Caso Lamptey: la FIFA debe ser más transparente

Creo que pocas noticias puede haber que más tristeza me causen como exárbitro que la sospecha de un colegia comprado, como parece ser ha ocurrido con Joseph Lamptey, inhabilitado de por vida por parte de la FIFA.

El organismo concluye que es culpable de influenciar ilegalmente en el resultado de un partido (infringiendo el artículo 6, apartado 1, del Código Disciplinario: influir en los resultados contraviniendo la ética) que terminó con la victoria de Sudáfrica por 2-1 ante Senegal.

He estado mirando las imágenes y claramente el penalti de la polémica está mal pitado. No es penalti en absoluto. Sin embargo, no he podido encontrar más información objetiva que lo que han visto mis ojos y la sanción que comunica la FIFA, que me parece muy correcta si la acusación es verdadera pero poco transparente ya que desde marzo nada más se sabe del incidente que ha puesto fin a la carrera de este árbitro.

Son miles los partidos que se juegan al año y ésta es la nota en rojo, lo peor que puede pasar en el fútbol. Necesitamos más transparencia para que una manzana podrida no dé pie a ninguna duda, de su podredumbre así como de la salud del resto del frutero. Debe demostrarse y ofrecerse claramente en público que un error de apreciación es mucho más que eso. Dejarlo caer no es suficiente.

De momento, el partido volverá a repetirse, pero espero que la acusación no se pierda en la hemeroteca ni en el anecdotario colectivo de los árbitros comprados y que se nos aclaren las evidencias.