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NFL EN MÉXICO

Cuando México falló al organizar un evento internacional

No es la primera ocasión que México queda mal para organizar eventos de nivel mundial; la NBA y los Mundiales FINA son algunos de los antecedentes.

Estados UnidosActualizado a
Cuando México falló al organizar un evento internacional
ROBERTO MAYAMEXSPORT

El partido de la semana 10 de la NFL entre Kansas City Chiefs y Los Angeles Rams, agendado originalmente para celebrarse en el Estadio Azteca de la Ciudad de México el próximo lunes 19 de noviembre en función Monday Night Fotball cambiará su sede a Los Ángeles. La causa: el mal estado del césped híbrido del Estadio Azteca, en problemas desde su instalación durante el verano y señalado a lo largo de la temporada del fútbol mexicano en los partidos como locales de América y Cruz Azul. Un batacazo a la credibilidad de México como país capaz de albergar eventos de clase mundial. Sin embargo, no es la primera vez que un imprevisto o una falla en la organización motiva la cancelación del evento en suelo 'azteca'.

El fiasco de la Arena Ciudad de México

El 4 de diciembre de 2013, la NBA volvía a celebrar un partido oficial en México después de 16 años. Los protagonistas merecían atención y reverencia: los Minnesota Timberwolves y los San Antonio Spurs de Gregg Popovich, que entonces presentaban aún a su tridente histórico Tony Parker, 'Manu' Ginóbili, Tim Duncan, secundados por el emergente Kahwi Leonard. El partido, largamente anticipado, fue suspendido debido a una explosión de la planta de luz en la Arena Ciudad de México una hora antes del encuentro. El humo llegó a propagarse por la duela y los pasillos del recinto, por lo que los aficionados debieron ser evacuados y el cuerpo de bomberos debió actuar ante la potencial emergencia. La NBA reprogramó el juego en Minneapolis 11 días después, con victoria 110-117 a favor de los texanos.

El miedo a que la NBA no volviera a México quedó disipado un año después, cuando la liga confirmó el regreso de los Timberwolves, ahora acompañados de los Houston Rockets de James Harden. Desde entonces, la relación entre la máxima liga de baloncesto del mundo y el país no ha hecho sino incrementar, al grado de que, hoy en día, se realizan dos partidos de temporada regular en la Ciudad de México y está en negociaciones la fundación de un equipo de expansión de la G-League (liga de desarrollo) en la metrópolis.

Papelón a nivel mundial

La competencia más importante de la natación detrás de los Juegos Olímpicos, los Mundiales de la FINA (Federación Internacional de Natación, por sus siglas en inglés), se iban a realizar en Guadalajara en agosto de 2017. Ryan Lochte, Katy Ledecky, Katinka Hosszu. Los grandes exponentes de la natación mundial batirían sus marcas y harían historia en el Centro Acuático Scotiabank, sede de las pruebas acuáticas durante los Juegos Panamericanos de 2011. Sin embargo, en febrero de 2016, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), renunció la organización de los campeonatos, al alegar falta de recursos en el marco de los recortes presupuestarios anunciados por la administración de Enrique Peña Nieto. El monto que debía aportar la dependencia ascendía a 100 millones de dólares, lo que trastocaba las finanzas de la Conade.

El episodio descorchó una disputa legal entre el organismo rector del deporte en el país y la Federación que gobierna la natación en el mundo. La FINA suspendió a México el 30 de enero de 2016, por lo que los representantes 'aztecas' en competencias debieron hacerlo sin portar los colores nacionales; además, el himno nacional y la bandera tricolor fueron vetados durante las premiaciones oficiales. En pleno conflicto, la FINA multó a México con cinco millones de dólares por la cancelación y amenazó con llevar a la Conade ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, debido al impago.

23 años sin Fórmula 1

El máximo circuito del automovilismo mundial regresó a México en 2015, sin embargo, estuvo ausente desde 1992. El país perdió la concesión con la FIA a raíz de un conflicto político que tuvo que tuvo su origen en la contaminación de la ciudad. El entonces regente de la capital, Manuel Camacho Solís, había asegurado que los motores de los bólidos eran altamente contaminantes. Al momento del GP de 1992, los niveles de ozono sobre la ciudad superaron cuatro veces el máximo aceptable para la salud de los ciudadanos. La carrera se realizó con una reducción de 69 a 62 vueltas, pero no hizo efectiva la renovación del contrato con México.