Oleg Salenko, de Rusia, anota cinco goles ante Camerún, récord histórico en un partido de Mundiales
El Mundial de Estados Unidos 1994 nos dejó una estadística goleadora que hasta el momento nadie ha podido igualar.
En Copas del Mundo casi siempre recordamos al equipo campeón y su plantilla, sin embargo, en cada edición hay futbolistas que crean su propia historia, uno de estos “olvidados” es Oleg Salenko, delantero ruso que marcó cinco goles en un partido, logró que no ha podido ser igualado.
En el Mundial de 1994, Rusia compartió el Grupo B con Brasil, Suecia y Camerún; perdió sus primeros dos duelos, 2 a 0 frente a la canarinha y 3 a 1 contra los suecos. Llegaron eliminados a su último duelo al igual que su rival, nada se jugaban, aunque, nos terminaron por dejar una estadística que hasta el momento es única.
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El delantero que militaba en aquel entonces en el Logroñés encaraba el último duelo de su selección en fase de grupos con la ilusión de alcanzar una muy difícil clasificación. La sed goleadora de Salenko de inmediato comenzó a mostrarse en la cancha y apenas a los 15 minutos logró su primer gol.
Parecía un animal hambriento cada que apareció cerca del arco y así fue como lo demostró. Logró cinco goles, tres en el primer tiempo y dos más en el complemento. “Durante el partido no pensaba en el récord. Dijeron algo por la megafonía, pero al estar concentrado en el juego no lo oí muy bien”, expresó en su momento el atacante, quien no dimensionó su logro hasta tiempo después.
Aquellos cinco goles le valieron para sumar seis en total, pues un juego antes anotó en la derrota ante Suecia por 3-1. Con dicha marca se convirtió en campeón goleador de la justa sin siquiera haber avanzado a siguiente fase, en conjunto con el histórico Hristo Stoichkov.
Aquel récord también fue espectador de otra gran marca, la de Roger Milla, quien en el mismo partido logró anotar el gol de la honra por parte de Camerún a los 42 años y 39 días al minuto 46.
Su logro lo llevó al Valencia meses después, aunque nunca pudo mostrar la calidad de aquel partido mundialista. Sus recurrentes lesiones de rodilla hicieron que su olfato goleador decayera hasta que dio fin a su carrera en 2001.