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Eduardo Nájera: “Si no estudiaba, no jugaba en la NBA”

Quien fuera el segundo basquetbolista mexicano en la NBA charló con AS sobre cómo utiliza su experiencia en la liga para cultivar talento joven en la NBA Basketball School.

Ciudad de México
David LeahMEXSPORT DIGITAL IMAGE

Los esfuerzos de la NBA en México han crecido en los años recientes con un objetivo claro: fortalecer el desarrollo del baloncesto A la robusta estructura que la Asociación ha instalado en el país (Jr. NBA, Coaches Academy, NBA Academy Latinoamérica) se ha sumado el NBA Basketball School, un programa de enseñanza de fundamentos básicos del baloncesto para niños y adolescentes de seis a 18 años fuera de Estados Unidos. La primera edición de la NBA Basketball School en México fue en 2021, la cual contó con la participación de Horacio Llamas, el primer basquetbolista nacional en llegar a la máxima liga. El instructor de 2022 fue Eduardo Nájera, quien militó en la NBA durante 12 años (2000-2012), repartidos en cinco equipos.

“La NBA Basketball School es una oportunidad para promover el basquetbol a nuestros niños y niñas. De observar su talento y también enseñarles los fundamentos. La pandemia nos afectó mucho por la inactividad física. Ahora estamos retomando (...) Tenemos el compromiso con ellos de darles las herramientas para que sigan entrenando y mejorando como basquetbolistas”, expresó el chihuahuense en entrevista con AS. El campamento de la NBA Basketball School 2022 en México se llevó a cabo del 15 al 19 de agosto, con la participación de 55 estudiantes, en las instalaciones de La Loma Centro Deportivo, en San Luis Potosí, sede desde 2021 de la NBA Academy Latinoamérica.

Una de las claves con las que Nájera, primer mexicano que entró a la NBA a través del Draft, se acercó a los aprendices fue el hincapié en su formación integral como atleta, en consonancia con el enfoque central de los proyectos del ecosistema NBA en México. Su experiencia habló por él: “El basquetbol lo tienes que estudiar. Algo que me mantuvo en la NBA por 12 años es que estudiaba a los oponentes. Y no solo a los rivales, sino a los jugadores; no solo de la NBA, sino de todo el mundo, porque también eran mi competencia. Tenía que estar preparado en todo momento. Cuando me enfrentaba a ellos ya tenía todo ese conocimiento para vencerlos dentro de la cancha. Esa minuciosidad me la dieron los estudios”. Nájera se matriculó en psicología en la Universidad de Oklahoma en su época universitaria (1996-2000): “Si no estudiaba no jugaba, tanto en colegial como en la NBA, tanto mis materias como el basquetbol. Así era la cultura en EEUU. Les dije que es importante jugar con estudios escolares porque con eso pueden desarrollar su mente; también necesitan esa inteligencia en la cancha”.

La NBA Basketball School funge como la vía de entrada al basquetbol. El plan de estudios contempla aspectos básicos del juego, sobre todo para los menores (6-12 años), quienes aprenden a botar y pasar la pelota; los mayores (12-18) reciben instrucción en sistemas ofensivos y defensivos, mecánica de tiro y ejercicios en equipo. “Al final, les enseñamos a competir entre ellos y que respeten al reglamento, a sus entrenadores, a sus compañeros, a los oficiales y al juego”, asegura Nájera. Si algún diamante en bruto surge de aquellas sesiones, los coaches de la Basketball School, ligados en su totalidad al staff de Operaciones Internacionales de la NBA, le brindarán seguimiento para potenciar sus aptitudes: “Si vemos a alguien que sobresale lo podemos canalizar a la Academia. Por eso se hizo en San Luis Potosí, donde está la NBA Academy ahora. Mientras tanto, los entrenadores mantienen contacto con ellos después del campamento para cerciorarse de que estén trabajando en sus habilidades y debilidades”.

“Capitanes, una gran oportunidad”

Para el segundo ‘tricolor’ en incursionar en la NBA, la participación de Capitanes de la Ciudad de México en la G League es la consecución de la plataforma 360° que la NBA ha establecido en uno de sus mercados prioritarios. Hay “educación basquetbolística”, detección de talento, cantera y, ahora, baloncesto profesional: “Estamos a un paso de la NBA ya. Tenemos cubiertas casi todas las fases. Estamos mostrándoles todo el camino para llegar”. La inscripción de Capitanes como una franquicia del sistema NBA no solo abre oportunidades a los jugadores, estima Nájera, sino a todo aquel que tenga una carrera ligada al basquetbol en cualquiera de sus facetas: “Es algo importante para entrenadores, para coordinadores de video, para ventas, para gerentes, para presidentes. Estar en G League implica un gran potencial. Es una muy buena ventana para profesionistas también”.

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