César Ramos en la semifinal: una tarjeta amarilla y una polémica
El árbitro mexicano solventó el duelo semifinal en Al Bayt. Debió lidiar con la gran presión del público marroquí, mayoría absoluta en el estadio, y la intensidad del equipo de Walid Regragui.
César Ramos Palazuelos, el quinto árbitro mexicano en pitar una semifinal de Copa del Mundo, pasó la prueba, no sin detalles a revisar. Amonestó a solo un jugador, no utilizó el VAR, intentó no meterse en problemas y resolver rápido, y resistió a la presión de la afición marroquí, cuyo aliento y bizarría hizo vibrar el Estadio Al Bayt.
El colegiado sinaloense tuvo una mayor carga de trabajo en el primer tiempo. Entabló diálogos con Achraf y Ounahi al 23′ y al 26′, respectivamente, quienes le reclamaron por decisiones desfavorables. Poco después tuvo su mayor prueba, su fallo más polémico: Theo Hernández pinchó la pelota con la zurda antes de que Boufal la tomara en el área francesa, pero el lateral galo continuó el viaje de su pierna derecha, la cual impactó de lleno en las del marroquí. La acción tuvo lugar al minuto 27. César Ramos dictó sentencia: amarilla para Boufal, por considerar que había cometido falta sobre Hernández y no al revés. El veredicto fue ampliamente discutido en la cancha por los futbolistas magrebíes y, también, en la tribuna de prensa, donde varios periodistas consideraron que Ramos había tomado la decisión contraria. El planchazo de Dari sobre Hernández al 33′ no tuvo castigo. Poco antes del final del primer tiempo, otra acción que ameritaba doble revisión: abrazo de Tchouameni a El Yamiq en un córner a favor de Marruecos. Que siga, dijo Ramos.
En la segunda mitad, el mexicano se dedicó a apagar fuegos. Su determinación de mayor riesgo llegó al 51′, cuando una galopada de Mbappé por la izquierda, quien escapó a dos obstáculos marroquíes por velocidad pura, terminó con Amrabat alcanzándolo en el vértice pegado a la línea final. La barrida del marroquí pareció dura y Mbappé voló por los aires. Ramos no se impresionó. El crack del Paris Saint-Germain, uno de los jugadores de la Copa del Mundo, aquejó dolor y fue incluso atendido. No hubo penalti, ni tarjeta amarilla. Mbappé continuó en el partido sin mayor problema.
Después, Ramos juzgó adecuadamente un offside de Mbappé a pase de Griezmann al 60′, una falta de Dari ante Thuram al 70′, apelada con efusividad por los pupilos de Regragui, y una zancadilla de Ounahi a Griezmann al 72′, la cual causó el enojo y la indignación del público marroquí que pintó de rojo, de arriba a abajo, Al Bayt. Al final del cotejo, en torno al 84′, Ramos contuvo un conato de bronca en un tiro libre de ‘Los Leones del Atlas’, al disciplinar a El Yamiq y Varane, y repitió la dosis tres minutos después a Thuram y Allah-Attitat. A favor de la calificación de Ramos: su despliegue físico le valió para ubicarse cerca de casi todas las jugadas a señalar. Si la impartición de justicia correspondió al reglamento será motivo de análisis de los especialistas arbitrales.
No fue tema de discusión
En la conferencia de prensa post-partido, Walid Regragui no se refirió en ninguna ocasión al silbante de la Liga MX. Ninguna pregunta versó sobre la actuación de Ramos. Empero, Regragui aceptó la derrota, felicitó a Les Bleus, agradeció el apoyo de los aficionados marroquíes y musulmanes esparcidos por todo el mundo, y reveló que su objetivo es lograr que ‘Los Leones del Atlas’ clasifiquen a todas las Copas del Mundo de ahora en adelante.