Falleció Joaquín Urrea, árbitro de la Final de 1985 entre América y Pumas
El nazareno es considerado uno de los padres de la rivalidad entre América y Pumas, además de que dejó su huella como uno de los silbantes icónicos del fútbol mexicano.
Joaquín Urrea, exárbitro del fútbol mexicano, falleció este martes 4 de abril a los 80 años, de acuerdo a la cadena ESPN. El polémico silbante es recordado, entre otras cosas, por haber dirigido la final de la temporada 1984-1985 del balompié azteca entre América y Pumas, la cual tuvo cita en el Estadio Corregidora de Querétaro. En aquel duelo, las Águilas se alzaron con el título y dio pie al comienzo de la rivalidad entre azulcremas y auriazules.
Te puede interesar: Mohamed sobre críticas y el ADN de Pumas: “Buscaban un técnico ganador”
Cabe destacar que Urrea se desempeñó como árbitro central y asistente en el fútbol mexicano, obtuvo su gafete de FIFA y fue participe del Mundial de 1986 en nuestro país. Una de las decisiones que marcó su carrera fue en la mencionada final entre América y Pumas, donde no señaló una mano de Alfredo Tena, lo que significaba un penal para Universidad. Ese error lo persiguió con el paso de los años y alimentó de polémica al Clásico Capitalino.
Si el VAR hubiera existido en ese entonces, Urrea habría revisado la acción y probablemente habría tomado una decisión diferente, así lo reveló en varias ocasiones: “Sí hubiera ido al VAR en la jugada de Tena porque al día sí me di cuenta que sí había sido mano. Ese partido no lo jugó América contra Pumas, lo jugó Televisa contra Canal 13. Entonces era tirarse y el punto de referencia era yo”, expresó en una entrevista publicada en 2022 por el podcast Mother Soccer.
La final de la temporada 1984-1985 entre América y Pumas quedó en la memoria de los aficionados, entre las curiosidades que dejó este enfrentamiento fue que se jugó en cancha neutral en el Estadio Corregidora de Querétaro. Se determinó la sede neutral tras dos empates: 1-1 en el Estadio Azteca y 0-0 en el Olímpico Universitario. Sin duda, el nombre de Joaquín Urrea quedará por siempre en los libros de historia del fútbol como del arbitraje mexicano.