Chivas

Gómez Junco se arrepiente de haber iniciado la histórica bronca en la semifinal del 82-83

El analista dice que eso derivó en no poder jugar la gran final contra Puebla; en un año vivió la gloria y el infierno con la playera tapatía.

Roberto Gomez Junco 1983MEXSPORT

A cuatro décadas de distancia, el actual analista y talento de la cadena ESPN, Roberto Gómez Junco reconoció a AS México que de haber sabido las consecuencias de la gran bronca de la semifinal de la temporada 1982-83 en donde Chivas le propinó al América quizá la derrota más dolorosa en su historia sobre todo porque eso derivó en que fuera suspendido y no pudiera jugar la gran final contra Puebla, no habría provocado nada.

Tal vez hubiese festejado distinto, si he sabido que eso iba a derivar en mi suspensión, si he sabido que eso me iba a impedir jugar la final, claro que habría actuado distinto, en ese momento solo me nació festejar el tercer gol anotado por Sammy Rivas y donde le di el pase donde prendió muy bien el 3-0 que ya finiquitaba el asunto, para fue una reacción natural, me entiendo a mi mismo, porque tenía 27 años, hace 40 años precisamente”, destacó.

¿Pero esa reacción fue la consecuencia de que los del América les habían festejado de esa manera en el juego de ida en el Jalisco?

Más bien fue consecuencia de todo lo que habían declarado antes del juego de ida, ya que después de que nos ganan siguieron menospreciando a Chivas, siguieron diciendo que el juego era de trámite, dijeron que sabían que ellos no nos iban a ofrecer pelea, estamos pensando en la final, había declaraciones de los del América en ese sentido y quizá eso propició que me naciera ir a festejar de esa manera.

Y añadió que “fue algo que no estuvo bien, pero por otro lado creo que eso influyó en que iniciara la bronca, pero fue una bronca donde yo no golpeó a nadie, sino que trató de evitar que me golpeen, porque al salir siete u ocho del América contra mi, me quieren pegar y solo me defiendo, por lo que vieron que era ventajosa la cosa y se fueron a otro lado de la cancha a tirarse golpes porque ya se había desatado la bronca”, destacó.

¿Cuándo viste la bronca ya después, que dijiste, sobre todo por tu forma de pensar?

Solo pensé en que momento terminó eso, seguía pensando en el tercer gol, que habíamos realizado la hazaña, en ese momento sentíamos el Azteca lleno de Chivas, como ganamos ese juego se sentía el estadio completo para nosotros y fue algo inolvidable, en ese momento no te das cuenta de la dimensión de las cosas y como no se han jugado muchas semifinales tuvo más trascendencia y digno de ser recordado, pero en mi caso no hablo mucho de ese partido porque al año siguiente América nos ganó el partido más importante en la gran final.

¿En tu carrera la victoria de la semifinal del 82-83 fue la más importante?

Puede que si, porque lo que son las Chivas, lo que implica, pero te diría otra vez que al año siguiente recibimos la derrota más dolorosa en mi paso por el Guadalajara que fueron solo dos temporadas.

¿Qué hicieron de diferente en el duelo de vuelta al de ida tomando en cuenta que debe hacer este domingo el Guadalajara?

Jugamos mucho mejor, una mejor conexión en relación al futbol desplegado y también se metió más fuerte la pierna, fue más intenso el partido, supimos reducir los espacios al América, hicimos que el juego fuera más peleado en ese sentido, claro, hablamos de un futbol de otro tiempo, de un futbol con mucho más espacio para maniobrar, más tiempo para reaccionar, pero tomando en cuenta las condiciones del futbol de esa época, las Chivas logramos hacer todas esas cosas para revertir el marcador y hacer lo que parecía imposible.

¿Jugaron con el puñal entre los dientes?

Así fue, pero nos costó, porque siete titulares ya no jugaron la final contra Puebla y al final jugamos con el segundo equipo y perdimos en penales