Los favores que FIFA le pide a México: “limpieza social” cerca del estadio y transporte gratuito

Los preparativos del Mundial 2026 en México no solo pasan por lo deportivo y a meses de vivir la tercera edición de una Copa del Mundo en territorio Azteca, han salido a la luz algunas de las cláusulas con las que deberá contar el país para albergar tan magno evento una vez más.

De acuerdo con la investigación presentada por la periodista Peniley Ramírez, el país firmó acuerdos con la FIFA que lo obligan a asumir una serie de responsabilidades económicas y legales que van mucho más allá de la organización del torneo.

En el programa: Aristegui en Vivo, Ramírez explicó que revisó dos convenios idénticos firmados en Zúrich, en junio de 2022, uno correspondiente a Monterrey y otro a la Ciudad de México, además de un documento federal de garantías fechado en junio de 2025. Los textos fueron suscritos por autoridades locales y federales como parte del proceso para asegurar las sedes mundialistas.

Uno de los ejes de los acuerdos es la condonación de impuestos. “México se compromete a una extensión total de impuestos a la FIFA” señaló la periodista; lo que implica que el organismo no pagará cargas fiscales por sus ingresos comerciales en el país. El beneficio se amplía a una figura denominada “clientes FIFA”, un término abierto que permitiría extender la exención a terceros privados sin una lista definida.

“Limpieza social y renuncia a la inmunidad”

De igual manera, el impacto también se refleja en el gasto público. México deberá financiar la “limpieza social de dos kilómetros a la redonda de los estadios y cierres viales para continuar con la logística”, dicho en otras palabras: eliminar comercio informal, cubrir señalización, logística, control vial y facilitar instalaciones a la FIFA. Además, se comprometió a garantizar transporte público gratuito para los asistentes. “Todas las personas que vayan al estadio pueden tomar transporte público, sea metro o metrobus, sin ningún costo”, añadió Ramírez.

En materia jurídica, los compromisos son igual de amplios. Los convenios establecen que México renuncia a llevar disputas a tribunales nacionales y acepta resolverlas en “tribunales internacionales”. A esto se suma que “México renuncia a la inmunidad”, una cláusula que abre la puerta a sanciones o embargos en el extranjero en caso de conflictos legales.

Para la periodista, el punto más delicado está en la cláusula que deja abierta la puerta a nuevas exigencias. “La FIFA unilateralmente podrá agregar otras obligaciones a los contratos… y México tendrá que aceptar”, advirtió. Esa disposición, subrayó, convierte los acuerdos en un auténtico “cheque en blanco” y refuerza la necesidad de transparencia sobre el costo real de ser sede del Mundial 2026.

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