El día pasó entre la visita a un búnker soviético de la Guerra Fría, las eliminaciones de Cristiano y Messi, y los buenos deseos para la jornada electoral.
CAMINO AL BÚNKER
Este sábado inició camino al metro; como de costumbre, tomé la línea azul (3), que por cierto es la segunda más vieja y fue inaugurada en marzo de 1938. Junto al 'Produ' Paco y al 'Inge' Betanzos, nos dirigimos al Búnker 24, un espectacular museo de la Guerra Fría, ubicado en Taganka, dentro de Moscú.
Antes de clavarme en los detalles de una visita obligada en esta ciudad, les platico que la red del metro moscovita es impresionante. Sus 365 kilómetros de vías y sus 14 líneas que cubren la enorme megalópolis rusa lo hacen el tercero más grande del mundo, detrás de Londres y Nueva York. Bien, pues después de unos 45 minutos y un transbordo, llegamos a la estación Taganskaya, a unos cuantos metros de… ¿una vieja casona amarilla?
UNA GRAN AVENTURA
Obviamente, cuando estas instalaciones a prueba de bombardeos fueron inauguradas, en 1951, eran ultra secretas y tampoco es que les iban a poner letreros de “Llegaste al Búnker 42”, por lo que cuando te lo topas, tiene aspecto de una casa grande, con un portón negro, pero nada más. Primero debes hacer una cita (http://bunker42.com/eng/) para realizar uno de los tours que se ofrecen en ruso, inglés, chino y, los miércoles, en español. Hice la cita por teléfono, pero tuvimos la fortuna de que algunos que habían apartado su lugar no llegaron y pudimos pasar dos horas antes.
Ya dentro debes pagar 2 mil 200 rublos por adulto (unos 730 pesos), algo caro para lo que estamos acostumbrados a pagar en México por un buen museo, pero creanme que la visita vale cada peso. A la hora indicada el guía se adelanta al grupo y comienza el descenso. Nada más son (según conté) cerca de 220 escalones para descender los 18 pisos y llegar hasta uno de los cuatro bloques o secciones, que construidos 65 metros bajo tierra.
Ya dentro, recorres, oficinas, bodegas, habitaciones y la oficina de Stalin (que no utilizó mucho, pues murió dos años después), una enorme sala de juntas y un cuarto para lanzamiento de misiles que te deja la piel de gallina. Todo con estructuras semi-curvas, hechas de hierro y concreto, para soportar un ataque de más de 1.5 megatones, según nos informaron. De hecho, cuando caminábamos por un túnel bien iluminado, supuestamente dirigiéndonos a uno de los andenes del metro, nos cerraron la puerta, apagaron la luz, encendieron las luces rojas de emergencia y sonaron las alarmas de ataque aéreo. He de aceptar que aunque entendimos que se trataba de un simulacro, fue un momento que recordaré por años.
Después del recorrido, te invitan a pasar a un elegante restaurante en el que comimos un delicioso filete, acompañado de una copa de Vodka Beluga, mientras veíamos la derrota de Argentina a manos de la juvenil y poderosa selección francesa. Ahí, a 65 metros de la calle, con buena señal de wifi, le dijimos adiós a la era Messi en la Albiceleste.
LOS 7 JUEGOS DE TORRADO
De México supimos poco. En su campamento base fue un día clave en el que se decidieron detalles estratégicos para enfrentar este lunes a Brasil. No busqué enterarme ni lo considero importante, al menos ahora; antes, hacía lo posible por enterarme de esos detalles, hoy acepto que prefiero esperar al juego y luego investigar cómo es que se llegó al resultado. Compartir historias y no anticipar probabilidades, porque este juego aún me sigue sorprendiendo.
Lo que sí me gustaría compartirles es la declaración que le escuché el viernes por la tarde a Gerardo Torrado, encargado de la relación entre la directiva y cuerpo técnico-jugadores, quien insiste en que el objetivo no es llegar al mentado quinto partido sino jugar siete: “El objetivo sigue intacto: jugar siete partidos. Estamos con una gran ilusión, muy tranquilos para preparar el partido y hacer un gran juego el lunes para seguir rompiendo límites”. Yo, insisto, prefiero esperar, pero lo sigo dudando.
DE SALIDA
Más allá de planificar el día para ver los juegos entre España vs Rusia y Croacia vs Dinamarca, este domingo, acude a tu casilla a votar. Piensa bien por quién y por ningún motivo dejes de acudir y participar con tu opinión, la tuya, no la de otros, en estas elecciones históricas. Que todo salga bien por allá. Les encargo que cuiden a mi México lindo.