El partido del siglo: Italia se impone a Alemania en el mejor juego en la historia de los Mundiales
las semifinales de la Copa del Mundo de México 70 tuvieron el que para muchos es considerado el mejor juego en las historias de la Copa del Mundo.
La cancha del Estadio Azteca ha quedado inmortalizada por ser sede de los partidos más épicos en la historia de las Copas del Mundo, ya que el mítico inmueble mexicano vio coronarse a leyendas como Pelé y Diego Armando Maradona, sin embargo, para muchos, el mejor juego que se ha vivido en la casa de la selección mexicana lo protagonizaron Italia y la entonces Alemania Federal.
Aunque muchos ya esperaban la final de la Copa del Mundo de México 70, el duelo de semifinales que protagonizaron la Azzurra y la Mannschaft pasó a robarse todos los reflectores en dicha justa mundialista, ya que la sorprendente escuadra italiana dio uno de los mejores juegos ante la que partía como una de las favoritas para conquistar el trofeo Jules Rimet.
Las emociones en el Coloso de Santa Úrsula estuvieron presentes desde el minuto 1 hasta el 90 y posteriormente durante la prórroga. Ya que al minuto 8 del encuentro, el histórico jugador Roberto Boninsegna adelantó a Italia, quien parecía que se encaminaría a ganar por otro 1-0 como en sus partidos anteriores de la Copa del Mundo, hecho que generó críticas hacia el estilo de juego de la Azzurra.
Sin embargo, cuando todo parecía definirse para la Nationalle apareció el poderío de la Alemania Federal comandada por Franz Beckenbauer, quien se convirtió en uno de los protagonistas principales y con anotación de Karl Heinz Shnellinger, se empató el encuentro, mandándolo así a tiempos extra.
La heróica actuación de Beckenbauer
Ya en la prórroga el líder alemán Franz Beckenbauer sufrió una fuerte entrada por parte de los italianos, hecho que derivó en la dislocación del hombro derecho del alemán. Sin embargo, al ya no contar con modificaciones para esta instancia, el ‘Kaiser’ se vio obligado a regresar al partido con un vendaje y con un evidente dolor, pero con más deseo de sacar un resultado positivo para la Mannschaft.
Después de dicho suceso, Alemania se fue adelante en el marcador con la anotación del histórico Gerd Müller, sin embargo, el gusto le duró poco a los alemanes, pues 4 minutos más tarde Italia volvió a empatar el partido con anotación de Tarciso Burgnich e instantes después, Luigi Riva, anotó el gol de la ventaja.
Nuevamente la historia parecía tener un desenlace favorable para Italia, pero Alemania volvió a reaccionar y con un Müller encendido, la Mannschaft emparejó de nuevo los cartones al minuto 110. Pero como si se tratara de una calca de lo vivido en la primera parte de la prórroga, la alegría se extinguió instantes después tras el agónico gol con el que Gianni Rivera le dio el pase a Italia a la final y el derecho de medirse al equipo de Pelé, que más tarde se coronaría ante un Azteca repleto.