Los científicos terminan con la duda: este es el mejor remedio natural para terminar con el sarro en los dientes

El sarro, o cálculo dental, es placa bacteriana endurecida que se forma en los dientes y encías. Surge cuando los restos de comida y bacterias no se eliminan correctamente con el cepillado y el hilo dental. Con el tiempo, la saliva mineraliza esta placa, endureciéndola.

El sarro tiene una textura áspera, lo que facilita la adhesión de más bacterias y residuos, agravando su crecimiento e inflamando las encías. Su acumulación favorece enfermedades bucales como gingivitis, periodontitis, caries, mal aliento y manchas dentales.

La gingivitis, inflamación de las encías, puede evolucionar a periodontitis, causando pérdida de dientes. El sarro también facilita la acumulación de bacterias que dañan el esmalte dental y provocan mal aliento persistente.

Además, el sarro avanzado puede absorber pigmentos de alimentos, bebidas y tabaco, manchando los dientes. Para prevenirlo, es crucial mantener una buena higiene bucal con cepillado y uso de hilo dental, además de visitar regularmente al dentista.

Aunque el sarro dental requiere limpieza profesional para su eliminación completa, los remedios naturales pueden ser útiles para prevenir su acumulación y facilitar la limpieza dental. El limón, conocido por sus propiedades antibacterianas, es uno de los remedios más efectivos para este fin.

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Para utilizar este remedio, se mezcla jugo de limón con bicarbonato de sodio hasta formar una pasta. Esta pasta se aplica sobre las áreas con sarro, frotando suavemente con un cepillo de dientes suave durante no más de 2 minutos, y luego se enjuaga con agua tibia.

Es importante usar este remedio con precaución, no más de una vez por semana, para evitar dañar el esmalte dental con el ácido del limón. Además, no sustituye la higiene bucal diaria, que incluye cepillado con dentífrico fluorado e hilo dental.

Este procedimiento debe realizarse solo una vez por semana para evitar efectos negativos en los dientes por el ácido del limón. Después de cepillar, enjuaga bien con agua tibia. Si bien este remedio puede ser útil, siempre es recomendable complementar con una adecuada higiene dental diaria y consultar a un dentista si el sarro persiste.

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