y moderno Estadio Sonora, con capacidad para 16,000, para generar un promedio de 12,015 y un 75% de ocupación media. Los Águilas de Mexicali también puntúan. Fueron el segundo club de mayor convocatoria en la temporada 2017-2018, playoffs incluidos, con suma de 530,073 fans y una media de 13,592, que arroja un 80% de ocupación en el Estadio Águilas de Mexicali. En la 2018-2019, hasta el corte del 30 de diciembre, el total era de 393,900 y el promedio, de 11,396. La sanidad del béisbol mexicano a través de las asistencias en sus estadios puede hacer frente a ciertos clubes de la Liga MX. Para muestra, un botón: Sultanes, Leones, Toros y Acereros movilizan más seguidores que Necaxa, León, Veracruz, Puebla y Lobos BUAP. Claro, como las cifras se relativizan conforme a los aforos de cada estadio y su número de presentaciones, es más adecuado apegarse al porcentaje de ocupación, mismo que muestra paridad.

La LMP también se abre a las nuevas plataformas de transmisión

La Liga Mexicana del Pacífico goza de gran cobertura mediática. Varios partidos de la temporada, incluidos los playoffs y la totalidad de la serie final, son transmitidos a través de ESPN 3, para México, América Central y el Caribe. Además, la liga posee un contrato con el servicio de televisión por cable ‘Megacable’, que emite encuentros a través de TVC Deportes y Megasports en sus canales 1,2 y 3 a todo el país. Izzi y Total Play habilitaron un canal para transmitir juegos con la señal de Megacable. Además, cada equipo tuvo su transmisión de radio local, disponible en línea a través de la aplicación móvil de la LMP.

La oferta también se extiende a las plataformas por streaming: el portal lmp.tv presenta transmisiones en vivo y ‘on demand’ a través de aplicaciones para televisores inteligentes y dispositivos móviles (disponible en Android, IOS, y visible en cualquier computadora portatil). Las suscripciones pueden ser semanales, mensuales, por temporada completa o exclusivamente válida para la Serie del Caribe. Los precios van de $39 a $249.

De corte profesional, funge como liga filial-asociada a la LMB. Está sustentada por un trabajo de desarrollo de peloteros cuyo fin es abastecer a los equipos de la Liga Mexicana, un esquema a imagen y semejanza de las Ligas Menores afiliadas a la International League y la Pacific Coast League. Se desarrolla entre abril y junio, en su fase regular, y los playoffs se extienden durante julio y agosto. Seis equipos, tres de Sonora y tres de Baja California Norte, dirimen año con año al campeón. En la actualidad, el cetro pertenece a Marineros de Ensenada. Los otros miembros de la liga son Algodoneros de San Luis, Freseros de San Quintín, Indios de Tecate, Tiburones de Puerto Peñasco y Rojos de Caborca.

El béisbol mexicano entrará a una época cuyos seguidores vaticinan de bonanza. La entrante administración del presidente López Obrador se ha mostrado favorable a impulsar el deporte a través de programas e inversiones estatales. Es un secreto a voces que el mandatario apoyó durante la Asamblea de Presidentes de la LMB, realizada en Las Vegas, Nevada, el 11 de diciembre de 2018, la idea que los cuatro equipos habían desistido de participar en la temporada 2019 obtengan nueva inversión para reactivarse. El terreno es fértil. La afición acude a los parques (más en unas plazas que en otras), los patrocinadores siguen interesados, la competencia mediática se agudiza y transgrede los soportes convencionales para llevar el juego a la comodidad del fan, al alcance de su dedo en el momento en el que lo desee. Los conflictos intestinos entre LMB y LMP por calendarización y disposición de jugadores y la amenaza de la bancarrota que se cierne sobre varios clubes son entramados a resolver en la nueva era del juego de pelota en México.