El poderío de Lituania y Jonas Valanciunas despide a México del Mundial FIBA
Jokubaitis y Valanciunas (15+12) hicieron valer su calidad para superar, sin demasiado apuro, a los ‘12 Guerreros’, que ahora jugarán sólo para mejorar su clasificación en el Mundial.
![Jonas Valanciunas hace un disparo frente a Josh Ibarra en el partido Lituania vs. México en el Mundial FIBA.](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/TBQFQFFK7P3K5ZC67EMFJOM4HU.jpg?auth=957a5849da9783b6f229c3ce80d26f7bf30bb2899a7b14afd42c684d1662333c&width=360&height=203&focal=2625%2C1925)
El final de una era. De una generación. De unos guerreros. La Selección Mexicana de Basquetbol sucumbió contra un rival incuestionablemente superior, en calidad y tradición, en número y poderío, en historia y alcance. De cabo a rabo, Lituania golpeó con mazo de hierro la duela del Mall of Asia y apeó a los ‘12 Guerreros’ del sueño mundialista. Esta es la realidad. También lo es que aún quedan tres partidos y una marca positiva que perseguir. Algo es algo.
Los primeros minutos fueron una pesadilla. Los ‘12 Guerreros’ se hallaron, de pronto, perdidos en la inabordable y hostil Kaunas. Párvulos en terreno inhóspito. Lo que Cruz e Ibarra fallaron, Sedekerskis y Valanciunas desquitaron. Primer parcial de 8-0. México, no obstante, revivió con su vieja arma, la fría puntería de Cruz y Girón (13+2+3, la nota alta de México), pero Ibarra y Jaimes seguían negados bajo el canasto. Sus pelotas hacían dolorosas gárgaras en el aro. El problema es que Jokubaitis, el operador de los controles del Barcelona, también tiene pólvora en los dedos (15+3). Eso y que en defensa México seguía más descoordinado que un disléxico: que Girón marcara a Valanciunas demuestra la tragedia táctica.
Los problemas de México para depositar la pelota continuaron con Bonilla y Gutiérrez. Parecía el aro estaba embrujado. O que no era un aro, sino un espejo de acrílico. 20-6 era la diferencia, entonces, de puntos en la pintura. El único camino era el triple, como suele ocurrir en el basquetbol actual. Orlando Méndez, que de ello sabe algo, lo intuyó. Resultó que México respondió al vasto repertorio lituano con small ball: doble guardia con Gutiérrez y Orlando, con Bonilla de alero. Con tal formación, los ‘12 Guerreros’ acortaron a doble dígito, pero la rotación volvió a quedar descompensada. Ninguna ayuda llegó a tiempo para siquiera divisar a Kuzminskas, un artillero. Bonilla tiró de amor propio y desatascó el aro a porrazos (seis puntos en fila), pero Jokubaitis no aceptó rebelión alguna. Una tapa de Gael, llena de pura furia y abrumo, cerró la primera mitad con una mueca.
Hasta que por fin Josh Ibarra y Paul Stoll sincronizaron en el pick & roll, herramienta olvidada durante todo el Mundial, México encontró fluidez en sus posesiones. Entró en combustión la Selección con alguno de sus fundamentos, como correr la duela, y alguna añadidura: el poderío de Ibarra, redimido ahora ante Motiejunas. 60-47. Pero siempre que los ‘12 Guerreros’ movían algún dedo, Valanciunas accionaba el gatillo para dar otro tiro de gracia. Pese a que Paco Cruz (10+2+3) por fin encontró el uno-contra-uno para derrotar a Motiejunas, quizá demasiado tarde, el sistema defensivo de Quintero seguía sin soportar las transiciones de Kuzminskas y Jokubaitis. 76-51 y, ahora, el milagro era una quimera. Una quimera filipina. Reducidos a un 35.6% de campo, 29.2% de triples, y 47/29 en rebotes, no hay mucho camino.
![México vs. Lituania | Mundial FIBA 2023](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/LJESLFKJPQCNTQHYSE3CMWM52I.jpg?auth=bce867c93fba04eaa3519b3150a8126b1bcf16eadb25a60eb56d5151028c88cf&width=360)
La valentía de Jorge Gutiérrez, que aún se batió en la duela para arrebatar un balón a Brazdeikis con desventaja máxima, y luego repitió, y Orlando Méndez, que aceptó todos los retos one-on-one no obstante inverosímiles, mantuvieron la dignidad de los ‘12 Guerreros’. Lituania sobrellevó el último parcial con mera inercia. El final de una era. De una generación. De algunos guerreros. Pero también, quizá, el inicio de algo.