Boxeo

Julio César Chávez y Óscar de la Hoya: Emotivo reencuentro de dos grandes

Durante una función de boxeo en California, las dos leyendas del pugilismo mexicano se volvieron a ver y no pudieron contener su felicidad.

ED MULHOLLAND/MATCHROOM via MEXSPORT
Egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, labora en la redacción de AS México, con cobertura de Fútbol Nacional, así como principal atención a los atletas mexicanos que se desarrollan en el resto del mundo bajo cualquier disciplina. Es un amante del deporte en general principalmente del Baloncesto, Fútbol Americano y Béisbol.
Ciudad de México Actualizado a

Las reacciones a veces pueden decir “más que mil palabras”, y es que en diversos escenarios basta con observar cómo se expresan, desenvuelven y postulan las personas para saber si están incomodas o no. Tal fue el caso del multicampéon, y considerado por la crítica como: “Máxima Leyenda del Boxeo Mexicano”, Julio Cesar Chávez, quien fue sorprendido durante la pelea entre Jaime Munguia y Sergiy Derevyanchenko, por un viejo y querido amigo.

Durante la función pugilística en la Arena Toyota de Ontario California, aquél quien fuera 10 veces campeón en seis diferentes divisiones (hito que comparte con el Filipino Manny Pacquiao), así como Medallista de Oro en Juegos Olímpicos, y ahora promotor de la empresa Golden Boy, Óscar de la Hoya, sorprendió por la espalda a Chávez mientras este interactuaba con los fanáticos.

Mientras ‘El César del Boxeo’ posaba en compañía de algunos seguidores y regalaba fotos para la posteridad, de la Hoya le llegó por la espalda y lo abrazó, acción que de principio desorientó al ahora analista deportivo, y que incluso le hizo gesticular incómodamente, pero que una vez se dio la vuelta para ver de quién se trataba, le hizo cambiar el semblante de inmediato.

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Cuando Julio observó de frente a Óscar, las risas no pudieron esconderse y sin pensarlo le devolvió el gesto al ‘Chico de Oro’, mismo quien entre abrazos, volteó hacia la gente que estaba alrededor y señaló a Chávez para luego decir “El mero mero”, un acto que seguramente aquellos que lograron captar el momento jamás habrán de olvidar.

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Vale la pena mencionar, que en diversas ocasiones de la Hoya confesó la gran admiración que desde siempre tuvo hacia Julio, pues él lo considera hasta la fecha como uno de sus más grandes ídolos e inspiración para iniciarse en el boxeo.

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