Diablos Rojos del México: Bicampeones de la LMB en temporada 100
Llegó el título 18 para la novena más ganadora de todo México. En su aniversario 85, los Pingos sellan una temporada que sin duda, ocupará un lugar muy especial en los libros de historia.
Los Diablos Rojos del México volvieron a escribir con letras de oro su nombre en la historia de la Liga Mexicana de Beisbol. En el marco de la temporada número 100, la escuadra escarlata se coronó bicampeona tras barrer a los Charros de Jalisco; consumando así, una gesta que revalida su estatus del: Equipo más grande del circuito.
El cuarto juego de la Serie del Rey no dejó espacio a dudas: los capitalinos salieron desde la primera entrada con el madero encendido y una mentalidad arrolladora. Carlos Sepúlveda abrió el camino con paciencia al conseguir pasaporte; seguido por Allen Córdoba, también regalado en base.
El sacrificio de Robinson Canó acercó a los corredores y puso la mesa. Fue entonces que Julián Ornelas conectó una línea por el jardín izquierdo que mandó a Sepúlveda al plato. Acto seguido, un elevado al cuadro se convirtió en doble out, pero permitió que Córdoba sumara la segunda rayita de la noche. Apenas en el amanecer del duelo, los Pingos ya ganaban 2-0.
La fiesta ofensiva continuó para la segunda entrada. José Pirela soltó un tablazo de doblete para encender de nuevo las tribunas escarlatas. Un toque de Rio Ruiz, combinado con un error en la inicial, abrió la puerta para que Pirela llegara barrido al home para la tercera carrera.
El “Haper” Gamboa se apuntó también con un extrabase y, tras un pasaporte más para Sepúlveda, combinado con un error en el central, permitió que dos carreras adicionales se sumaran al festín. Cuando Córdoba se instaló en la intermedia, la pizarra ya mostraba un contundente 5-0.
El golpe definitivo llegaría en la quinta entrada, con la experiencia y el poder extranjero como protagonistas. Canó encendió la ofensiva con un imparable sólido al central, y fue entonces cuando José Marmolejos sacudió la pelota para mandarla a viajar hasta los confines del estadio. El cuadrangular de dos carreras amplió la ventaja a 7-0 y prácticamente selló el destino del encuentro y de la serie.
El silencio en el Estadio Panamericano contrastaba con la algarabía de los aficionados capitalinos, que festejaban a distancia la coronación de su equipo. Charros dispersaba el ánimo con tres carreras en la octava, pero al final no serían suficientes.
Con este triunfo, los Diablos Rojos del México no solo refrendan su título de 2024, sino que lo hacen con una barrida implacable y en la temporada más simbólica de todas: la número 100 de la Liga Mexicana. Bicampeones (Copa 108 costuras), dueños de 18 títulos, y confirmando que, en la Serie del Rey, los Pingos se mueven con la misma naturalidad con la que el fuego consume todo a su paso.
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