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¡Insólito! Randy Arozarena se embasa y logra anotar con puro robo de almohadillas

El jardinero mexicano se aprovechó de un par de errores y llegó hasta Home para abrir el marcador.

Ciudad de México
JULIO AGUILARAFP

Los Tampa Bay Rays vencieron a los New York Yankees 7-4 en el último juego de la serie, para afianzarse al momento, con el segundo puesto en el Este de la Americana; mientras que los ‘Bombarderos del Bronx’ cada vez se hunden más en el registro, pues con solo 62 victorias, por 68 derrotas, son el conjunto sotanero de la misma división.

No obstante, y fuera de cómo terminaron las acciones entre estas dos escuadras, hubo una de ellas en particular digna de mencionar por aparte, y es que algo poco usual aconteció durante la primera entrada cuando Randy Arozarena, se encontraba en la caja de bateo.

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A lo largo de la temporada, el jardinero izquierdo de las Rayas ha sido uno de los peloteros más productores de toda la liga, pues no es un secreto para nadie que el peligro incrementa cuando el mexicano tiene el bate en las manos; acto que no fue la excepción para este choque y que dicho sea de paso, propició el inicio de la buena racha con que Tampa se mostró hoy.

¿Cómo fue la carrera que consiguió Randy?

El patrullero se encontraba listo para hacer válido su turno, conectó hit que le permitió llegar a la inicial y de ahí, el resto fue historia. Arozarena una vez en primera, aprovechó un lanzamiento rompiente que tocó el piso para robar segunda; un mal lanzamiento del catcher a la Intermedia le impulsó a robar tercera, y otro error del jardinero a la antesala le permitió robarse el Home. Sin duda, una clase magistral de cómo correr por los senderos.

El pleito que desató Arozarena

Con el partido ganado 6-4 al momento, en la baja de la octava y con Randy nuevamente al turno, Albert Abreu, Pitcher relevista de los Yankees, golpeó al mexicano y se vaciaron las bancas; sin embargo, todo se calmó segundos después pero no por mucho tiempo, debido a quelos ánimos se volvieron a calentar luego de un par de acciones que no le cayeron del todo bien al serpentinero.

Tras el pasaporte por golpe, el jardinero se volvió a robar segunda, y después la tercera, tal y como lo había hecho al inicio del juego; acción que por obvias razones, no le gustó a Abreu, y menos después del intercambio de palabras que Arozarena le soltó una vez se había posicionado en la esquina caliente, mismas que volvieron a sacar a los jugadores del dogout, pero que por segunda ocasión, no pasó a mayores.

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