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100 HISTORIAS DE LOS MUNDIALES | 31

Joao Filho, el árbitro rencoroso del Mundial de Chile 1962

El silbante brasileño de origen húngaro permitió a Colombia empatar contra la URSS en la Copa del Mundo de Chile 62 en venganza por la invasión rusa a Hungría.

MéxicoActualizado a
El silbante brasileño de origen húngaro permitió a Colombia empatar contra la URSS en la Copa del Mundo de Chile 62 en venganza por la invasión rusa a Hungría.

Históricamente, los árbitros han estado bajo la lupa en el fútbol, sin embargo, la Copa del Mundo de Chile de 1962 tiene una historia que difícilmente se vuelva a ver en la Copa del Mundo. Colombia se enfrentó a su similar de la URSS en el segundo partido del mundial y el duelo tuvo un protagonista inesperado, el árbitro brasileño Joao Etzel Filho.

Era la primera experiencia mundialista para los ‘Cafetaleros’. Los sudamericanos cayeron en su debut 2-1 ante Uruguay y para su segundo encuentro tenían que medirse ante uno de los grandes ‘Monstruos’ en esa época, la URSS comandada por Lev Yashin.

La Unión Soviética derrotó con goles de Valentin Ivanov e Ígor Leonidovich Chislenko en su primer partido con Yugoslavia, por lo que llegaba al segundo encuentro ante los sudamericanos con la oportunidad de asegurar su boleto a la siguiente ronda.

Parecía que sería una goleada histórica a favor de los soviéticos. En 11 minutos, el marcador ya se encontraba 3-0 a favor de los europeos y no se veía por donde podían reaccionar los entonces dirigidos por el argentino Adolfo Pedernera.

A los 21 minutos, Germán Aceros le daba vida a Colombia al recortar distancias, sin embargo, poco le duró el gusto a los ‘Cafetaleros’. Vicktor Ponédelnik, volvió a ampliar la ventaja para los soviéticos con un 4-1.

Todo era perfecto para los europeos. Acariciaban su calificación a la siguiente ronda y seguirían imbatibles en la justa mundialista. Para sorpresa de ellos, Marco Tulio Coll, Antonio Rada Angulo y Marino Klínger Sálazar, igualaron para los Cafetaleros. La gran ‘Araña Negra’ vio como su portería era peforada en cuatro ocasiones (incluyendo el único gol olímpico en una Copa Mundial de Fútbol) por un país inexperto en el torneo.

Años después, llegó la confesión. El secreto de la ‘gran hazaña colombiana en tierras andinas’ si era sudamericano, pero no era colombiano. El silbante del encuentro reveló haber perjudicado a los rusos en aquel duelo e incluso se acreditó el empate. A diferencia de otros árbitros, en esta ocasión no fue un error, sino una ‘dulce venganza’.

El árbitro Joao Filho contaba con descendientes húngaros y sin importarle su trabajo, admitió haber favorecido a los colombianos en el partido, y todo por un odio debido a que los rusos invadieron a Hungría en 1956. “Yo empaté aquel partido. Soy descendiente de húngaros y odio a los rusos desde la Invasión Soviética a Hungría en 1956” fueron las declaraciones del silbante sobre ese duelo.