Omar Quintero: “Jaime Jáquez está encantado de regresar a la Selección”
El entrenador de la Selección Mexicana de Basquetbol regresa a la acción con la primera ventana clasificatoria de la AmeriCup. Es el inicio de una nueva era, con los Juegos Olímpicos en el rabillo del ojo.
Vuelta a empezar. La Selección Mexicana de Basquetbol reinicia esperanza. 2024 será otro año definitorio: eliminatorias de AmeriCup y el Preolímpico de Puerto Rico. Pero los ‘12 Guerreros’ no arrancarán de cero. Omar Quintero ya tiene una base sólida; el reto está en mantener el nivel de su róster mundialista mientras lidera la transición de la ‘generación dorada’. Ya no están Orlando Méndez y Jorge Gutiérrez; estarán Gael Bonilla, Iván Montano y Moisés Andriassi. Quizá estén Jaime Jáquez y Juan Toscano; eso depende de la burocracia de FIBA. De hecho, en visita a la redacción de AS México, Quintero reveló que Ademeba ya ha iniciado las gestiones para que la Federación permita a ‘Triple J’ ocupar una plaza de jugador nacional, en lugar de la de ‘naturalizado’. El torneo Preolímpico es la (primera) gran cita del año y no vale escatimar.
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- Inicia un nuevo proceso para la Selección Mexicana. Primer rival, República Dominicana, en un grupo que se ha complicado un tanto porque Nicaragua ya tiene boleto para la AmeriCup...
Es un sinodal importantísimo al que nos enfrentamos. Un equipo que fue sensación en el Mundial y ahora hay que empezar casi de cero. Es un reto. Nos toca el grupo de la muerte: República Dominicana, Canadá y Nicaragua, que en esta ocasión es sede de la AmeriCup y califica de forma directa.
- ¿Qué has podido analizar sobre Dominicana? No vendrá Karl-Anthony Towns, pero sí varios jugadores a los que esta Selección ya se ha enfrentado recientemente, como sucedió en la final de los Juegos Centroamericanos.
Es un equipo bastante potente. Tiene jugadores en la ACB como Andrés Feliz, Jean Montero; Ángel Delgado está en Turquía. Tienen muchas armas. Hay que luchar contra eso, hay que trabajar duro. Veo que nuestro equipo está bien, física y mentalmente. Creo que cada quien va a mostrar su casa, su fuerza.
- En tu preconvocatoria se hizo patente la transición generacional que buscas desde 2021. ¿Cómo pasar de la generación de los ‘12 Guerreros’ a los prospectos que están tocando la puerta sin perder competitividad en el camino?
Hemos venido trabajando en eso. Ha sido poco a poco, progresivo, porque a estos jóvenes no puedes echarlos al ruedo tan fácil. Hay que cuidarlos. Son muy talentosos. Ahí están, pueden ser las caras nuevas. Gael Bonilla ya no es ‘el niño’, aunque tiene 20 años ya está consolidado. Viene también Karim López. También hemos considerado a jóvenes como Esteban Roacho y Juan Pablo Camargo. Los veteranos los han arropado y les han enseñado el camino. Es un legado que están dejando para que esta nueva generación cambie totalmente.
- Está el caso de Jorge Gutiérrez. Él nunca hizo público que se retiraría de la Selección. En el Mundial jugó poco y se le notó un poco molesto. ¿Habló contigo? ¿Qué te comentó? Porque ya no aparece en la preconvocatoria...
Todo lo hablamos en el Mundial. Él decía que tras el Mundial ya se retiraba. No lo hizo públicamente, pero sí pasó. Fue un jugador que marcó época: estuvo en la NBA y jugó dos Mundiales. Es el único mexicano que lo ha hecho. Es importante todo lo que hizo por el basquetbol de México y que jóvenes como Moisés Andriassi e Iván Montano tuvieron la oportunidad de jugar y aprender de él.
