Terminó la Copa del Mundo de Rusia y llegó la hora de los agradecimientos, las reflexiones, y las conclusiones de un mes lleno de emociones.
¿Y A NOSOTROS, QUÉ NOS APORTÓ EL MUNDIAL?
Bueno, se acabó el Mundial y mi Bitácora (la voy a extrañar), pero antes de cerrarla hay que abrir algunas puertas que nos dejó la Copa.
Nos recordó que, así como pasó hace 60 años en Suecia 1958, siempre será correcto aprovechar lo que tu pueblo te da; en su caso, la mezcla de razas, ofrecerle más oportunidades a los jóvenes, mezclarla con un poco de buena experiencia y luego (contra lo que dice una muy buena campaña de publicidad) aprovechar lo que la diosa fortuna te dé y poner a jugar a Pelé o Mbappé (con 17 y 18 años), joyas que nacen cada 30 años, para que te acaben de hacer el trabajo.
Es en serio, estoy muy de acuerdo con Chicharito, pero las cosas te llegarán cuando realmente creas y tu trabajo se oriente a la excelencia, no solo cuando digas esas cosas como un político o envalentonado frente a una cámara. Hay que aprovechar lo que la naturaleza te dé, con la raza o mezcla de razas de tu pueblo, creer en tus jóvenes y cuidarlos con la experiencia de dos o tres veteranos que sean líderes positivos. Entonces, a nosotros, ¿qué nos deja el Mundial, una nueva oportunidad para aprender quiénes somos, qué sabemos hacer mejor que nadie y volver a comenzar?
EL BALÓN DE ORO
Antes del último partido de Rusia 2018, Luka Modric llegó con 63 kilómetros recorridos, más que ningún otro jugador en la Copa; ayer sus números, sus dos goles y una asistencia, no le sirvieron de nada y miren que complicó tanto a Kanté que tuvieron que sacarlo del campo en la segunda mitad. Pero ni Luka, ni tres Lukas son capaces de contener a un equipo que te llega cinco veces y te hace cuatro goles. Mis respetos a la brujita croata, igual que repetir y agradezco la sensatez de quienes votaron a su favor como el mejor hombre del Mundial. Más que merecido. Luka hace lo que ningún otro jugador en el mundo.
EL CAMINO MARCÓ LA FINAL
Ambos seleccionados llegaron invictos. Francia sufrió contra Australia, a la que le ganó gracias a la primera decisión (algo dudosa) del VAR, y de un autogol detectado mediante el Ojo de Halcón; le ganó por la mínima a Perú y nos regaló el único 0-0 de todo el Mundial, ante Dinamarca. Luego, metió segunda y tercera velocidad para aplastar 4-3 a Argentina, superar con claridad 2-0 a Uruguay y regresar a ese mismo estilo frío y calculador con el que se metió en la final tras vencer 1-0 a Bélgica.
Croacia, por su parte, hizo una primera fase perfecta. Primero despachó 2-0 a Nigeria; le dio un baile a Argentina, a la que venció 3-0, y con un cuadro alternativo superó 2-1 a Islandia, ante la que aceptó su primer gol en contra en el torneo. Por el contrario, en la segunda fase no pudo ganar antes de meterse a la final; superó en penales a Dinamarca luego de empatar 1-1; hizo lo mismo con Rusia luego de igualar 2-2 en tiempo extra, y en semifinales le dio la vuelta en la prórroga a Inglaterra, para vencerlos 2-1.
Así que los antecedentes se reflejaron en el último partido. Francia que abrió la copa en cuanto al VAR se refiere, fue de nuevo apoyado por el VAR para adelantarse en el 2-1 y terminó invicta, con la misma fórmula: primero sólida atrás, luego te ataco lo que me permitas.
Del otro lado, lo mismo de toda la segunda ronda, Croacia no fue capaz de marcar primero y este domingo le pasó lo mismo. Aunque también igualó el marcador, luego Francia le confirmó que es muy complicado competir ante un equipo que te llega cinco veces y te hace cuatro goles.
EL BOTÍN VACÍO
Para hacer muchos goles en un Mundial hay que tener técnica, colocación, olfato y mucha suerte. Al menos así lo demostró el campeón de goleo, Harry Kane, quien recibió el Botín de Oro por sus seis anotaciones en Rusia; seis goles que consiguió con tres penales, dos rebotes en una segunda jugada, tras un tiro de esquina, y uno más que le pegó sin querer en el talón. Cuentan igual, aunque a los ingleses les hubiera encantado que en lugar de hacerle tres a Panamá y dos a Túnez, hubiera conseguido al menos uno ante Croacia o Bélgica.
DE NUEVO EL TRI
Aunque hay un pequeño sector en los medios que asegura que el Mundial de México fue positivo, pues por primera vez se le pudo ganar a Alemania; lo cierto es que a esa velocidad en la acumulación de méritos, tendrían que pasar 2,578 campeonatos mundiales, antes de poder llegar a levantar la Copa del Mundo. Si se quiere dar el salto necesitamos que todo crezca, la crítica, la preparación y hasta la actitud de quienes protagonizan la opinión pública, sobre todo en las televisoras oficiales. Pero, obviamente, antes de ese detalle que no es menor, se requiere de una mejor materia prima, una que entienda que no hay que exigirle, que no hay que presionarle, que el análisis y la investigación siempre serán menos importantes que su propia exigencia, deseos de superación y ganas de crecer.
Para mí hay un par de frases que resumen a la perfección lo que nos pasó y que justamente se dieron el mismo día, tras la maravillosa victoria ante los germanos. La primera es de Miguel Layún, quien defendiendo a su entrenador se animó a calificarlo de “genio”, sin aceptar que al genio sus propios jugadores le impusieron un cambio de alineación y de estrategia, a horas del partido. La segunda, de Jonathan dos Santos, quien le mandó decir a quienes, según él, se querían subir al camión de la victoria, que como sus críticas contra Osorio eran simplemente “por chingar” y que era mejor que se bajaran porque no les correspondía estar ahí. Ah, también Chicharito dijo a los fans que no habían apoyado que esos tres puntos no eran para ellos.
Con tan poca agua es imposible hacer gárgaras, pero en México hay jugadores que hasta se ahogan. No, esos perfiles no llevarán al fútbol mexicano a ningún buen puerto. Necesitamos esa misma actitud que mostraron en torneos con límite de edad, donde jugaron a las órdenes de un entrenador, no de su propio ego; donde entrenaban como campeones mundiales, no como figuras de la página social, y donde las fiestas y los excesos no les molían las piernas, como le terminó pasando en Rusia a la mayoría.
DE SALIDA
Gracias a AS.com por el apoyo que he recibido desde que llegué a este increíble grupo hace ya tres años.
Gracias a mi equipo, que se portó tanto en México y como en Rusia a la altura de la competencia mundial. Son unos cracks.
En especial gracias a Cristian Rivas, Aarón Nieto, Eduardo López y a César Huerta, sin quiénes no hubiera podido hacer maldita cosa.
Gracias a mi chaparra, que cuidó al pequeño durante cinco semanas; ahora me tendrás que cuidar a mí también, porque llego molido.
Pero, sobre todo, gracias a todos ustedes los lectores de AS.com por llevarnos de nuevo al primer lugar de audiencia durante la Copa. Dato que en pocos días habrá de confirmar Comscore. Por ustedes vale todo este esfuerzo.