100 Historias mundialistas

Brasil y Polonia protagonizaron uno de los partidos más locos de los Mundiales

En Francia 1938, La Canarinha venció 6-5 al conjunto polaco en un juego lleno de alarido y que pasó a la historia de las Copas del Mundo.

Brasil y Polonia protagonizaron uno de los partidos más locos de los Mundiales
Sergio Mancilla
Editor y Redactor en Diario AS desde 2019. Apasionado de los deportes, en especial del futbol y de la Fórmula 1. Le gusta escribir y comentar lo que sucede a nivel nacional e internacional en el mundo deportivo. Licenciado en Comunicación y Periodismo Deportivo por el Instituto de Estudios Superiores en Periodismo.
Ciudad de México Actualizado a

Cada partido de las Copas del Mundo tienen su historia, pero hay unos que tiene su toque de especial y se quedan en la memoria del aficionado. Uno de ellos es el Brasil vs Polonia en Francia 1938, donde el conjunto carioca derrotó 6-5 a los polacos en un duelo de alarido y que sin duda vale la pena recordar.

La rica historia de Brasil en el futbol mundial probablemente comenzó aquí, en Francia 1938 donde mostró una mística y juego vistoso que lo ha acompañado a lo largo de los años. En dicha Copa del Mundo el sistema de competencia era totalmente distinto a lo que conocemos hoy en día. 15 selecciones participaron en torneo que duró dos semanas por lo cual no había fase de grupos y todo comenzaba con unos octavos de final a eliminación directa.

Brasil fue seleccionado como cabeza serie y su primer rival fue Polonia. La cita era el 5 de junio de 1938 en el Estadio La Meinau, en Estrasburgo. Brasil se presentó a este partido con una primera generación de futbolistas talentosos, todos ellos comandados por el técnico Ademar Pimenta, quien fue el primer técnico que reunió una verdadera selección nacional, al llamar simplemente a los mejores jugadores de la nación.

Entre grandes nombres, sin duda, la figura e ídolo del equipo era Leônidas da Silva, también conocido como “Diamante Negro”. El partido entre brasileños y polacos inició intenso y a los 18 minutos, el equipo “azul” de Ademar Pimenta anotó a través de Leônidas, pero, apenas cinco minutos después, el arquero Batatais derribó dentro del área a Ernest Wilimowski, por lo que Fryedryk Szerfke, marcó la igualada.

Los primeros 45 minutos fueron intensos, donde todavía, Romeu y Perácio incrementaron el marcador a 3-1 a favor de los brasileños. Sin embargo, la parte épica de aquella contienda se dio hasta la segunda mitad, la cual estuvo acompañada de una gran lluvia. El partido continuó con buen ritmo, pero todo se estremeció cuando Wilimowski marcó el segundo y después el tercero para los polacos, igualando la pizarra 3-3 apenas al 59′. Peráció volvió a poner al frente a la canarinha al 71′, y parecía por fin la victoria para los sudamericanos. Pero no, el partido siguió con las emociones a tope.

Wilimowski materializó su tercer gol a un minuto del fin del tiempo reglamentario, provocando la prórroga. Por lo que ahora sí, es donde se escribe la bella historia de un gran encuentro de futbol, donde los arqueros se convirtieron en grandes héroes, pero el actor principal hizo su aparición. Leônidas da Silva tomó las riendas de la verdeamarela y a los tres minutos del tiempo adicional, el futbolista del Flamengo puso por delante de nueva cuenta a Brasil, con un gol que cuenta la leyenda que fue marcado con un pie descalzo, ya que el atacante perdió una de sus botas, y el árbitro sueco Ivan Eklind ni siquiera se percató, de tan manchadas que estaban sus medias por el lodo.

La victoria estaba cerca para Brasil, pues otra vez Leônidas se hizo presente al minuto 104, para que el marcador se pusiera a su favor 6-4. Por si eso no fuera suficiente, Wilimowski perforó por cuarta vez las redes brasileñas a dos minutos de la conclusión del partido para el 6-5, y al filo del pitazo final, el juego se fue al límite cuando Erwin Nyc, envió una pelota al travesaño, la cual pudo obligar a jugar una repetición para decidir quién pasaría a cuartos de final.

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El silbante sueco pitó el final y se sentenció el partido con el 6-5 de Brasil a Polonia, por lo finalizaba uno de los encuentros más locos en una Copa del Mundo. Sin lugar a dudas, este juego es para la verdeamarela un parteaguas en su historia futbolística, el cual tuvo en el nombre de Leônidas a ese jugador referente y diferente que comandó a su selección hasta el tercer lugar de Francia 1938.

Donde el buen desempeño de la Canarinha fue fundamental para que el pueblo brasileño se apasionara tanto por el fútbol, y el desempeño de Leônidas, quien fue el máximo goleador del certamen con siete tantos, y creó en su nombre una de las mayores personalidades de todo el país sudamericano.

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