Necaxa vence a Seattle Sounders y califica a la siguiente fase de la Leagues Cup

El Necaxa salía al Lumen Field a matar o morir, pues, no había mañana para los nacionales, si querían mantenerse en la lucha de conquistar la Leagues Cup. El once verde, blanco y rojo realizó los deberes y se colocó en el sitio más alto del grupo seis, en la conferencia oeste.

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Desde muy temprano en el partido, el ataque fue primordial para los dos bandos. Los Rayos estaban obligados a ganar, mientras que el plantel local podía llevar mejor el ritmo de la batalla. Sin embargo, ambos estaban decididos a encontrar los goles que los acercaran al objetivo de avanzar a la siguiente ronda.

Antes de los diez minutos, el combinado estadounidense ya había conseguido dos anotaciones, aunque solamente una había subido al marcador. Una descolgada por el costado de la derecha incursionó a Obed Vargas al área grande y cruzó fuertemente al guardameta, con lo que les dio la ventaja a los suyos.

Poco más tarde, el cuadro vestido de verde mantuvo el pie en el acelerador y obtuvo la segunda diana, no obstante, tras una eterna revisión de más de cinco minutos, el Asistente de Arbitraje Virtual (VAR, por sus siglas en inglés), optó por anularlo y mantener con vida a la oncena mexicana.

A sabiendas de lo vivido, los hidrocálidos buscaron hacerse presentes en el Lumen Field y aún pensar en calificarse a la siguiente etapa. Al 24′, José Paradela, cerca del borde del rectángulo rival, evadió un par de piernas contrarias para tocar en corto con Agustín Palavecino, quien no tardó en decidir y pateó desde ahí. Pese a la incredulidad de muchos, los necaxistas ya estaban presentes en el tanteador.

Posteriormente, con todo y la presión que existía, el juego aterrizó en una tónica de menor intensidad, donde los equipos priorizaban el trabajo defensivo. Empero la preferencia por no recibir más goles, una descolgada perfecta, llevó a los Once Hermanos a conseguir darle la vuelta a los cartones, antes de llegar al descanso.

Una salida prodigiosa abrió la puerta para culminar un contragolpe “de librito”. Jesús Alcantar, playera 6, abrió el balón desde el punto penal de su propia parcela; en la esquina del área Bryan Garnica tocó hacia el centro del campo, para que el autor del primer tanto retara la velocidad de su compañero y compatriota, José Paradela; el 10 argentino dejó botar el esférico y, tan pronto se afianzó la pelota al césped, conectó de pierna derecha para dejar a Diber Cambindo, uno contra uno, frente al arquero.

Así, 60 segundos antes de llegar a los 45′ del primer tiempo, el killer colombiano definió con la cara interna del botín izquierdo, a lo que el guardavalla enemigo, no pudo hacer más que estirar brazos y piernas – al más puro estilo de portero de balonmano – pero sin encontrar éxito alguno en la maniobra.

Producto de la necesidad por encontrar el empate, los norteamericanos modificaron para ir con mayor determinación a la ofensiva, pero descuidaron el sector más bajo. Los minutos continuaron su marcha y, cada vez más cerca del silbatazo, la desesperación washingtoniana, derivó en el último clavo de su ataúd.

Ya en los instantes de compensación, la escuadra dirigida por Eduardo Fentanes se plantó en campo rival y, después de ciertos rebotes, Kevin Rosero aprovechó para disparar fuerte y a la zona más alta de la portería y culminar con la esperanza de los Sounders.

Finalmente, esa última anotación también funcionó para que el conjunto tricolor le arrebatara la primera plaza los de las barras y las estrellas y poder ingresar, ante un contrincante más accesible, a la fase de dieciseisavos de final.