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Qué es el breadcrumbing o migajas emocionales, el comportamiento que se usa para manipular en una relación

Detectar a tiempo este tipo de conductas puede ser esencial para prevenir relaciones desgastantes o dañinas.

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Sebastián Gómez
Egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, labora en la redacción de AS México, con cobertura de Fútbol Nacional, así como principal atención a los atletas mexicanos que se desarrollan en el resto del mundo bajo cualquier disciplina. Es un amante del deporte en general principalmente del Baloncesto, Fútbol Americano y Béisbol.
Ciudad de México Actualizado a

En el complejo panorama de las relaciones interpersonales, ha emergido un patrón de conducta conocido como breadcrumbing, término que en español podría traducirse como “dar migajas”. Este comportamiento consiste en mantener a una persona interesada mediante señales de atención esporádicas, sin intención real de establecer una relación seria o compromiso emocional.

Quien practica el breadcrumbing suele enviar mensajes ambiguos, hacer cumplidos ocasionales o prometer encuentros que no se concretan, generando una expectativa constante en la otra parte. Este ciclo se repite con la finalidad de tener el control sobre las emociones ajenas, sin invertir genuinamente en la relación.

Los expertos señalan que el objetivo de este tipo de manipulación es obtener validación, atención o satisfacción personal, sin preocuparse por el impacto emocional que causa. A menudo, las víctimas de breadcrumbing experimentan ansiedad, confusión e incluso baja autoestima, al no entender por qué los acercamientos del otro son tan inconsistentes.

Qué es el breadcrumbing o migajas emocionales, el comportamiento que se usa para manipular en una relación

Este fenómeno se ha vuelto más común en la era digital, donde redes sociales y aplicaciones de citas permiten mantener vínculos superficiales sin mucho esfuerzo. Las interacciones fugaces, como reacciones a historias, emojis o mensajes vagos, son algunas de las herramientas más utilizadas por quienes aplican esta táctica.

Para evitar caer en esta dinámica, especialistas recomiendan estar atentos a los patrones de comportamiento de la otra persona. Si no hay coherencia entre lo que dice y lo que hace, o si constantemente se posponen encuentros o conversaciones profundas, es posible que se esté frente a un caso de breadcrumbing.

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La clave, según los psicólogos, es establecer límites claros, fomentar la comunicación abierta y priorizar el propio bienestar emocional. Detectar a tiempo este tipo de conductas puede ser esencial para prevenir relaciones desgastantes o dañinas.

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