Gael Bonilla: “Salí de Barcelona porque necesitaba jugar, no podía seguir otro año así”

Gael Bonilla (Ecatepec, 2003) apenas tiene 19 años. Edad suficiente para llenar las repisas si estás llamado a la grandeza. Campeón del Centrobasket Sub 17 de 2019. Jugador de Euroliga. Candidato al quinteto ideal de la AmeriCup 2022. Seleccionado nacional. El presente y el futuro del baloncesto mexicano. Bonilla, cuyo talento precoz ha sido objeto de estudio y admiración en el gremio basquetbolístico desde hace un lustro, sabe que el camino aún es largo pese a los anuncios de los pregoneros. El The Process mexicano habla.

- ¿Cómo te has adaptado a Capitanes?

Ha habido partidos en los que juego más y cada vez me siento mejor porque, al final, con pocos minutos, no puedo hacer varias cosas. Ramón (Díaz) cada vez me da más confianza, lo intento aprovechar al máximo, agarrando rebotes, jugando para el equipo, tirar. También tengo que intentar algún tiro extra para seguir creciendo como jugador.

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- ¿Por qué decidiste que Capitanes era el mejor destino para continuar con tu carrera?

En España era muy difícil seguir por el tema de contar como extranjero. La máxima liga en la que podía jugar era la LEB Oro, que es la Segunda División, por el tema de que los equipos en ACB (primer circuito del baloncesto español) no ocupan extranjeros tan jóvenes. Además, en Capitanes tengo más minutos que en el primer equipo del Barcelona. En Barcelona no los tenía y en Capitanes me están dando entre 10 y 15 minutos por partido y lo que necesitaba era jugar. No podía seguir otro año así. En Barcelona jugaba en el B y era la cuarta liga en España. Nada que ver con la G League. Además, en la G League... el físico, lo buenos que son los jugadores, me ayuda a seguir creciendo y dar lo máximo de mí también. Por eso, creo que es la mejor opción haber venido a Capitanes.

- ¿Cómo fue tu desvinculación del Barcelona? Por el comunicado de prensa en el que se anunció tu salida, parece que fue en buenos términos y dejaba abierta la puerta a que ambas partes se volverían a encontrar, ¿así fue?

Sí, fue en buenos términos. Al principio tienes que decirle al Barcelona si te quieres ir cedido o si te quieres desvincular del equipo. Ellos también tienen la decisión de decirte si sí o si no. También me dijeron que la era la mejor opción para mí porque los administrativos estaban viendo que no tenía minutos en el primer equipo por el tema extranjeros. Tenían muchos jugadores. Me dijeron ‘sí, vete, aprovecha a donde te vayas’. Al final no sé qué vaya a hacer en un futuro, pero creé una gran amistad con el Barcelona y, como decía en el comunicado, puede que en un futuro nos volvamos a juntar, o no, pero están las puertas ahí.

- ¿Cómo es tu relación con Ramón Díaz?

Es buena, tenemos una relación jugador-entrenador normal. No mucho más, no le pregunto cosas fuera del basquetbol, pero él sí que me está dando la oportunidad, la confianza de jugar. Me está metiendo en diferentes posiciones. Me tengo que adaptar rápido para estar más tiempo en pista. Es una de mis cualidades, jugar en varias posiciones. Si Ramón me dice ‘ahora vas de 5, de 4, de 3′, le digo que sí, que estoy listo. Y cuando juego me dice ‘muy bien, lo hiciste bien en esa posición’. Él también se sorprende de que juegue de 5, no es común de mí. Me dice que está contento por el trabajo.

- ¿Qué tan difícil ha sido adaptarte al baloncesto NBA, ya que tu formación ha sido casi totalmente con reglas FIBA? Las medidas, diferentes reglas, es casi un mundo distinto…

Lo más difícil ha sido lo de las medidas en la cancha. El triple, que está más lejos, y lo de la pintura, que cuentan los tres segundos. Me tardé un poco en adaptarme, porque allá siempre hacía la ayuda y estaba en la pintura. Una vez me marcaron tres segundos aquí porque no me acordaba; Ramón, en vez de enfadarse, me decía ‘recuerda que eso no se hace’. Se lo tomó, no bien, porque tampoco le gusta que el otro equipo anote con un tiro libre, pero él sabe que no me va a volver a pasar. Eso es lo que más me cuesta. Y el correr de un lado a otro. El intercambio de posiciones es muy rápido. Al principio era más difícil, pero me ayuda a crecer físicamente, a entrenar en el gimnasio más pierna, resistir más. Eso lo tuve que hacer para aguantar más corriendo de un lado a otro.

- ¿Es la G League el mejor camino para la NBA? ¿O piensas intentarlo también vía Europa? Está el ejemplo de Gustavo Ayón, que llegó a la NBA mientras estaba en el Fuenlabrada…

Mi mentalidad es regresar a Europa, seguir creciendo y tener minutos allá. En G League es más fácil subir, pero el tema que Capitanes es primer equipo y no una filial. Es más complicado que te llamen, creo. Al final, lo que quiero hacer es crecer físicamente y mejorar mi juego y regresar a Europa. No quito la posibilidad de que al regresar a G League busque entrenamientos en Estados Unidos para que sepan mi nombre.

- ¿La LNBP no está en tus planes?

