Las dos etapas anteriores de Javier Aguirre: de la resurrección al naufragio mundialista
‘El Vasco’ llegó como rescatista en sus dos procesos anteriores con la Selección Mexicana. Ambos finalizaron con eliminaciones en las Copas del Mundo de 2002 y 2010.
Javier Aguirre dirigirá por tercera ocasión a la Selección Mexicana de Fútbol. Y, por tercera ocasión, llegará a la mitad de un ciclo mundialista, como ‘bombero’. ‘El Vasco’ jamás ha tomado la dirección técnica del ‘Tri’ durante un proceso completo de cuatro años: la Federación ha sucumbido una vez más a la fama de Aguirre como un rescatista, un cirujano milagroso, un capitán capaz de enmendar un navío a la deriva. Tercer salvamento para el capitalino.
Las dos experiencias anteriores de Aguirre como timonel del ‘Tri’ duraron un año. La urgencia era absoluta en ambos casos: la Selección corría serio riesgo de no clasificar a las Copas del Mundo de 2002 y 2010. Y ‘El Vasco’ corrigió las cosas a corto plazo las dos veces. Pero...
En 2001, dejó el Pachuca en emergencia para sustituir a Enrique Meza, tras una goleada en Honduras (3-1) que había colocado a México en el quinto lugar, de seis, en el hexagonal eliminatorio de Concacaf rumbo al Mundial de Corea-Japón. ‘El Tri’ no tenía ya margen de error: con sólo cuatro puntos en cinco jornadas, no podía darse el lujo de perder un sólo partido si es que quería asistir a la máxima cita en Asia. Aguirre obró el milagro: con sólo cuatro días de trabajo y una revolución en su plantilla (apeló a una base de jugadores de Cruz Azul y Pachuca, los dos clubes en mejor estado de forma de la liga) encauzó una victoria agónica frente a Estados Unidos en el Estadio Azteca (1-0) y, después de la Copa América 2001, en la que consiguió el subcampeonato, recolectó sendos triunfos en Jamaica (1-2) y sobre Trinidad y Tobago (3-0). Un cardíaco empate en Costa Rica (0-0) preparó la escena para la última jornada: bastaba un empate contra Honduras y el resultado fue más que satisfactorio: 3-0 con doblete de Cuauhtémoc Blanco.
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El fútbol mexicano acostumbra a vivir el mismo día varias ocasiones. Ocurrió en 2009. Déjà vu. La FMF abortó el proceso del sueco Sven-Göran Eriksson después de tres fechas en el hexagonal final (dos derrotas y una victoria) camino a Sudáfrica 2010. Tal como en 2001, una derrota en Honduras fue la causante. Aguirre volvió a tomar el testigo, después de su abrupta salida del Atlético de Madrid. Su estreno fue desalentador: tropiezo en El Salvador (2-1) que complicó aún más las opciones de México para clasificar al Mundial. Después, la fórmula volvió a resultar: un reajuste a las convocatorias, Cuauhtémoc Blanco como salvador, y una nueva actitud, más combativa, apuntalada por el talento en ciernes de Giovani dos Santos y Carlos Vela. ‘El Tri’ se sobrepuso poco a poco: venció a Trinidad y Tobago (2-1), resurgió in-extremis contra Estados Unidos en el Azteca, tal como en 2001 (2-1, gol de último minuto de Miguel Sabah); volvió a tomar aire en Costa Rica (0-3); y sometió a Honduras (1-0), antes de confirmar su boleto a Sudáfrica en goleada de venganza ante El Salvador en el Coloso de Santa Úrsula (4-1). Había vuelto a pasar.
Cuando la FMF esperaba el milagro, ocurrió. Dos veces. Aguirre no podía fallar y no lo hizo: en 2001 no perdió un sólo partido y en 2009 sólo cedió en su re-estreno, en El Salvador. De 12 cotejos eliminatorios sin apenas margen de error, ‘El Vasco’ perdió uno, empató dos... y triunfó en nueve. El bombero por excelencia.
Aguirre en los Mundiales: misma historia
Las dos épocas de Aguirre son un espejo de sí mismas. La segunda parte copió la narrativa de la primera casi con exactitud. La expectativa que causó la resurrección en Concacaf no correspondió con el desempeño del equipo en las Copas del Mundo. En 2002, ‘El Tri’ deslumbró en la fase de grupos: cerró invicto como líder del grupo G al derrotar a Croacia (1-0) y Ecuador (2-1) y lograr un meritorio empate frente a Italia en un duelo en el que se presentó con superioridad. Todo se derrumbó en los octavos de final: el encuentro en Jeonju, contra Estados Unidos, es uno de los episodios fatídicos por excelencia en la historia del fútbol mexicano. El planteamiento táctico de Aguirre y sus controvertidas sustituciones (el veterano Luis Hernández en lugar de Ramón Morales; García Aspe por Gerardo Torrado) aún son motivo de debate. El ‘Team USA’ venció 0-2 con tantos de Brian McBride y Landon Donovan.
‘El Vasco’ tendría oportunidad de revancha en 2010, pero la suerte tampoco acompañó. La primera ronda fue un tanto más inestable que en 2002: sacó un amargo punto en el partido inaugural ante la anfitriona Sudáfrica (1-1), apeó a la vigente subcampeona Francia con un despliegue de buen fútbol (2-0) y se quedó sin respuestas contra la Uruguay de Forlán-Suárez-Cavani (0-1). El cruce de octavos de final, como sublíder del grupo A, lo cuadró con la Argentina de Maradona y Messi: el resultado fue otra eliminación en la fase de siempre a manos del rival de siempre (3-1). La estampa de Aguirre, con la cara oculta tras la visera de una gorra en plena conferencia de prensa en Soccer City, ilustró la debacle y aún es motivo de indignación en la afición. Aquella comparecencia sepultó su imagen por mucho tiempo en México. Su apuesta por Guillermo Franco en detrimento de Javier ‘Chicharito’ Hernández en el frente de ataque, la alineación de Adolfo Bautista para enfrentar a Argentina, y el nombramiento de tres capitanes en paralelo son tres decisiones que aún son cuestionadas por la opinión pública.
Entre medias, Aguirre ganó una Copa Oro (2009) y llegó a una final de Copa América (2001). Pero su legado, contradictorio, se divide entre sus hazañas en Concacaf y su extravío mundialista. En el imaginario colectivo pesa más la segunda.
Los números del ‘Vasco’ con la Selección Mexicana
En su primera etapa, junio 2001-junio 2002, Aguirre comandó 27 partidos con marca de 17 victorias, tres empates y siete derrotas. 40 goles a favor y 19 en contra.
En la segunda, de junio de 2009 a junio de 2010, ‘El Vasco’ dirigió 32 cotejos: 19 triunfos, siete igualadas y seis descalabros. 60 tantos anotados, 24 encajados.
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