Canelo Álvarez vs Dimitry Bivol: el legado se gana
Canelo Álvarez vuelve al semipesado para desafiar al campeón WBA Dmitry Bivol. Ya fue campeón en esa división tras noquear a Kovalev en 2019.
El destino no es una cuestión de azar, es una cuestión de elección”, esa es una de las frases que Saúl ‘Canelo’ Álvarez (57-1-2, 39 KO) lleva tatuadas en su espalda. En los últimos años, el mexicano se ha convertido en el mejor boxeador (deportiva y mediáticamente) del momento y ha predicado con el ejemplo. Tras firmar el contrato más lucrativo de la historia (365 millones de dólares por 11 peleas) decidió romperlo y ser el dueño de su destino. Marcando él cada paso logró ser campeón mundial en su cuarta división (semipesado) y después unificó el supermedio.
Los retos parecían acabarse para él, pero no, hay más. A sus 31 años parece no tener rival y repite una y otra vez su único objetivo en el boxeo: “Superar retos”. Sobre la mesa tenía dos: Jermall Charlo y Dmitry Bivol. El primero, con problemas con la justicia, dejaba dudas. Por ello eligió al ruso y ‘completo’ su año con la trilogía contra Golovkin en septiembre y un tercer pleito (sin rival todavía) en diciembre. Ganará 160 millones de dólares por esos tres pleitos. Es el rey.
La pelea contra Bivol (19-0, 11 KO), de este sábado, es compleja. El ruso, de 31 años, es diez veces campeón mundial WBA del semipesado (dos interinatos). Ese cinturón lo pondrá en juego. Es la segunda tentativa del tapatío en la división, pero es muy diferente. Kovalev llegó con 70 días de aviso y en declive. Bivol está en prime y ha tenido una preparación completa. El manejo de la distancia, la precisión y la movilidad son las principales bazas del campeón.
Álvarez mide diez centímetros menos que el ruso, pero solo tiene cuatro centímetros de desventaja en cuanto a envergadura. Canelo es experto en acortar la distancia e ir percutiendo con sus golpes curvos. Así ‘tala’ a sus rivales y después lo ejecuta. Al contrario de lo que pueda parecer, cuanto más sube de peso más pega y esas manos son letales. El aura de campeón también hace mucho. Tres de sus últimos cuatro rivales eran invictos, pero se hicieron pequeños contra el mexicano. Bivol es el siguiente paso para seguir agrandando su leyenda. El legado se gana.