Guion reciclado en la Liga MX

La Liga MX volvió a demostrar que, a veces, el fútbol se mueve en ciclos. Las semifinales disputadas este sábado 6 de diciembre dejaron una sensación de ‘Deja Vu’, pues de cierta forma, ya habíamos visto este desenlace antes. Los mismos protagonistas, las mismas formas, y hasta los mismos marcadores.

Toluca no es mejor que Monterrey

En el Nemesio Diez, Toluca firmó su pase a la final tras empatar 3-3 en el global ante Monterrey. La fórmula para el resto, es ya conocida: los Diablos, líderes generales del torneo, aprovecharon el criterio de posición en la tabla para avanzar; lo llamativo es que la escena es casi una copia del torneo anterior.

En aquel Clausura 2025, los Diablos Rojos también eliminaron a Rayados por empate global (4-4) y también cerrando en casa gracias a haber terminado como líderes. La única diferencia fue que dicha eliminación se dio en cuartos de final. El resultado, sin embargo, fue el mismo: Monterrey volvió a quedarse fuera sin perder… y Toluca volvió a avanzar sin ganar; bien lo dijo Paulinho “Hay que organizar mejor la liguilla”.

Tigres, la enfermedad de Nicolás Larcamón

En la otra llave, Tigres confirmó su solidez en liguilla empatando 2-2 en el global con Cruz Azul. La posición en la tabla volvió a inclinar la balanza, pues los felinos terminaron segundos en el torneo regular, por encima de la Máquina (tercer lugar), lo que les bastó para meterse a la final.

Pero aquí también hubo un detalle que remite al torneo pasado. Nicolás Larcamón, ahora técnico de Cruz Azul, ya había quedado eliminado en semifinales por Tigres un semestre atrás, entonces dirigiendo a Necaxa y también por un 2-2 global. Cambió el equipo, cambió el plantel, cambió el escudo… pero el desenlace fue exactamente el mismo.

Una final marcada por repeticiones

Toluca y Tigres llegan así a una final que parece construida con los mismos fragmentos del torneo anterior. Ambos clubes avanzaron sin ganar sus eliminatorias y ambos fueron favorecidos por su posición en la tabla. La diferencia es que ahora se cruzan entre ellos para definir al campeón.

La historia se repite, sí. Pero esta vez, el título no se resolverá por criterios: solo uno levantará la copa y deberá hacerlo en la cancha.

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