- También está el ejemplo de Orlando Méndez. ¿Cómo sustituir lo que dos figuras tan importantes en el basquetbol mexicano aportaban a tu equipo con la nueva generación?
Orlando fue de los que arropó muy bien a los jóvenes. Hay que darles la oportunidad. A Iván, Moisés. Tenemos ahora a Karim Rodríguez que, aunque no es joven, ya puede jugar como mexicano. Suplirlos es difícil por la carrera que tuvieron los dos, pero creo que poco a poco los nuevos irán ocupando sus lugares y lo harán lo mejor posible. Aún tenemos a Paco Cruz y a Paul Stoll. A los jóvenes todavía les toca aprender un poco de ellos y e irán tomando naturalmente la titularidad.
- El tema de los naturalizados siempre es central. La baraja es extensa. Ahora han podido habilitar a Karim Rodríguez para que sea registrado como mexicano, pero Josh Ibarra sigue siendo tu primera elección, ¿no? Daniel Amigo también ya tiene su trámite, ¿esto abriría la puerta a Jaime Jáquez o Juan Toscano? El problema es que no puedes jugar con ambos...
Sí, para esta ventana y las siguientes será Josh (Ibarra no podrá jugar frente a Dominicana por una lesión). Sobre todo, por la estructura que tenemos. Para el Preolímpico vamos a ver cómo se mueve todo. Vamos a luchar para que Juan o Jaime ya jueguen como mexicanos. Incluso, el mismo Josh, y así podamos contar con dos o tres mexicoamericanos. El problema es que son muchos: nos faltarían Isa Silva, Luke Martínez, Daniel Bejarano, J.J. Ávila. Nos encantaría contar con todos, pero lamentablemente, por las reglas, no puede ser así.
- Es decir, ¿harán el trámite para que Jaime Jáquez juegue como mexicano y no como naturalizado ante FIBA?
El Dr. Modesto (Robledo, presidente de Ademeba) ha hecho una gran labor en el tema político. Los expedientes están hechos. Hay que esperar que FIBA lo apruebe o no. No depende de nosotros. La gestión está hecha. Ahora, a esperar. Ojalá, porque sí necesitamos a uno o dos nuevos jugadores.
- ¿Has podido hablar con Jaime? ¿Te has reunido con él recientemente?
Tuve la oportunidad de estar con él en Phoenix. Fui a verlo jugar, platiqué con él, fuimos a cenar. Estuve con su papá también y él está encantado de regresar a la Selección. Ojalá sus compromisos y el físico se lo permitan. Él dice que, si termina físicamente bien la temporada, podría estar con nosotros.
- No te había preguntado antes por Juan Toscano, pero ahora sí hay tema. Él había renunciado públicamente a la Selección. Y, ahora, apareció en la preconvocatoria. ¿En qué momento cambió su discurso? ¿Hablaste con él para convencerlo de que regresara?
Juan quiere estar en la Selección. Las puertas nunca se le cerraron a nadie. Más bien, siempre estuvieron abiertas. Es bienvenido. Alguien que quiere aportar y jugar por México tiene las puertas abiertas siempre. El tema pasa por la regla. Me encantaría que pudieran jugar Jaime, Juan y Josh a la misma vez, pero no sabemos si va a ser posible. Juan está ahí, siempre va a tener su lugar porque se lo ha ganado.
- ¿La regla de FIBA es perjudicial para el basquetbol mexicano? ¿Crees que, sin ella, la Selección podría tener un mayor potencial?
Sin duda nos darían ese plus, porque son jugadores que ya están hechos, que tienen la calidad. Es parte del juego, son las reglas y nos adaptamos a ellas. Tenemos que trabajar en el reclutamiento: buscar a esos niños menores de 16 años y ayudarles a sacar el pasaporte para que sean parte de nuestra Selección. No podemos perder tanto talento que se ha desperdiciado en Estados Unidos.
- ¿Cómo va la recuperación de Daniel Amigo? Era un jugador esencial para tu esquema y lleva año y medio sin poder jugar, con la excepción de los cuatro minutos que tuvo en el Mundial...
