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Richard Sánchez repite la condena, pero sin la grandeza del América

El mediocampista paraguayo se fue de Coapa en busca de minutos; sin embargo, en Argentina corrió con la misma suerte, además de no lograr campeonar.

Richard Sánchez repite la condena, pero sin la grandeza del América
Sebastián Gómez
Egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, labora en la redacción de AS México, con cobertura de Fútbol Nacional, así como principal atención a los atletas mexicanos que se desarrollan en el resto del mundo bajo cualquier disciplina. Es un amante del deporte en general principalmente del Baloncesto, Fútbol Americano y Béisbol.
Ciudad de México Actualizado a

Cambió de camiseta, de país y de proyecto, pero no de destino. Richard Sánchez salió del América en enero pasado buscando minutos y protagonismo; terminó encontrando la misma banca, aunque ahora sin títulos que la maquillen. El paraguayo repite la condena de la falta de continuidad, pero lejos de la grandeza azulcrema que, al menos, le permitió cerrar ciclos con gloria.

En Coapa, Sánchez fue perdiendo terreno poco a poco. Ya no era indiscutible, ya no mandaba en el mediocampo, pero cuando apareció, dejó huella. En su último torneo con las Águilas, el Clausura 2025, apareció cuando más importaba: gol en la final y participación clave para un título más en la era dorada americanista. No era titular fijo, pero era campeón. Y no una, sino tres veces: Apertura 2024, Clausura 2024 y Apertura 2025.

Richard Sánchez repite la condena, pero sin la grandeza del América
Richard Sanchez celebrates his goal 0-1 of America during the final second-leg match between Monterrey and America as part of the Torneo Apertura 2024 Liga MX at BBVA Bancomer Stadium, on December 15, 2024 in Monterrey, Nuevo Leon, Mexico.Jorge Martinez

La historia en Racing, en cambio, ha sido otra. Llegó como refuerzo de invierno con la promesa de un nuevo comienzo y terminó diluido en la rotación. De 16 partidos de la temporada regular, apenas vio acción en seis, sumando 339 minutos. En la liguilla, el escenario donde se forjan las reputaciones, ni siquiera pisó el césped: cuatro partidos desde la tribuna, como espectador de lujo; además claro, de no ser convocado para la final ante Estudiantes de este sábado, misma donde cayeron en penales.

La paradoja es clara. Con América, Sánchez jugaba cada vez menos, pero celebraba campeonatos. Con Racing, juega poco y no celebra nada. El mediocampista repitió el problema que lo empujó a salir de México, pero perdió el contexto que hacía soportable la espera: un equipo dominante, acostumbrado a ganar y a competir por todo.

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Richard Sánchez buscó minutos y encontró silencio. Buscó protagonismo y halló invisibilidad. La condena se repite, sí, pero esta vez sin la red de seguridad que ofrecía el América: la de los títulos, la de las finales y la de la historia. Porque no es lo mismo esperar en la banca de un tricampeón que hacerlo lejos de la gloria.

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