El fotoperiodista salvadoreño que protagonizó una de las estampas más emotivas que ha entregado la justa mundialista, compartió aquel momento y cómo es que ha forjado su carrera profesional.
Yuri Cortez, fotoperiodista salvadoreño que radica en México, protagonizó una de las estampas más emotivas que ha entregado el Mundial de Rusia 2018. Gracias a su astucia logró captar como ningún otro el gol que dio el histórico pase de Croacia a la final, momento en el que él fue también protagonista.
Después del gol de Mario Manzukic, los jugadores celebraron justo donde él estaba realizando su trabajo, sin embargo, no imaginó lo que le deparó el destino: “Esta es mi cuarta Copa Del Mundo. He cubierto Juegos Olímpicos, Copa América y Copa Confederaciones. Aquel momento fue algo histórico tanto para ellos como para mí. El hecho de hacer esas fotos únicas en un momento histórico y en un mundial, es una gran historia”, expresó el profesional de 53 años, quien detalló de la siguiente forma su experiencia.
Su icónico momento
“Tenía tres cámaras: una de ellas a control remoto detrás de la portería, una con lente largo y la otra la tenía justo para un momento de emergencia, para una cercanía. No como la que sucedió, porque nunca me lo imagine, pero esa cámara que tenía era de respaldo en caso de que los jugadores llegaran al córner a festejar su gol.
“Yo veo la jugada, la voy siguiendo con mi lente, veo la anotación, disparo con mi cámara remota, me enfoco en la celebración de Mandzukic, lo sigo y, cuando me percato que va a llegar a la esquina, cambio de cámara por la que tenía preparada. Cuando llega a la esquina, le siguen los jugadores, comienzan a juntarse y sin darse cuenta comienzan a avanzar y avanzar hasta el frente mío. Cuando vienen los de la banca es cuando se tiran encima y voy para atrás con todo y silla. Comienzan a caerme los jugadores, prácticamente quede atrapado en la pirámide, inmovilizado totalmente, pero logré mantener la cámara conmigo, la cual nunca deje de disparar desde que los tenía en frente”, compartió el fotoperiodista de la Agencia AFP.
Aclaró que en el momento del festejo, los jugadores no sabían que él se encontraba ahí, momento que aprovechó para captar las fantásticas imágenes: “Hasta después se dan cuenta de que hay un fotógrafo debajo de ellos, fue entonces cuando se preocupan. Me dan la mano para levantarme, me preguntan si estoy bien y viene la famosa imagen de Vida dándome un beso en la frente y todos dándome la mano. Aparece Pivaric, Perisic, quien recogió mis lentes, los cuales sobrevivieron, y capté su emoción”, declaró Cortez en entrevista para la cadena radiofónica W Radio.
Su profunda relación con México
Desde hace siete años radica en nuestro país. Explicó como los caminos de la vida lo llevaron hasta aquí, una nación que le representa momentos clave en su carrera fotoperiodística: “En la agencia tienen política de rotación. Antes de venir a México fui destacado en Costa Rica como jefe de fotografía de Centroamérica con base en San José. Cuando se vencieron los cuatro años me mandaron a México por otros cuatro años. Por tanto trabajo y por lo que va ocurriendo en México, que siempre importa al mundo por temas como la frontera, la violencia, migrantes, la economía misma, se ha ido prolongando mi estadía. Ahora llevo poco más de siete años aquí.
Durante su adolescencia, vivió la Guerra Civil de su país, evento que captó en su etapa final y el cual, sin saberlo, le ayudaría a crecer profesionalmente: “Cuando vivía en El Salvador, en la década de los 80, se vivió una Guerra Civil. Yo sufrí ese ambiente de conflicto, me toco cubrir los últimos años de la guerra como fotoperiodista y el proceso de paz en 1992”.
Tiempo después cubrió momentos importantes para nuestra nación hasta que encontró en México su lugar de radicación: “Vine a México por primera vez en 1994 por el movimiento zapatista y para las elecciones. Desde ese momento me quedó una relación con México. Vine después a la toma de posesión, vine a las siguientes elecciones y nuevamente a la toma de posesión. He cubierto las cumbres que se han celebrado en México y desde ahí he tenido una relación cercana de trabajo con México. Ahora me tocó vivir aquí, en donde he ganado amigos y momentos muy especiales”.
Su ‘momento de fama’
Su gran historia ha generado que en los recientes días su nombre sea conocido en lugares donde nunca sospechó. Muestra de ello es el increíble crecimiento de su comunidad en redes sociales, el cual le ha causado uno que otro malestar: “¡Gané muchísimos seguidores! En twitter tenía poco más de mil antes de eso, ahora van subiendo, y ya tengo más de 29 mil seguidores. Desde que salí del estadio manejando al aeropuerto, el teléfono no ha dejado de sonar. Antes la batería me duraba 24 horas, ahora tengo que cargarlo cada media hora”.
Gracias a la tenacidad que mostró en el momento clave para ejercer su trabajo, el no perder su herramienta de trabajo, la cual representa en su profesión una extensión de su humanidad, y captar con sus segundos ojos toda la emoción que explotó en aquel córner del estadio Luzhnikí, hoy su historia quedó inmortalizada en una de las estampas más representativas en la historia de los Campeonatos Mundiales.