La frustración de los penales decisivos para Chivas
El recuerdo que aún pesa en la memoria rojiblanca y se revivió tras el fallo de Chicharito.
Uno de los episodios más dolorosos para el Guadalajara en la era de torneos cortos ocurrió en el Invierno 1998, cuando aquel equipo conocido como las Súper Chivas sucumbió en la final frente al Necaxa. La postal que quedó incrustada en la afición apareció en la tanda desde los once pasos y Alberto Coyote falló un penalti después de que Luis García rechazó ejecutar el disparo en el Estadio Jalisco.
De la misma manera, otro de los ídolos rojiblancos, Javier ‘Chicharito’ Hernández repitió una acción similar en el enfrentamiento más reciente del Guadalajara, ante el Cruz Azul, en la batalla correspondiente a la vuelta de los Cuartos de Final, del Apertura 2025.
Un cuarto de siglo después, el exdelantero explicó lo que atravesó aquella tarde en la cancha tapatía. Admitió que la falta de confianza lo llevó a declinar el cobro definitivo, debido a una serie de fallas que lo persiguieron durante la serie por el título.
“Yo sí soy muy responsable de esa Final, porque fuimos al Estadio Azteca y yo fallé como cuatro o cinco. Vamos al partido de Vuelta y volvemos a generar y viene el pinche penal ese. Estaba junto a Coyote y me dice: ‘vas o voy’. Yo ya había fallado muchas en el Azteca y otras y me dije: ‘no la voy a meter’, pero él me puso el centro”, relató.
El antiguo atacante añadió que la indecisión influyó de forma determinante. Reconoció que, si su compañero no le hubiera consultado, habría tomado el balón pese al temor.
“Si no me pregunta, obviamente voy, cagado de miedo y lo hubiera tenido que tirar y no sé qué hubiera pasado. Pero no sé por qué me pregunta y le dije: ‘vas, cabrón’. Luego Claudio (Suárez) me voltea a ver y le digo: ‘wey, quería tirar Coyote’ y la tiró peor que mi hijo de ocho años. Pinche tiro horrible”, expresó en la plática con Ricardo Peláez en YouTube.
Finalmente, el conjunto rojiblanco terminó por perder la cotejo decisivo contra el cuadro dirigido por Raúl Arias y dejó ir la posibilidad de sumar su undécimo campeonato. Esa estrella llegó ocho años más tarde, aunque el episodio de 1998 permaneció como uno de los capítulos más crudos en la memoria del club.
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