Jaime Munguía noquea después de su derrota contra ‘Canelo’ Álvarez
El mexicano llevó a la lona a Erik Bazinyan para defender con éxito su campeonato Plata de als 168 Libras del Consejo Mundial de Boxeo.
Jaime Munguía regresó a la senda del triunfo en Glendale, Arizona. Por fin el mexicano pudo sacudirse la derrota que tuvo con Saúl ‘Canelo’ Álvarez en el mes de mayo pasado y salió con la victoria sobre Erik Bazinyan, al tiempo, que le quitó el invicto al boxeador armenio que venía con una gran racha en el peso Supermediano. Defendió con éxito su campeonato Plata del CMB de las 168 libras.
El mexicano sabía que esta pelea sería de mucho cuidado porque el armenio era una amenaza completa con la gran racha que venía manejando, por lo que lo analizó en los primeros dos rounds, sin casi soltar combinaciones de golpes, pero con un objetivo claro que era buscar el nocaut en la lona.
Fue hasta el cuarto round cuando Munguía se animó a sacar las combinaciones de golpes al cuerpo y al rostro, pero se concentraba un poco más en la zona blanda donde haría más daño a su rival; sin embargo, la protección de Bazinyan le ayudó para permanecer de pie contra un oponente que se veía en la necesidad de ganar para volver a levantar la mano por un título mundial.
La llave se abrió al séptimo asalto donde Munguía llevó contra las cuerdas a su rival, lo mantuvo ahí con una combinación de golpes que no le hicieron gran daño al de Armenia porque su gran defensa fue lo que lo mantuvo en pie en esta pelea que lucía muy cerrada porque las tarjetas marcaban un empate notorio entre ambos pugilistas.
Munguía se mantenía en el cuadrilátero con un buen movimiento de cadera que potenciaba sus puños, algo que Bazinyan sintió conforme pasaban los rounds ya que comenzó a sentir signos de cansancio que lo marginaban cada vez más, pero no bajaba los brazos ya que buscaba el recurso de ‘emergencia’, el nocaut.
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De hecho, el mexicano logró conectar un volado de derecha sobre el rostro de Bazinyan que le movió las ideas sobre el octavo round. Su equipo le dio indicaciones porque estaba descuidando mucho la cabeza, pues por momentos bajaba la defensa y era ahí donde Jaime aprovechaba para conectar con el objetivo de que su oponente sintiera su pegada.
La potencia de los puños de Munguía se hacía evidente conforme pasaban los rounds, rectos, uppers, volados y ganchos eran los castigos más comunes que el mexicano conectaba en el cuerpo del rival, quien terminó en la lona sobre el décimo round cuando faltaban 2 minutos 36 segundos en el reloj.
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