QATAR 2022

Abucheos a ‘La Marsellesa’ previo al Francia-Marruecos

La afición marroquí hizo retumbar el Estadio Al Bayt. En la ceremonia de los himnos, algunos seguidores de ‘Los Leones del Atlas’ pitaron ‘La Marsellesa’.

Enviado Doha, Qatar
Noushad ThekkayilEFE

Más de 40,000 aficionados marroquíes hicieron parecer el Estadio Al Bayt de Qatar como si fuera el Mohammed V de Casablanca. Un ambiente ensordecedor, hostil para ‘Les Bleus’ y cualquier ente con pinta francesa, los gritos abrumadores y los silbidos que rompían marcas de decibelios en cada posesión larga del equipo galo. No era para menos. No todos los días Marruecos disputa unas semifinales de Copa del Mundo. Y menos ante el país colonizador, del que fue un protectorado desde 1912 hasta 1956, y con el que comparte lazos lingüísticos, culturales y migratorios muy profundos. Las Marruecos y Francia actuales no se podrían explicar sin la otra, sin su historia mutua.

Toda esa tensión se volcó en la ceremonia de los himnos previa al pitazo inicial de la semifinal de la Copa del Mundo en Al Bayt. El primer himno que sonó por las bocinas fue el francés, ‘La Marsellesa’, que fue acompañado por una aguda y sonora andanada de chiflidos y abucheos en sus primeros compases. Al final de la reproducción, los pitidos, que se habían multiplicado por esta carpa beduina convertida en estadio de fútbol, apenas se escuchaban ya. Llegó, después, el turno de Al-nashid al-sharif, el Himno Jerifiano, el cual retumbó en las tribunas rojas de Al Bayt. Un eco que se elevaba hasta el diafano cielo qatarí. 40,000 voces, al menos. Un estadio pintado de rojo (con alguna manchita en azul).

Eduardo López

Ese nexo Francia-Marruecos no solo proviene del pasado colonial. El entrenador de los ‘Leones del Atlas’, Walid Regragui, nació en Francia, en Corbeil-Essonnes, para ser específicos. También Romain Saiss, en Bourge-de-Péage, y Sofiane Boufal, en París. “Sí, nací en Francia y estoy orgulloso de ello. Como un entrenador no importa con quién o contra quién jugamos. Soy un entrenador de fútbol y estoy enfocado en ganar un partido. Es un reto jugar contra el mejor equipo del mundo. Pasó lo mismo cuando nos enfrentamos a Bélgica, tenemos varios jugadores que nacieron allá, pero ahora somos totalmente marroquíes”, refrendó Regragui en conferencia de prensa. Más allá de los matices nacionalistas, sus aficionados sí que se sienten identificados por su selección. Vaya si lo demostraron en Al Khor.

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