Para Ignacio Calderón fue un honor compartir la cancha con su “ídolo”, Antonio ‘La Tota’ Carbajal
El exportero de Chivas, Leones Negros y Atlas, aseguró a AS México, que siempre habrá un antes y un después con la trayectoria del guardameta.
Para una leyenda del fútbol mexicano como Ignacio “Cuate” Calderón, exportero del campeonísimo Guadalajara, U. de G. y Atlas, fue un privilegio y honor haber compartido la cancha por tantos años con otra leyenda del balompié azteca como Antonio “La Tota” Carbajal, quien falleció este martes 9 de mayo, dejando un legado indiscutible en las canchas de nuestro balompié.
En charla con AS México, el llamado “Cuate” Calderón, lamentó el deceso de su “ídolo”, con quien compartió vestidor en ‘El Tri’ y quien recogió su estafeta: “Escuchaba por radio desde niño los partidos de la Selección del Mundial del ‘58 y el portero era Antonio Carbajal, ‘El Cinco Copas’. A mí me tocó la última en el Mundial de Inglaterra ‘66, su quinta copa. Fuimos compañeros, tuve la fortuna de estar con el como compañeros, como colegas, como compañeros de la portería en un puesto tan importante. Fuimos compañeros por algún tiempo, ya que no fue solo el Mundial, sino desde las eliminatorias para esa Copa del Mundo”, expuso. Calderón disputó los primeros dos encuentros de Inglaterra ‘66, ante Francia e Inglaterra, y Carbajal cerró la participación alineando en el cierre de la fase de grupos para ‘El Tri’, contra Uruguay.
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- ¿Cual es su legado?
Para mí, ha sido el mejor portero que ha habido en el fútbol mexicano en su tiempo. Ahora escucho que dicen que alguien es el mejor portero de todos los tiempos y no se puede decir eso, porque cada época es diferente. Recuerdo a ‘Toño’ desde niño cuando estaba jugando el Mundial de 1958 y quién iba a imaginar que iba a estar de su compañero. Pero no solo en el Mundial, sino desde atrás, en las giras antes del Mundial 1966 hicimos una muy bonita amistad y después llegué a ir a León y lo procuraba. Nos fuimos a comer donde siempre eran bromas y risas.
Tenía mucha amistad con él, con una leyenda como él, porque uno como chamaco que apenas empezaba a jugar en la Selección cuando él ya era un grande... fue todo un suceso.
- ¿Un tributo a un maestro?
Así es, es que jugar cinco Mundiales y más en ese entonces... fue el primer jugador en que cumplió cinco copas. Ahora ya hay muchos que llevan cinco Copas, pero la época es diferente, hay más partidos, te ve más gente, la tecnología está a flor de día. Todo mundo te ve y te reconoce, pero en esa época, no. Todo era por radio y para mí ha sido el más grande arquero de todos los tiempos.
- ¿Qué te enseñó?
Platicaba mucho con él. Me daba mucho ánimo, no me decía ‘tienes que caer así o hazle así', porque cuando uno llega a una Selección ya se tienen los méritos para estar ahí, pero me llamaba mucho la atención que me apoyara mucho. ‘Vamos Nacho, tú puedes’. Me daba ánimos y yo chamaco, porque tendría 22 años cuando estaba jugando el Mundial de 1966, y sabiendo que Carbajal era mi compañero y que estaba en los entrenamientos viéndome, porque en esa época los delanteros nos tiraban a gol y nos turnábamos cuando lo hacían. Entonces, trataba de estar el mayor tiempo en la portería. Hacíamos esa clase de entrenamientos y te daba muchos ánimos.
- ¿El fútbol mexicano hoy pierde una leyenda?
Claro, no hay duda. Ha sido uno de los más grandes porteros que ha tenido México.