La goleada contra Suecia fue una dura forma de despertar del sueño. Pero, en octavos ante Brasil, México tiene otra oportunidad para hacer historia.
CUBETADA DE REALIDAD
Entre aviones, hoteles, envíos, entrevistas, traslados y llamados a las transmisiones para Televisa Radio, este miércoles terminó arrojándonos una cubeta da de agua fría que nos recuerda (bueno, a quienes no lo tenían claro), que tenemos una selección entregada, esforzada, competitiva, pero no una de élite, como muchos soñaron.
A nuestra llegada a la Arena de Ekaterimburgo, observé a Enrique Beas haciendo planes y números para preparar el traslado de su familia a Rusia, en caso de una posible llegada del Tri a las semifinales y, ¿por qué no? a la final del certamen. Aún puede ser, el Mundial está muy loco y podría colocar entre sus finalistas a un seleccionado que ya fue derrotado 3-0 en la primera fase, algo que, sinceramente no creo que pase.
Pero no lo creo, como tampoco lo creí antes (y para eso, se puede revisar toda mi bitácora de viaje), pues conozco a estos jugadores desde que comenzaron su carrera como profesionales y sé que son bastante buenos, pero tan inconsistentes como la táctica y metodología de Juan Carlos Osorio.
NOS TOCA
Antes de llegar aspirábamos a colarnos en segundo lugar en un grupo que lucía muy complicado y luego jugarnos la vida ante Brasil en octavos de final. A raíz del espectacular arranque ante Alemania (que hoy Corea hace ver menos espectacular), nos vimos no sólo como primer lugar sino jugando la mismísima final del torneo. Hoy, de vuelta a un escenario más “real”, sabemos que entramos como segundos, que nos tocó Brasil y que, como es el equipo mexicano, se vale volver a soñar.
¿MISIÓN CUMPLIDA?
Y ojo, no es que uno les desee el tropiezo y menos de la forma en que nos pararon los suecos, una diferencia que no se veía desde tiempos de José Antonio Roca, en 1978. Lo que sorprende es que en las buenas, le peguen a sus críticos y en las malas, también. Si no, de plano no me explico estos dos posteos del capitán del seleccionado mexicano, Rafa Márquez, y de un directivo de la FMF, Alejandro Irarragorri.
Calificamos a octavos!!! ✅
— Rafa Marquez (@RafaMarquezMX) June 27, 2018
Los mediocres que nunca han logrado nada en la vida dirán que pasamos de milagro, los que hemos conseguido algo importante en la vida decimos primer objetivo… https://t.co/UccXFDoeXw
Nada le debemos a Corea ni a nadie @miseleccionmx hizo 6 puntos y eso le merece estar entre los 16! Es hora de hablar en serio y dejar la prensa sensacionalista y populista a un lado! Somos MÉXICO y eso es lo que nos hace grandes!!
— Ale Irarragorri (@Irarragorri) June 27, 2018
Aunque a estos dos personajes les cueste trabajo aceptarlo, la afición tricolor, en México y en Rusia, sí fue capaz de agradecer la colaboración de Corea del Sur, pues de no haber sido por su histórico triunfo ante los todavía campeones del mundo. Y es que no es tan difícil de aceptar, por más que sumaremos seis unidades, una victoria de Alemania nos hubiera mandado de regreso a casa a todos. Por cierto, en el estadio fue fantástico ver a los aficionados tricolores que ya no tenían ninguna esperanza en su equipo en el campo, sacar los celulares y seguir la transmisión del juego en Kazán. De hecho me queda claro que el festejo del primer gol de Corea del Sur, fue tan ruidoso que se alcanzó a escuchar en todo México. Yo sí se los agradezco; ciertamente, el Tri hizo (casi) lo necesario con esas dos primeras victorias del torneo, pero sin la manita de los asiáticos no nos hubiera alcanzado, por más difícil de aceptar que nos parezca.
DE SALIDA
Me queda claro que al equipo de Juan Carlos Osorio no le gustan los puntos medios; le gana a Alemania por primera vez en los Mundiales, vence a Estados Unidos en Columbus, termina primero en la eliminatoria; pero también recibe la histórica goleada de 7-0 ante Chile, la de Alemania 4-1 en Copa Confederaciones, y ahora el 3-0 ante una modesta Suecia, que nos propina la peor diferencia en contra desde el Mundial de Argentina 1978. Será el sereno, pero este entregado y amable personaje puede ser muchas cosas, menos un genio, como lo califican sus jugadores.