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BÉISBOL

Sacrificio y temor: el camino que llevó a Andrés Muñoz a ser All Star de la MLB

Una ‘Tommy John’ a los 21 y el miedo por no volver a lanzar de la misma manera. En la actualidad uno de los mejores relevistas de Grandes Ligas.

Ciudad de México
Sacrificio y temor: el camino que llevó a Andrés Muñoz a ser All Star de la MLB
Sebastián Gómez

La popular frase: ‘Todo pasa por una razón’ adquiere un significado incuestionable en contados casos; el del pitcher mexicano Andrés Muñoz, uno de ellos. Desde tener que elegir entre estudiar o dedicarse en cuerpo y mente al béisbol; decantarte por tu pasión a sabiendas del riesgo que involucraba hacerlo; en tu primer año de Grandes Ligas sufrir una de las peores lesiones del mundo deportivo, y todo para finalmente recuperar ritmo, demostrarle a aquellos que confiaron ciegamente en su potencial, que en efecto valía la pena esperar y hoy día poder distinguirse como All Star de la MLB, hombre récord de la franquicia (Mariners) y uno de los mejores relevistas de las Grandes Ligas.

A la edad de 19 años, el camino de Muñoz en la Gran Carpa apenas comenzaba (Padres de San Diego). Entusiasta, con grandes aspiraciones y sensaciones positivas; sin embargo, las vísperas habrían de cambiar cuando solo 8 meses después de su debut, el terror de todo serpentinero se hiciera presente. La temida cirugía ‘Tommy John’ no solo lo obligó a una reconstrucción del ligamento colateral del codo, sino que también, lo alejó de los diamantes por año y medio, para incluso, hacerlo temer por su futuro.

Me daba miedo porque yo sé que hay muchos peloteros que han tomado esa cirugía y no han quedado igual, hay una posibilidad que se te vuelva a romper el ligamento y que no sane bien. Yo sé que en ese momento tenía 21 años y tenía tiempo en caso de que ocupara otra, pero siempre el miedo estaba ahí de no volver, o no volver a lanzar igual” (…)

“Primero eran dolorcitos medio raros, me daban terapia pero yo seguía tirando, incrementaba el dolor e incrementaba el dolor, y yo por querer dar una buena actuación en Spring Training seguí tirando y seguí tirando hasta que en un juego simulado me tronó, pero a mi me avisó. Y ahorita es lo que he aprendido, a escuchar mi cuerpo, muchas veces hay que tirar con dolor, pero hay un dolor que se puede aguantar y otro que no” comentó para los micrófonos de AS México.

Confianza ciega por parte de los Seattle Mariners

Con la lesión, como suele ser costumbre en una industria como lo es la deportiva, los cambios no se hicieron esperar. Cinco meses bastaron para que los Padres negociara a Andrés con el equipo de Seattle, y tal parecer que tanto para él, como para la franquicia, la decisión fue por demás, atinada. “Me sorprendió cuando me cambiaron y el cómo se echaron el riesgo los Marineros por no saber si yo iba a venir bien y aún así agarrarme y canjearme por otro jugador. Me dio mucha confianza el equipo por hacer eso y ahora cada que voy para allá, lo doy todo por el equipo”(…)

“Fue la confianza que me dieron ellos cuando hablaron directamente conmigo. Lo principal que me dijeron fue que no había presión por yo regresar pronto. Cuando me agarraron me dijeron ‘Tú vas a venir aquí para hacer tu rehabilitación y nada más, no te preocupes por fechas, sabemos que no puedes tirar y sabemos que va a tomar tiempo para ti estar en tu mejor nivel’. Ya que yo regresé, todo ese tiempo que me esperaron, la verdad yo lo tomo como una motivación y ahora yo por el equipo doy todo”

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Decisiones difíciles que valieron la pena

Asegurar que siempre resultará igual, es un tanto incierto, pero al menos en este particular caso, el riesgo llegó a ser parte fundamental para que el serpentinero de 25 años, hoy continúe con un camino, que a futuro espera logre convertirse en legado.”La verdad fue una decisión difícil, porque mis padres siempre me inculcaron que debía tener la escuela, que debía tener la educación necesaria por si el béisbol no me funcionaba, pero fue un riesgo que tomamos. A los 14 años me fui de la casa, me fui a Oaxaca y firmé con la academia de los Diablos Rojos. Mis padres estaban preocupados por si había chance y si no para regresarme a la escuela, pero al final valió la pena”(…)

Para mi todo esto va empezando, me gustaría estar en una Serie Mundial y yo sé que eso va a darse poco a poco después, pero todavía falta, apenas vamos empezando” sentenció Muñoz con semblante seguro, pues si bien su 2024 fue un año que lo catapultó a un nivel por encima de la media, se sabe consciente del potencial que aún le falta explotar.

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