Daniel es parte del proceso. Siempre va estar ahí. Es importantísimo. La rehabilitación va en paralelo con el Preolímpico. De hecho, la semana pasada los fisioterapeutas fueron a visitarlo a Tijuana. Está rehabilitándose en California. Va bastante bien. No quiere apresurar su recuperación porque es su segunda operación de rodilla. Nos encantaría que pudiera estar. Eso también cambiaría la estructura. Nos da otra perspectiva para ver si traemos a alguien más. Espero que los tiempos den y pueda agarrar ritmo antes del Preolímpico.
- Ya tienes rivales para el Preolímpico en Puerto Rico: Costa de Marfil y Lituania. Y, en el grupo alterno, Italia, Puerto Rico y Bahréin. Camino complicado, ¿no?
No va a ser fácil. Es un boleto a los Juegos Olímpicos. Lituania va con todo lo que tiene. (Domantas) Sabonis dijo que va a estar. (Jonas) Valanciunas, también. El cuadro que tienen allá abajo es impresionante. Si hacemos bien las cosas, si nos concentramos bien y seguimos el plan de juego... Les digo a los muchachos, hay que ganar tres partidos para estar en París. No es algo tan descabellado, porque ya le hemos ganado a potencias como Rusia, Estados Unidos, Brasil. Vamos por buen camino. La experiencia del Mundial nos va ayudar: nos sirvió de aprendizaje. Lo demostraremos este año.
- ¿En verdad es posible clasificar a los JJOO?
La verdad es que sí. No lo veo lejos. Los que me conocen saben que estoy convencido de clasificar. Es una cuenta que tenemos pendiente. Desde que empecé este proceso dije ‘vamos a ir al Mundial y a JJOO’. Si no será en 2024, será en 2028. Nos estamos acercando. Viene una nueva generación, muy atlética, con un tamaño diferente. Creo que un par de veteranos le pueden dar ese plus.
- ¿Qué lecciones del Mundial crees que sean aplicables para el nuevo proceso y, en específico, para el Preolímpico? Tienes una segunda oportunidad de jugar contra Lituania. ¿Qué aprendiste de ese partido en Filipinas para no repetirlo en esta ocasión?
El aprendizaje es que los buenos momentos tenemos que trasladarlos a que no sean sólo 20 minutos. Alargarlos, que sean 30-32 minutos de buen juego. Eso nos da para sacar los partidos. Es lo que he hablado con los muchachos. Mientras no mantengamos esa consistencia es difícil, sobre todo a ese nivel. Lituania no te perdona, Montenegro te penaliza; ambos tienen jugadores de otro nivel. Vimos el camino. Sabemos lo que tenemos que hacer. Debemos tener un enfoque diferente y jugar 40 minutos. Contra Montenegro fueron 34 muy buenos y en los últimos seis se abrió el partido. Cayó el ánimo después del de Egipto, porque veníamos de un 0-2; creo que fue el peor partido que he dirigido en estos tres años, pero lo que me gustó fue cómo se levantaron, cómo cambiaron el chip y para conseguir el pase al Preolímpico. Lo más fácil era regresar con 0-5 y dije ‘no, vamos a pelear’. Nueva Zelanda era un rival de cuidado. Se pudieron rescatar esas dos victorias. Lo que más me gusta de mi equipo es la fortaleza mental.
- ¿Cómo hiciste para rescatar el ánimo del grupo después de las tres derrotas? El partido contra Nueva Zelanda rozó la perfección y fue apenas dos días después de la derrota con Egipto...
Hicimos ajustes en ambos lados de la cancha. Era un tema más mental. Toqué fibras fuertes. Era el que quería estar, el que quería jugar, el que quería entregarse. Ahí se vio el cambio. Cómo defender desde el primer minuto hasta el ultimo y cómo pudimos mantener abajo a dos equipos que tienen experiencia. Por eso pudimos salir con la victoria.