El Negro Casas prefirió la lucha libre sobre el futbol

Uno de los luchadores considerado leyenda en México es el Negro Casas, el gladiador nacido en la Ciudad de México estará en la espectacular cartelera de Triplemanìa XXXII y junto a su misterioso equipo chocará contra el Dr. Wagner Jr. y su equipo. El ‘4: 40′ ofreció una entrevista a Max y Space que transmitirán este sábado la cartelera que se realizará en el Estadio de los Sultanes de Monterrey y que tendrá como lucha súper estelar el duelo por el Mega Campeonato de AAA entre Alberto ‘El Patrón’ y el estadounidense Nic Nemeth.

José Casas Ruiz de 64 años de edad recordó los momentos en donde el futbol se cruzó por su vida, “”Estaba terminando el CCH y tenía un amigo que su mamá trabajaba en el sindicato de la UNAM y ella nos sacó unas credenciales para poder ir nadar a la Alberca Olímpica de CU, entonces con ese amigo nos íbamos a la alberca, a los gimnasios de esgrima, lucha olímpica, karate, disfrutamos de los deportes. En ese entonces también estaba inmerso en el futbol y, desde que tengo uso de razón sabía que me quería dedicar al deporte”.

“Me llegué ir a probar al Centro de Capacitación, pero estaban muy duras las patadas, los tacos te pasaban zumbando y me dio miedo, no era el futbol llanero que yo practicaba, era un futbol más serio, todos querían quedarse para ser futbolistas y mejor dije: “mejor me voy a las patadas voladoras”, la verdad le saqué al futbol aunque era mi pasión, pero de verdad me dio miedo, además no me preparé bien para hacer mi prueba y me hubiera gustado que alguien me aconsejara”, mencionó el 4:40, quien agregó que el equipo donde probó suerte fue el Atlético Español, club que era dueño de su corazón.

“Yo iba de vago porque vivía muy cerca del Centro de Capacitación y después de ir a cuidar carros en el estadio Azteca me iba a ver entrenar al Atlético Español, era mi equipo y siempre iba a ver a entrenar a: Julio Aguilar, (Enrique) Vázquez del Mercado, Jesús Pimientas Rico, Juan Manuel Álvarez, Benito Pardo, JJ (José Juan) Muñante, y cuando pasaban caminando para la cancha les tocaba la pierna, olían a linimento y desde ese momento decía: “huelen bien padre”, algunos ya me conocían”.

El Negro Casas concluyó, “mi amigo de infancia es Juan Antonio Luna y me iba a ver luchar a Xochimilco. El Cabezón y yo somos de una colonia humilde en la sección 16, le decían el Piojo, a veces iba a la colonia con Cristóbal Ortega y se paseaban, después le perdí el rastro, ojalá volvamos a reencontrarnos”.

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