Anthony Martial, el “fichaje bomba” con letra chica: un historial médico que enciende alarmas en la Liga MX
A lo largo de su carrera, el delantero francés ha sufrido una serie de dolencias recurrentes, un factor de riesgo primordial que no puede ser ignorado.
El nombre de Anthony Martial irrumpe con fuerza en el mercado de la Liga MX y dibuja una operación de impacto para Rayados. Pero detrás del brillo mediático aparece un factor de riesgo que el club no puede soslayar: su historial de lesiones. A lo largo de su carrera, el delantero francés ha encadenado dolencias —sobre todo musculares— que han condicionado su disponibilidad y su rendimiento.
La adquisición del delantero francés es una operación que, si bien el índice de compatibilidad de BeSoccer Pro califica con un notable 8.76, exige una evaluación mucho más profunda. La transacción, lejos de ser un simple movimiento para sumar talento, es una apuesta que enfrenta el probado potencial ofensivo del jugador con su inestable historial físico.
Una auténtica locura el ataque de Rayados con el fichaje de Anthony Martial 😤🔥
— AS México (@ASMexico) September 12, 2025
Con este plantel, el equipo de Domènec Torrent está obligado a ser campeón de Liga MX sí o sí ⚽🏆💙 pic.twitter.com/0Uh9xmTW8s
Un patrón que se repite
La lista es extensa y diversa: isquiotibiales, tendón de Aquiles, espalda, rodilla, ingle y cadera. Solo en la temporada 2022–2023, cuando aún vestía la camiseta del Manchester United, llegó a sufrir seis lesiones distintas. La más reciente intervención relevante fue una cirugía de ingle a comienzos de 2024, que lo apartó de la actividad hasta abril. Y en 2025 volvió a encender señales: dos lesiones musculares en un mismo mes (febrero y marzo), con parones cortos pero significativos para su continuidad.
Durante su etapa en Old Trafford, las molestias se convirtieron en una constante: recaídas en los isquiotibiales, dolores de espalda, irritación del tendón de Aquiles y una rotura de ligamentos en la rodilla en 2021 que lo dejó fuera por más de tres meses.
No se trata de un episodio aislado sino de un patrón de fragilidad física. La frecuencia y la naturaleza cíclica de las dolencias musculares plantean dudas razonables sobre su capacidad para sostener la carga competitiva de la Liga MX —viajes, cambios de superficie y climas, y un calendario comprimido con liguilla.
Alto riesgo, alta recompensa
Desde el juego, la apuesta tiene sentido. Anthony Martial posee un perfil ofensivo único que podría enriquecer notablemente la delantera de Rayados, aportando una dimensión de juego asociativo y creatividad que complementa a los actuales delanteros. No obstante, el éxito de la operación dependerá críticamente de dos variables: que el jugador logre mantenerse sano por períodos prolongados y que el cuerpo técnico encuentre un equilibrio táctico que le permita florecer en ataque sin comprometer la solidez defensiva del equipo.
El “pero” está en dos frentes: Fragilidad física: su historial obliga a pensar en una gestión milimétrica de cargas, con minutos planificados y rotaciones. Y por otro lado, bajo impacto en la presión: cuando vuelve de lesión, su volumen defensivo suele resentirse, un punto a vigilar en un equipo que busca sostener presión alta en casa y transiciones controladas como visitante.
Anthony Martial es una oportunidad con restricciones. Si el examen médico despeja dudas y el club blinda la operación con una gestión físico-médica rigurosa, Rayados podría sumar un talento diferencial capaz de decidir partidos grandes. Sin ese andamiaje, el fichaje corre el riesgo de diluirse entre recaídas y ausencias.
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La ecuación es simple y exigente: potencial altísimo contra un riesgo de disponibilidad. Monterrey tiene en sus manos una jugada de mercado que puede ser portada… o parte médico.
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