No, no lo considero. Las temporadas son cortas. Ahora vine a Capitanes porque creo que era la mejor opción. Según iba a hacer toda la temporada en Barcelona y en diciembre dije que prefería irme a otro equipo y Capitanes me había dado una oferta. En LNBP, hasta dentro de unos años no lo veo aún, pero está ahí. Sé que me gustaría jugar en México para que mi familia venga a ver los partidos, estar cerca de casa, pero yo quiero seguir en Europa. Creo que es mi camino estar por allá.

- Tu llegada a Capitanes ha sido muy bien aceptada por la gente. ¿Qué mensaje tienes para una afición ‘capitán’ que cada vez tiene más arrastre en la capital del país?

Muy feliz porque la Arena se esté llenando cada vez más. Los partidos son una locura. Toda la gente gritando. Pocas veces he estado en una cancha con tanta gente apoyando al equipo en el que esté jugando. Muy agradecido con la gente e intento devolvérselos con un autógrafo, una foto. Siempre he sido muy agradecido. Que vayan a apoyar, que griten mi nombre. Te sientes muy bien recibido. No pensé que en tanto poco tiempo me fueran a recibir de estar forma y estoy muy feliz por eso.

- En Capitanes coincides con varios jugadores que estuvieron en la NBA. Incluso con estrellas de la liga, como lo fue Kenneth Faried. ¿Cómo te llevas con tus compañeros? ¿Qué te dicen?

Con el que más he hablado, que es exNBA y que me ha dado más consejos, es Gary Clark, y eso porque al final nos hemos sentado juntos en el avión. Me ha dicho que soy joven, que tengo la estatura, las habilidades, que siga entrenando muy fuerte porque me ve con posibilidades de que un equipo de NBA me hable en los próximos años. “Tú sigue haciendo este trabajo en el tiro, bote, físico, todo, porque puedes jugar de varias posiciones, eres polivalente”. Al final, que me lo diga un exNBA me motiva a seguir. Igual lo hago por mi cuenta, pero te motiva aún más a seguir haciéndolo. Muy agradecido con quienes me incluyen, más con los latinos, que me meten a su grupo de WhatsApp. Cuando van a comer me avisan siempre. Eso me hace sentir como estar en una familia.

- Cambiando de tema, Gael, Selección Mexicana. Viene la ventana FIBA más importante de todas. Clasificar o no el Mundial con esos partidos en Colombia y Uruguay…

Es una locura. A cada ventana que jugábamos se iban haciendo más importantes los partidos. Estoy muy contento con todo el trabajo que hemos hecho todos: Omar, los jugadores, el staff. Todas las ventanas que hemos hecho, los viajes que nos hemos comido, las horas en autobús, llegar por la noche y jugar el partido por la mañana. Ganar los dos partidos es lo que buscamos. Pase lo que pase, estoy muy contento por el trabajo que hemos hecho, pero nuestro objetivo, como lo es desde el día 1, es ir al Mundial. Tenemos las herramientas para ir. El equipo es una familia. Nos vamos de las ventanas y seguimos en contacto siempre. Eso hace que dentro de la cancha se note. Hemos tenido partidos que nos han bajado las ganas, como el de Colombia y el Brasil (ambas, derrotas en Chihuahua); el de Colombia fue una locura, porque al siguiente partido jugamos en Brasil y lo ganamos. No pueden detener a este equipo. El corazón que tenemos es otra cosa.

- ¿Quién es tu jugador referencia, Gael? ¿En quién te basas?

¿Mexicano? Gustavo Ayón. Me ha apoyado mucho. Ayón, como yo, ha jugado en Europa. Me veo un poco reflejado en él. Ha jugado en los mejores clubes del mundo y quiero seguir su camino de estar por muchos años en Europa y participar con la Selección en la mayor cantidad de eventos posibles. No tuve la suerte de poder compartir cancha con él, pero todos los que lo hicieron me han dicho que es un tipazo, que daba todo por el equipo siempre. En cada partido lo daba todo, aunque estuviera un poco lesionado. Daba unos codazos para poner la pantalla que dices ‘Dios mío’. Otro al que siempre he seguido es Carmelo Anthony, desde los Denver Nuggets, y también en los (New York) Knicks, que es mi equipo favorito.

¿Qué más hay de Gael Bonilla? ¿Qué música te gusta? ¿Qué te gusta hacer cuando no estás de la duela? Cuéntanos más de ti como persona antes que como basquetbolista…

Fuera de la duela, en Barcelona, intentaba salir al centro comercial, con mi novia, a conocer un poco más la ciudad. Imagínate, estar tantos años allá y no conocer nada. Quería viajar y conocer varios sitios que hay por allá y así lo hacía. Me iba por la tarde-noche con mi novia. También me gusta mucho jugar el Play(Station) y ver YouTube. Desde los 13 años siempre he estado solo, porque a esa edad me fui de casa, y lo que tenía más cerca era mi celular. Mientras comía, para no sentirme tan solo, se me hizo costumbre poner un video de YouTube mientras comía. Lo sigo haciendo. De música, la verdad escucho de todo. Me gusta la música de los 90, 2000, 2010; también el reggaetón de ahora.

- ¿Eres una persona solitaria, Gael? ¿Disfrutas de tu soledad?

Soy bastante solitario, sí, me he adaptado y me gusta estar solo. Al final, así es como te conoces mejor a ti mismo. Me ha ayudado a crecer como persona. Me ayudó a madurar más rápido. Si al final no estás bien contigo mismo será más complicado estar solo.