El equipo mexicano que exige inglés y promedio de 8.5 a sus futbolistas para jugar
Los Halcones Zapopan han puesto en acción un ambicioso proyecto en el que la educación de sus atletas es la base
El futbolista mexicano ha tenido que aprender a sobrevivir, incluso, casi a abrazar, al estereotipo de que el que se dedica profesionalmente a este deporte no pasó por un aula.
El desdén hacia el futbolista en nuestro país debido a sus “pocos estudios” es pan de todos los días y aquellos que han logrado romper ese molde son vistos como bichos raros.
Por eso el caso de Halcones Zapopan, además de ser único, llama tanto la atención.
Este equipo, militante de la Liga Premier (Segunda División), ha orquestado, de la mano de su desarrollo deportivo, lo que ellos denominan “La Locura de una Evolución Cultural”, un ambicioso proyecto que tiene como pilar la formación de atletas a través de la educación y su llegada a Liga MX para 2026.
“Ya no llamamos futbolistas a los chavos, les llamamos atletas porque son alto rendimiento y estudiantes”, dijo en entrevista con AS México el “loco mayor”, la mente detrás de este proyecto, Jonathan González, presidente del equipo.
Licenciado en finanzas, con maestría en el Johan Cruyff Institute, este joven tapatío entendió que esto del futbol debe ir más allá del balón y decidió emprender con la firme convicción de que la educación será la llave del éxito.
Por eso, dentro de las firmes políticas que rigen a los Halcones Zapopan es que todos sus integrantes cumplan con un promedio mínimo en sus estudios para poder ser considerados para alinear en los partidos oficiales.
“Todos los chavos que tenemos estudian. Tenemos el equipo de Liga Premier, pero también está el de TDP (Tercera División), estamos hablando de alrededor de 60 jóvenes que van desde los 15 hasta los 23, 24 años y todos estudian.
Somos unos convencidos de que debemos formar personas íntegras, educadas y capaces de continuar con su formación y, de esta manera, hacerlos aptos para competir profesionalmente en el mundo laboral, además de aplicar los valores aprendidos en su día a día. Así que somos muy puntuales en eso: deben tener, como mínimo, promedio de 8.5 en sus estudios para poder ser considerados para alinear. Tenemos personal que está al pendiente de eso, ellos lo saben, y el que no cumpla con el promedio, no juega”, explicó González.
INGLÉS PARA TODOS
El proyecto de Halcones está pensado y armado especialmente para atletas mexicanos, no pretende, ni de cerca, replicar lo aplicado en otros modelos exitosos alrededor del mundo.
“El mexicano es excepcional, tiene necesidades y potencialidades únicas. Respetamos los modelos que se utilizan en los grandes clubes de Europa, por ejemplo, pero nosotros creamos una metodología precisa que se basa en cuatro ejes: educación, alimentación, trabajo y aspectos psicológicos”, señaló el presidente del club de Zapopan.
Como parte de este método, es esencial que todos los integrantes del equipo hablen a la perfección el inglés.
“Ya están estudiando todos inglés porque la meta es que, para 2023, todos lo hablen. Es lo mismo que con el promedio, hablar inglés será obligatorio para pertenecer a este equipo”, aseguró Jonathan.
Para poder llevar a cabo este proyecto, el equipo de Zapopan firmó convenios con distintas escuelas para que sus atletas pudieran estudiar ahí.
“Tenemos firmados varios convenios con preparatorias y universidades particulares donde estudian los chavos y, además, estamos en pláticas con la Secretaría de Educación para que, en un futuro, también los colegios estatales sean opción”, indicó González.
EL ASCENSO
Sostenidos por este plan, los Halcones pretenden llegar a Liga MX en 2026 e, incluso, construir el Zapopan Valley, un ambicioso complejo deportivo y corporativo.
“La idea es llegar a Primera División, es la meta de todo este camino que estamos empezando hoy con nuestra participación en Liga Premier.
Tenemos el proyecto de Zapopan Valley, donde pretendemos construir un estadio, un centro de alto rendimiento y un corporativo que nos ubique entre los mejores clubes del país”, concluyó.