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CRUZ AZUL

Cruz Azul no tenía un portero extranjero desde hace casi tres décadas

Desde 1995 en que arribó el argentino Norberto Scoponi hasta ahora con el colombiano Kevin Mier, la meta celeste había sido defendida por mexicanos.

México
Kevin Mier habló sobre su motivación para afianzarse en el arco de Nacional.
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Tuvieron que pasar casi tres décadas, veintinueve años específicamente para que la “Máquina Celeste” de Cruz Azul tuviera que recurrir a un portero extranjero para encarar un torneo de Liga MX.

En efecto, hasta antes de la contratación del guardameta colombiano Kevin Mier, el último portero extranjero del Cruz Azul fue el argentino Norberto Scoponi quien arribó al cuadro cementero a finales de 1994 y permaneció hasta 1997, sin que pudiera coronarse campeón con la entidad cementera.

En este lapso Cruz Azul apostó para defender su portería por guardametas mexicanos como Oscar “Conejo” Pérez, Jesús Corona, Yosgart Gutiérrez y Sebastián Jurado, quienes impidieron que la directiva apostara por un cancerbero foráneo en estos 29 años.

A la par de estos porteros mexicanos, también defendieron la camiseta cruzazulina en los 60 años de historia del equipo que tiene su sede inicial en la localidad de Jasso, Hidalgo como Roberto “Cacho” Alatorre, Enrique Meza, Pablo Larios, Alberto Aguilar y Olaf Heredia, que tuvieron lapsos de brillantez dentro del equipo cementero.

También es cierto que Cruz Azul ha tenido pocos arqueros extranjeros como el caso del legendario Miguel “Superman” Marín que logró los históricos cinco títulos de la década de los 70s, en donde los cruzazulinos se convirtieron en uno de los cuatro equipos llamados grandes del futbol mexicano, así como el uruguayo Robert Dante Sibolid, el argentino Norberto Scopini, el también argentino Ricardo “Oso” Ferrero y el paraguayo Apolinor Jiménez.

Sin duda dentro de este puñado de porteros foráneos, los más destacados fueron Miguel Marín, Norberto Scoponi y Robert Dante Siboldi, ya que otros como Apolinor Jiménez y el “Oso” Ferrero, nunca pudieron cuajar como grandes contrataciones celestes.