Anahí Salas, la mexicana que es campeona del mundo en pádel

Anahí Salas es de esas atletas con las que el deporte mexicano ha sido muy ingrato.

En 2021, la padelista se coronó como campeona del mundo sub 18, o sea, la número uno de esta disciplina dominada por españolas y argentinas es mexicana en esta categoría, pero ese logro ha pasado de noche en nuestro país , donde no ha encontrado el apoyado para continuar ascendiendo en su carrera.

El estigma que señala al pádel como un deporte elitista ha provocado que Anahí vaya sorteando obstáculos para poder continuar su carrera, esa que quiere tener como feliz meta su incorporación al profesionalismo formando parte del World Padel Tour.

“Me gusta trabajar en silencio y que el éxito haga el ruido, es una frase que me encanta, la verdad, tristemente, es que sí falta apoyo. Soy campeona del mundo... me puse muy triste (por la falta de apoyo), me sacó de onda, falta muchísimo apoyo, me encuentro en esa barrera de que no hay nadie que quiera apoyarte, todo sale caro, falta un buen en esa parte pero, poco a poco, ojalá se vaya dando”, dice, optimista, la padelista en entrevista con AS México.

LA FAMILIA, SIEMPRE LA FAMILIA

Y como siempre sucede en estos, es la familia la que saca el pecho para cumplir con el papel que le correspondería a las autoridades deportivas.

“Mi único apoyo son mis papás, literal. Las autoridades no consideran el deporte (pádel), no lo toman en cuenta, te dan tu aplauso, pero no como te lo deberían de dar”, señaló.

El poco presupuesto con el que cuenta Salas la ha llevado a ser muy selectiva con las competiciones en las que participa.

“Ese año, estuve activa pero no como hubiera querido porque el dinero se va acabando, es mucho gasto, tuve que elegir bien los torneos donde participar”, explicó.

Anahí tuvo que convertir su hobby en emprendimiento para obtener fondos que le permitan financiar sus viajes a competencias:

“Hice mi pequeño negocio, emprendí, tomo fotos, me metí a un curso, es como mi hobby, y de ahí estoy tratado de sacar fondos, le tomo fotos a mis compañeras y amigos”, compartió.

DISCIPLINA, LA CLAVE

Salas se enfrenta día a día con las tentaciones propias de una adolescente. Las fiestas, desveladas y demás le rondan, pero ella tiene muy claro que, para ser la mejor en su deporte, la disciplina debes ser su mejor credencial.

“Lo hago porque me apasiona, lo amo, se me han ido dando las cosas, también porque he puesto de mi parte, disciplina, sacrificios, son muchas competencias y saber cómo organizarte porque siempre he llevado mi deportiva con la académica y eso me ha formado como deportista, como estudiante y persona”, mencionó.

Y agregó: “siempre le doy gracias a mis papás porque me inculcaron el deporte desde muy pequeña, pero siempre hay tentaciones, y más a esta edad, pero yo solo invito a todos a que prueben el deporte y la competencia, porque, para mí, es una adicción, no tengo tiempo para tentaciones, no caigo en ellas porque megusta lo que hago”.